El deporte es una escuela de valores como
los que expresa el atleta Alberto González, de 27 años, que acaba de publicar
“Del Ultra-Trail al Maratón. Correr para ser feliz”.
El profesor y atleta Alberto González Quílez (Almería, 1994) defendió ayer viernes la tesis Efectos fisiológicos del entrenamiento, basada en la variabilidad de la frecuencia cardiaca en corredores de fondo, dirigida por María Carrasco Poyatos y Antonio Granero Gallegos, profesores de la Universidad de Almería que le otorgaron la calificación sobresaliente cum laude, máximo rango de calificación atribuida a una tesis doctoral.
El nuevo doctor corre mañana la Media Maratón de Baza en solidaridad con las familias que padecen la guerra por la ocupación rusa de Ucrania. El deportista almeriense tiene una pasión casi infinita por el atletismo. “Me pongo en el pellejo de mis colegas reprimidos por la guerra, que tanto están sufriendo y dejando atrás sus sueños”. Alberto ha demostrado una gran pasión por la naturaleza, capacidad para compaginar su trabajo de profesor y de deportista que acaba de terminar una tesis doctoral. “Del Ultra-Trail al Maratón. Correr para ser feliz” ha sido editado por Círculo Rojo. De su trayectoria, destaca la presencia con la Selección Española de Carreras por Montaña en el mundial de Andorra.
El preámbulo del libro es de un atleta marroquí, Zaid Ait Malek, uno de los corredores de montaña más admirados en España con una biografía difícil, y que en la actualidad es una figura mundial. El libro tiene un valor científico por la vena investigadora de Alberto González. “Aun no siendo asiduo a este tipo de deportes de resistencia o carecer de sus conocimientos técnicos, podrá disfrutar y sentir de lleno los sentimientos a flor de piel que se sienten durante carreras de más de 18 horas por los rincones más salvajes y extremos de las montañas; recuerdo recibir a Alberto como un chaval noble, educado y muy competitivo en las muchas competiciones que hemos hecho juntos por todo el mundo”, apunta Zaid Ait Malek, quien subraya el espíritu de superación del atleta almeriense, hijo de veterinario y de funcionaria del Museo Arqueológico de Almería.
González tiene el doble
grado de profesor de Infantil y Primaria, máster de Comunicación Social de la
Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería. “Tras
la muerte por leucemia de mi prima Elena Jimeno con tan solo 27 años, te das
cuenta de que no hay por qué esperar para hacer aquello que siempre quisiste y
que con trabajo, ambición y determinación todo es posible”.
Libro. “En
general habla de toda mi vida personal y profesional, por lo
que pienso que, al ser una autobiografía, no he tenido referencia ninguna. Sí te podría decir que mi familia y amigos del círculo deportivo cercano han sido
mi inspiración para sacar este libro que siempre quise tener publicado y que ya
está aquí, después de mucho trabajo”. El pasado jueves le pregunté a
Alberto cómo ha llevado este tiempo difícil de pandemia. “Es una
pregunta complicada. A cualquier persona que le preguntes, sea del ámbito que
sea, te dirá que le ha sido difícil. Es cierto que a nosotros, los deportistas
que solemos tener 10-15 días de descanso de entrenamiento al año, cuando se volvió a reactivar el mundo de la competición fue la misma que la del
primer día que competí en mi vida, vuelves a tener esa ilusión interior de un
niño pequeño por sacar todo tu potencial y por demostrarte a ti mismo que
puedes volver a hacer las cosas muy bien. Fue como una parada de X meses por
lesión, pero en vez de ser física, diríamos que fue más mental por ver esa
situación tan compleja que tuvimos”.
Razones para
practicar atletismo. “El orden que aporta a tu vida. Cuando practicas atletismo, el mismo
deporte te educa en valores; te enseña a que comer esto no te sienta bien
porque entrenando te duele el estómago o te encuentras mal y tienes que parar.
Te educa para poder descansar mejor, ya que si trasnochas y no duermes ocho o
siete horas diarias, al salir a entrenar te encuentras totalmente destrozado y
no puedes rendir como deberías para poder progresar. Te enseña a que las cosas
no se consiguen de la noche a la mañana, que hay que trabajar mucho si quieres
llegar y que sin una ambición y preparación adecuada es imposible. Todo esto
se auto aplica después a tu vida diaria, profesional, laboral y social. Si el
atletismo no me hubiera educado en valores, yo no habría llegado a finalizar
una tesis doctoral con 27 años. La constancia lo es todo y el atletismo te lo
enseña día a día”.
Almería. "En la
actualidad el atletismo en la provincia, si bien es cierto que tiene escuelas y
que cada vez hay más deportistas que lo practican desde muy jóvenes por los
valores que transmite y por la diversión que ofrece, destacaría
que no es un deporte de masas y por tanto la inyección económica que se aporta
no es amplia, tal como ocurre en Málaga", explica. “Desde mi posición difundiría
que hay que apostar más por los atletas jóvenes que sobresalen en la
provincia y cuanto menos proveerle de ayudas económicas básicas para
poder desplazarse a competiciones de régimen nacional o internacional de máximo
nivel, porque si no es así, al final el deportista por muy bueno que sea,
acabará quemándose sin poder acudir a las competiciones porque ni siquiera va a
poder económicamente hablando.
La maratón es totalmente distinta a cualquier competición. “Para la mayoría de corredores, ya sean profesionales o amateurs, estén más o menos entrenados para el objetivo, suele haber un famoso muro a partir del km 32-33 de competición. En mi caso, al haber regulado bien no tuve un bajón en estos kilómetros, lo que sí que noté fue que la fortaleza mental es otro factor muy importante a destacar y que mucha gente no trabaja para poder conseguir el objetivo. Al paso por esos tan difíciles kilómetros, en tu mente recuerdas todos esos largos entrenamientos, mañana y tarde en solitario, que te han hecho llegar hasta aquí y eso anima a intentar seguir luchando por mantener el ritmo estipulado hasta el final”.
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