Más de la mitad de las comunidades
autónomas se encuentran en alerta por la borrasca Barra. El temporal se ha
convertido en protagonista de la actualidad de los últimos días y ha obligado a
algunos españoles a adelantar su vuelta del puente para evitar problemas en las
carreteras. Sin embargo, no todos lo han hecho. En total, el puente se ha
saldado con 12 fallecidos y 2 heridos en accidentes de tráfico. Tras las cifras
y tal y como apunta el comparador de seguros de coche Acierto.com,
se encuentran la mala climatología pero también las imprudencias.
Para demostrarlo la plataforma ha elaborado un completo informe en el que se
analizan los hábitos de los conductores españoles al volante, pero también
respecto del mantenimiento de sus vehículos. Acierto.com ha aprovechado la ocasión
para ofrecer una serie de claves de seguridad para conducir con viento y frío,
entre otros.
La falta de precaución de los conductores
Así, los datos indican que el 49% de
los conductores solo lleva el coche al taller si detecta algún problema técnico,
y que solo un tercio realiza las revisiones estipuladas por el fabricante. El
21% dice que porque son muy caras, mientras que el 19% asegura actuar de esta
manera por ignorancia. Tampoco se revisa el vehículo a la hora de emprender un
puente como el que acabamos de pasar. En este caso el porcentaje asciende al
25%.
La falta de mantenimiento también se traslada a elementos especialmente
importantes estas jornadas, cuando la visibilidad decrece: las
escobillas. 7 de cada 10 automovilistas reconocen haber conducido con las
escobillas en mal estado. Y el 60% ni siquiera comprueba que el parabrisas
permita una correcta visibilidad.
El cambio de los neumáticos es otra asignatura pendiente. Casi el 70% de
los conductores no los cambia a tiempo. Los riesgos de no hacerlo se disparan
en el caso de los viajes largos y las inclemencias climáticas como la lluvia,
la nieve y el viento que azotan estos días de borrasca y reducen la adherencia.
A esto hay que añadirle la conducción bajo los efectos de sustancias como
el alcohol (otra parte de la campaña de la DGT este puente), la segunda causa
de muerte en carreteras y un problema que no deja de crecer. Según el
comparador Acierto.com, el 45% de los conductores ha conducido alguna vez bajo
los efectos del alcohol. Y el 14% afirma que lo hace regularmente.
La lluvia aumenta el riesgo de accidente
un 70%
Por otra parte, la climatología adversa
influye en gran medida en el riesgo de accidente. Según los datos que maneja
Acierto.com, la lluvia es, con un 81%, el fenómeno con mayor presencia en
accidentes de tráfico. Le siguen la nieve (9%), la niebla (6%), y el viento
(4%).
Conducir con lluvia reduce la adherencia de los neumáticos, disminuye la
visibilidad, aumenta las posibilidades de sufrir aquaplaning, modifica el
entorno visual, e incrementa la fatiga del conductor -que debe circular
prestando más atención-. Hasta el punto de que transitar con lluvia aumenta el
riesgo de accidente hasta un 70%.
Además de esto, hay que tener en cuenta que algunos sistemas de ayuda a la conducción
tienden a fallar con la lluvia. Es el caso de la frenada de emergencia y el
sistema de mantenimiento del carril. Otro motivo para incrementar las
precauciones. Para circular de forma más segura es recomendable:
Revisar el estado de los neumáticos
Encender las luces
Aumentar la distancia de seguridad
Parar en un lugar seguro cuando la
visibilidad se reduce en exceso
Fijarse en el asfalto
Tener en buen estado las escobillas del
limpiaparabrisas
Aplicar un tratamiento repelente en el
parabrisas
Estar atento al entorno.
Adecuar la velocidad al estado de la vía.
Claves de seguridad para conducir con
viento
Conducir con viento fuerte, por su parte,
puede sacar el coche de la carretera, provocar que el vehículo vuelque,
etcétera.
Para evitarlo conviene aumentar la presión de los neumáticos (unas
cuatro décimas sobre el valor recomendado) para evitar que la cubierta se
deforme menos y el coche gane un punto de aplomo. Reducir la velocidad y bajar
una o dos marchas para aumentar la respuesta mecánica son otros puntos
aconsejables. En las curvas es importante no girar de más, sobre todo si el
viento empuja en la misma dirección.
