Este 5 de marzo se celebra el Día
Mundial de la Eficiencia Energética, una fecha que trata de concienciar sobre
la importancia del uso racional de la energía, y que este año aterriza en un
contexto especialmente delicado: en pleno conflicto entre Ucrania y Rusia, y
con los precios –de la energía– descontrolados. El comparador Acierto.com analiza
algunos datos al respecto y ofrece una serie de consejos para ahorrar en
suministros.
Qué dicen los datos sobre consumo
energético
El temor a un corte en el suministro ruso
y el cerrojazo de varios importadores ha puesto en jaque a los mercados
energéticos. El precio del gas se ha disparado más de un 30% desde el
miércoles y el del petróleo apunta a una subida similar. En cuanto a la
luz, la guerra elevó su coste este jueves a su tercer máximo histórico.
Unas subidas que agravarán todavía más la situación de precariedad que
viven hoy muchas familias españolas, víctimas también de la crisis de la
COVID-19. En esta coyuntura ahorrar en los consumos será clave. Por desgracia,
esta es todavía una asignatura pendiente para los españoles.
Así lo indican los datos que maneja el comparador Acierto.com, que apuntan a
una falta de concienciación general y a otros problemas. Tal es así, que
hasta 8 de cada 10 reconocen que podrían hacer algo más al respecto.
Por ejemplo, si hablamos de la sostenibilidad de los productos
adquiridos, no es un factor de compra determinante. El primero continúa siendo
el precio. Además, y si tomamos datos previos a la pandemia, el 70% de la
muestra analizada aseguraba que no estaría dispuesto a optimizar el consumo, ni
siquiera para ahorrar en sus facturas.
No podemos perder de vista tampoco otro factor que afecta a la eficiencia
energética: la antigüedad de las viviendas españolas y la falta de
mantenimiento. Más de la mitad superan los 40 años de edad. Con las
consecuencias que esto acarrea (las viviendas antiguas son menos eficientes y
apostar por una sostenible puede suponer un 40% de ahorro de energía). Sin
embargo, es el factor que menos influye a la hora de comprar o alquilar una
vivienda. En cuanto al mantenimiento, solo 2 de cada 5 encuestados apuestan por
él.
Cómo ahorrar energía y reducir los
consumos
El comparador Acierto.com estima un ahorro
de hasta 2.000 euros al año por cuidar del medioambiente. Dicho lo cual,
existen una serie de medidas que podemos poner en práctica para reducir las
facturas y hacer un uso más responsable de la energía. Entre otros consejos:
Aprovechar las características de la
vivienda: por ejemplo, si vivimos en una casa en la que dé el sol y puesto que
todavía hace algo de frío, dejar las persianas levantadas para que los rayos
calienten la estancia.
Acondicionar la vivienda para evitar las
pérdidas: se calcula que estas suponen el 30% de la factura. Esto pasa por
instalar ventanas adecuadas, persianas, cortinas y otros elementos aislantes.
Mantener la casa a una temperatura
constante, entre los 19 y 23 grados centígrados. Cada grado de más supone un
aumento en el consumo de entre un 7% y un 10%. Para conseguirlo podemos optar
por termostatos inteligentes o similares.
Las bombillas de bajo consumo e
incluso las bombillas smart también nos ayudarán. Las hay programables, entre
otras características. Reducir el uso de determinados electrodomésticos de alto
consumo prescindibles (como el horno). O aprovechar al máximo cuando está
encendido.
Apostar por los electrodomésticos
inteligentes, asimismo, podría ahorrarnos hasta 400 euros, y utilizarlos
correctamente puede de reducir el consumo hasta un 50%.
Ventilar en las horas centrales del día,
cuando las temperaturas son más templadas.
Evitar los consumos fantasma y
apostar por la luz natural.
Otro consejo clave para ahorrar, ya no
tanto energía como dinero en las facturas, es recurrir a un comparador para
analizar las diferentes tarifas del mercado. “Igual que hacemos en otros
mercados, donde ya comparan 9 de cada 10 antes de comprar, es importante
hacerlo con las energéticas. Hacerlo nos permitirá reducir nuestras facturas
sustancialmente”, recomiendan desde Acierto.com.
Contratar un seguro de hogar que cubra los
electrodomésticos en caso de avería por un fallo eléctrico, por ejemplo,
es otra manera de ahorrar a la larga.
Financiar la energía, otra opción
Por otra parte, “para aquellas familias
que realmente estén pasando una situación de necesidad, existen productos
financieros que pueden ayudarles a pagar las facturas de los suministros”,
comentan desde Acierto.com. “Por ejemplo, es posible recurrir a la tarjeta de
crédito en este caso. La mayoría de entidades permiten devolver el dinero a
final de mes en una sola cuota sin que esto genere intereses”, indican.
Otra alternativa es solicitar un adelanto de nómina, cuyo importe
dependerá de nuestro salario, principalmente (los bancos también suelen fijar
ciertos límites). Consiste, a grandes rasgos, en multiplicar nuestra nómina un
determinado número de veces. El principal requisito de este tipo de préstamo es
que tengamos domiciliados nuestros ingresos en la entidad en cuestión. Los
adelantos de nómina, además de al banco, también pueden solicitarse a la
empresa en la que trabajamos.
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