La caja negra obligatoria en los coches

Águeda A. Llorca
Directora de Comunicación

El próximo mes de julio, concretamente a partir del día 6, todos los turismos deberán incluir obligatoriamente una caja negra. Un “registrador de datos de eventos” o EDR que, igual que las cajas negras de los aviones, grabará la información más relevante en caso de siniestro. El dispositivo será obligatorio en todos los coches nuevos y, según el comparador de seguros Acierto.com, podría incidir directamente en el precio de las primas de coche si finalmente las aseguradoras tienen acceso a estos datos.

Cómo funcionará la caja negra

En concreto, la caja negra guardará los datos generados de los 30 segundos previos y los cinco posteriores al siniestro. Esta información podrá ser analizada a posteriori. Eso sí, la información recopilada será anónima a priori, pues no se registrarán datos personales como el nombre, la edad o el sexo del conductor.

Entre la información que quedará registrada destacan la velocidad del vehículo, la frenada, las revoluciones del motor, la fuerza del impacto frontal y lateral, los movimientos de dirección, la posición del acelerador… También grabará el funcionamiento de sistemas de seguridad como los airbags, cinturones de seguridad y asistentes de conducción, y tendrá en cuenta parámetros temporales y cronológicos, como la hora y fecha del siniestro.

Además de para establecer las causas de los accidentes, los EDR servirán para establecer umbrales de lesiones, reconstruir accidentes, crear programas de seguridad vial, etcétera. Según el Parlamento Europeo, evitarán hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos.

¿Alterará los precios de los seguros de coche?

Llegados a este punto cabe preguntarse si la implementación de estas cajas negras alterará los precios de los seguros de coche. Aunque solo estamos planteando un posible escenario, dar respuesta a esta pregunta no es sencillo, pues hay que tener en cuenta que las aseguradoras fijan los precios de las pólizas, entre otras cosas, basándose en datos estadísticos. Por ejemplo, se considera que los conductores más jóvenes tienen accidentes de mayor gravedad y, por eso, sus seguros suelen ser caros.

Tampoco hay que perder de vista quién podrá acceder a los datos que se generen, es decir, si las aseguradoras podrán hacerlo o no. De hecho, la Unión Europea apuesta porque sean las autoridades solamente las que puedan conocerlos. No obstante, una reciente sentencia en Alemania ha permitido a las aseguradoras disponer de este registro, pues son una parte principal de los accidentes de tráfico.

La sentencia apunta a que “los asegurados están obligados a aportar todo lo que sirva para aclarar las causas de un siniestro, en virtud de su obligación de informar” y abre la puerta al resto de aseguradoras de Europa. “Aunque, probablemente, acabará dependiendo de cada caso en particular”, auguran desde Acierto.com.

Dicho lo cual, y solo si finalmente se tiene acceso a estos datos, aquellas personas que se ciñan a las estadísticas no experimentarían subida o bajada alguna en sus seguros, al menos a priori. Pero sí lo harían los asegurados que no condujesen como los automovilistas con un perfil similar al suyo.

Incluso aunque no se registren datos sobre el sexo o la edad del conductor, si la aseguradora acaba teniendo acceso a la información y solamente hay un conductor habitual que es tomador del seguro, tampoco tendrá que indagar mucho más para hacerse una composición de lugar.

En cualquier caso, esto no es nuevo, pues ya existen algunas modalidades de contratación como Pay As You Drive, que permiten al asegurado pagar según la forma en la que conduce.

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