Lo sucedido en las Cortes de Castilla y León marcará la política nacional por más que el presidente andaluz trate de desvincularse de la llegada de la extrema derecha a un gobierno autonómico en una fotocopia de lo que podría suceder aquí, en Andalucía, si no lo remediamos. Y estamos a tiempo. En la comunidad ya hemos vivido nuestro particular ‘pacto de la vergüenza’ tras las elecciones de diciembre de 2018 cuando, pese a la victoria del PSOE, un Juanma Moreno desahuciado por propios y extraños con el peor resultado del PP en la historia se hizo con la presidencia de la Junta de Andalucía cediendo, claudicando y sometiéndose a los dictados de Vox, a sus exigencias, a sus propuestas reaccionarias y a lo que desde Madrid impuso Abascal a quien siempre se le ha trasmitido calma desde el PP andaluz.
Además, el PP se propuso como meta hace tiempo eliminar a Ciudadanos y la mayoría de sus decisiones han ido en esa dirección sabiendo que la alternativa para pactar sólo es Vox, como en Castilla y León y, para ello, adelantaron las elecciones para eliminar a su socio de gobierno. Lo que ha pasado en Castilla y León tuvo su preámbulo en Andalucía de la mano de Moreno Bonilla quien, sin ningún tipo de escrúpulos, ya abrió la puerta y allanó el camino a la extrema derecha realizándole concesiones y cediendo a su chantaje sin importarle lo que eso supondría.
No, no podemos creer a Moreno Bonilla cuando dice que lo que ha pasado en Castilla y León no tiene por qué pasar en Andalucía, porque ha sido él quien ha allanado el camino haciendo de anfitrión de Vox en las instituciones andaluzas. No podemos creer nada de lo que a priori sostenga sobre este asunto que él mismo ha acuñado.
Pero la ciudadanía lo puede evitar. Lo podemos evitar optando por una alternativa de progreso, que siga defendiendo esta tierra como se ha hecho anteriormente, consiguiendo hitos históricos de calidad de vida y bienestar. Volvamos a confiar quien puede devolver la calidad de la sanidad y la educación y que siempre ha apostado por lo público, y eso siempre se nos ha dado bien a los socialistas. Defenderemos con fuerza un proyecto solvente y sin concesiones ni chantajes a quienes no creen en la Autonomía y a quienes la utilizan para fortalecer lo privado frente a lo público. Depende de nosotros no volver caer en el error y que se reproduzca el pacto de Castilla y León.
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