El mundo de la enseñanza almeriense llora este martes, 5 de octubre, la muerte del profesor Antonio Galindo, a consecuencia de una larga enfermedad. El alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, ha informado de su fallecimiento en su cuenta de Twitter a primera hora de esta mañana.
Galindo deja huérfana a la educación de Almería justo en la jornada que se celebra el Día Mundial de los Docentes. Su muerte deja una gran huella en La Salle, donde fue profesor durante décadas y donde se convirtió en todo un referente de la pedagogía.
En su amplio currículum destaca también su vinculación, como amante de la ciencia, con el Instituto de Estudios Almerienses. Antonio Galindo Cuenca formó parte del Departamento de Ciencias y Tecnología del IEA, adscrito a la Diputación Provincial de Almería, donde fue su responsable durante varios años.
Hace menos de dos años. Antonio Galindo, un profesor muy querido en toda la ciudad donde dio clases a miles de alumnos, recibió el reconocimiento de la ciudad de Almería.
En concreto, a finales de noviembre de 2019, el Ayuntamiento le imponía el Escudo de Oro de la Ciudad al profesor. En un comunicado, el Consistorio informó que era "un reconocimiento a no solo su admirable trayectoria profesional, abriendo el mundo del conocimiento a los más jóvenes, sino también a su condición de almeriense ejemplar".
La entrega de esta distinción
que, en palabras del propio profesor Galindo, era "lo más grande que le puede pasar a un almeriense", tuvo
lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, en el marco de la inauguración
del II Congreso Nacional Infantil Contra la Violencia de Género ‘Miradas
Adolescentes’, que se celebró en la ciudad y en el que participaron 80 jóvenes
de 12 centros educativos de la provincia y de otras ciudades de España y del
que fue director y creador.
"Creo que es justo que la sociedad devuelva de algún modo el beneficio que
supone ayudar a que los ciudadanos tengan criterios firmes, opiniones informadas,
certezas científicas y dudas razonables. Muchas gracias por todo ello, Antonio. Gracias por ayudarnos a comprender mejor todo
lo que nos rodea. Y que, de ese modo, seamos conscientes no sólo de lo que
somos, sino sobre todo de lo que podemos llegar a ser", agradecía el
alcalde de la ciudad, quien anunciaba también que ya se estaban haciendo los
trámites para que, por primera vez, Almería tenga, también en él, la figura del
Defensor de la Infancia.
Galindo, visiblemente emocionado, agradecía esta distinción "que sobrepasa
cualquier límite imaginable". El profesor hizo referencia a varias frases
de la escritora Rosa Montero, "frases que tienen que ver mucho conmigo y
la educación": "Ni pena ni miedo", "Atrévete a saber"
y "Los niños son proyectos de gigantes".
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