Esta semana pretendía reflexionar sobre otra cuestión, pero la realidad y la actualidad me llevan, nuevamente, a hablar sobre lo que más preocupa a la gente y sobre el malestar generado porque el Gobierno andaluz de las derechas mantiene colapsado el sistema sanitario. No existe una vuelta a la normalidad en la sanidad pública andaluza. Moreno Bonilla y su consejero de Salud mienten descaradamente a la población. Ya lo hicieron en febrero cuando aseguraron que se retornaría a la cita presencial en marzo y, ahora, medio año más tarde, lo han vuelto a hacer. La Atención Primaria andaluza lleva cerrada al público con normalidad 19 meses.
En muchos aspectos y en diferentes sectores hemos comprobado cómo la pandemia ha podido suponer una mejora de la atención a los usuarios por la toma de decisiones de las empresas, servicios y administraciones, pero no podemos decir lo mismo de lo que sucede, en Andalucía y de la mano de PP y Ciudadanos, con la Salud. Siguen poniendo obstáculos en el acceso, de pleno derecho, al centro de salud.
Las colas en algunos centros y consultorios,
las preguntas que hacen los administrativos antes de dar número por si pueden
derivar a una cita telefónica, teniendo que entrar en detalles de la enfermedad
o dolencia ante una cola de personas, o la demora de más de 15 días, sin hablar
de las descoordinaciones en los protocolos a seguir, son la norma estos días en
los centros de salud almerienses y andaluces por lo que estamos leyendo y
viendo que ocurre en otras provincias.
El problema no es de los profesionales, faltaría más. Están saturados, confundidos, ninguneados por parte del Gobierno de las derechas sobre las decisiones precipitadas que adoptan en los despachos sin consultar con los profesionales y sin tener en cuenta a la sociedad, a los pacientes. Están tomando el pelo a la población con un servicio básico que nos arrebataron desde el inicio de la pandemia y que aseguran haber devuelto, pero mutilado y absolutamente recortado.
Ir al centro de salud se ha convertido en una angustia, en una deriva. Salud Responde sigue sin responder con normalidad a los teléfonos, no hay inmediatez en la atención médica porque las citas siguen adjudicándose, en muchos casos, hasta dos semanas después de la solicitud, de la urgencia. Moreno Bonilla sigue engañando a la población con lo más necesario, que es la atención médica.
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