Juan Manuel Moreno Bonilla está de campaña electoral. El horizonte de las elecciones andaluzas ya está cerca y el presidente andaluz lleva más tiempo en la promoción de su imagen que en la gestión de nuestra región. En cada visita a Almería, Moreno Bonilla deja un reguero de imágenes y promesas que, después de más de tres años al frente del Gobierno de la Junta, no termina de cumplir.
El Partido Popular ha utilizado constantemente la confrontación con la Junta de Andalucía cuando ésta estaba gobernada por el Partido Socialista. Aún recordamos la carta que el alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco-Monterreal, escribió a la entonces presidenta de la Junta en el que exigía solución a “problemas históricos” que el Gobierno andaluz tenía con Almería. Sin embargo, ahora, ni el PP ni el alcalde han sido contundentes con Moreno Bonilla en la exigencia del cumplimiento de esas demandas históricas. Dice el refrán que ‘consejos vendo, que para mí no tengo’. Cada visita de Moreno Bonilla a Almería ha significado la inauguración de algo que ya dejó proyectado o en marcha el Gobierno socialista en la Junta de Andalucía.
Porque, de aquellas demandas que hacía el alcalde, pocas se han cumplido y algunas de ellas las ha tenido que asumir el gobierno de Pedro Sánchez, como es la rehabilitación del Cable Inglés, el soterramiento de El Puche, que ha cambiado la fisonomía de Las Chocillas y Los Molinos, o el acceso norte a nuestra ciudad desde la A-92. En todas estas actuaciones, la Junta de Andalucía ha brillado por su ausencia o pone trabas, como por ejemplo está pasando con la autorización a las empresas de áridos adjudicatarias de las obras del AVE.
Tampoco el Plan General de Ordenación Urbana tiene el visto bueno de Moreno Bonilla y, además, el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento es incapaz de hacer un nuevo PGOU para la Almería del siglo XXI. Si hablamos de infraestructuras educativas y sanitarias, la ausencia de gestión del presidente de la Junta es de escándalo: el IES de La Cañada no tiene visos de hacerse realidad, como tampoco el centro de salud de Piedras Redondas. Además, no hay proyecto para el Centro Médico del 18 de Julio, sigue sin construir el Centro de Especialidades de Torrecárdenas y el hospital de Cruz Roja está cerrado a cal y canto. Este es el resultado del trabajo del PP al frente de la Junta de Andalucía, con la connivencia del alcalde de Almería.
A los socialistas nos preocupan los barrios, que son el corazón de nuestra ciudad. De un plumazo, el PP se ha cargado el PERI de San Cristóbal y ha dejado en un cajón el de Pescadería-La Chanca, una cuestión que no deja de ser la hoja de ruta del alcalde, como hemos podido ver en los últimos Plenos del Ayuntamiento, cuando se ha negado a apoyar nuestras iniciativas para mejorar estos y otros barrios de la ciudad.
En plena sequía, tampoco el agua es un asunto de vital importancia para Moreno Bonilla ni para nuestro alcalde, Ramón Fernández Pacheco-Monterreal. Continúa sin hacerse la conexión de la Almadraba de Monteleva con la EDAR de Cabo de Gata, lo mismo que la recuperación del ecosistema hídrico en la desembocadura del Andarax. Pero sí se sigue tirando agua a la rambla de Los Ramblizos de Retamar, un agua que necesita nuestro campo urgentemente.
Estas son algunas de las deudas que Moreno Bonilla no ha saldado en los más de tres años que lleva al frente de la Junta de Andalucía y sobre las que el alcalde tampoco se ha manifestado para exigir su solución. Ojalá en la próxima visita del presidente de la Junta a nuestra ciudad, el alcalde de Almería sea valiente y defienda los intereses de los almerienses, antes que pensar en su ascenso político.
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