Si se sale de viaje, es mejor no colocar el equipaje en el techo del vehículo
ni en remolques. En estas situaciones será preferible utilizar cofres y
baúles cerrados, más aerodinámicos.
Hay que tener especial precaución cuando se entra en un túnel o paso, y
cuando se vuelve a salir de él. Aquí controlar bien la dirección es clave. Algo
parecido ocurre si pasamos al lado de un camión de grandes dimensiones, momento
en el que se produce el conocido como efecto pantalla. En cualquier caso,
sujetar el volante con firmeza es fundamental si se circula con viento.
Existen vientos más peligrosos que otros: no será lo mismo que incida sobre el
lateral del coche que sobre la parte frontal o trasera. El primero implica
mayores riesgos, mientras que en la parte delantera incrementará el consumo y
retendrá el avance del coche.
Conducir con nieve, con precaución
Para conducir con nieve lo mejor será
hacerlo con suavidad, incrementando la distancia de seguridad, con las luces de
carretera encendidas y sin superar el 20% de la velocidad límite de agarre.
Otras recomendaciones son:
Colocar cadenas o neumáticos de invierno:
hay que saber cómo hacerlo.
Tener el depósito de combustible lleno.
Revisar los neumáticos.
Comprobar el estado de carga de la
batería. 1 de cada 5 averías son por problemas relacionados con ella.
Adaptar la altura de los faros.
Conocer los niveles y colores de la nieve
de la DGT.
No es recomendable desconectar el control
de tracción, que evita que las ruedas patinen al acelerar. No obstante, hay dos
excepciones: cuando queremos iniciar la marcha sobre la nieve y el coche no
sale; y cuando se circula con cadenas.
También hay que tener en cuenta cómo afecta la sal de la carretera al
coche y cómo protegerlo. Aunque esparcirla es una medida preventiva para
evitar la formación de placas de hielo, transitar por vías cubiertas de sal puede
dañar los bajos y la carrocería del vehículo, e incluso los frenos. En el caso
de las motos el efecto es todavía más corrosivo, pues sus componentes se
encuentran más expuestos.
Para evitar problemas es recomendable incrementar los cuidados generales del
vehículo y la limpieza, que permitirá eliminar los restos de sal. En
definitiva: conviene lavar el coche con agua dulce cuanto antes tras circular
por carreteras con sal. Algunos locales de lavado cuentan con instalaciones
específicas para limpiar los bajos y el chasis, donde puede depositarse mucha
sal. Otro consejo es aplicar algún tipo de cera protectora a la
carrocería para aislar mejor la pintura.
Kit de inverno en el coche
Más allá de los consejos específicos de
conducción, durante el invierno (o durante las épocas más frías) es
recomendable llevar en el coche un kit de invierno compuesto por los siguientes
elementos:
Agua: para estar hidratados si tenemos una
avería o accidente que inmovilice nuestro vehículo.
Barritas energéticas, frutos secos o similares:
se trata de tener a mano alimentos energéticos que no ocupen espacio y que
compensen la pérdida de calorías generada por el frío.
Ropa de abrigo y mantas: idealmente
que permitan manejar bien las diferentes herramientas del coche. Para cambiar una
rueda cómodamente, por ejemplo, o colocar las cadenas.
Cadenas de nieve: si no se dispone de
neumáticos de invierno. Es clave que se encuentren en buen estado.
Rascador de cristales: para retirar
el hielo y la nieve del limpiaparabrisas, los retrovisores, etcétera.
Pala: de pequeño tamaño, para desatascar
las ruedas del coche.
Cargador y batería externa del móvil.
Descongelante: productos específicos para
eliminar el hielo más cuajado y descongelar las cerraduras bloqueadas.
Cables de batería: como revelan los datos,
se trata de uno de los elementos más perjudicados. Razón de más para llevar
unas pinzas de arranque también.
Linterna: en invierno anochece más
temprano y con la oscuridad todo se complica.
Una buena asistencia en carretera,
fundamental
Llegados a este punto es importante señalar que será fundamental contar con una buena asistencia en carretera en el seguro del coche que nos socorra en estas situaciones. Es clave que nos asista desde el kilómetro cero. También es recomendable que la póliza incluya un vehículo de sustitución o que, si estamos de viaje, nos lleve a nuestro lugar de destino mientras se repara el coche en el taller más cercano.
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