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Los pantanos de Cuevas y Benínar duplican sus reservas

Antonio Fernández
Periodista

Los dos grandes embalses existentes en la provincia de Almería, el de Cuevas del Almanzora y el de Benínar, han acusado para bien la llegada de las lluvias que han ‘regado’ generosamente la provincia de Almería durante la última semana. El mes de marzo ha sido abundante en cuanto a las precipitaciones recogidas, de forma que a lo largo de este mes se calcula que el cielo ha dejado caer sobre el territorio provincial una media de 140 a 160 litros por metro cuadrado, con puntas de más de 300 litros en localidades situadas en los grandes valles del interior, los del Andarax, Río Nacimiento y Río Almanzora.

Pantano de Cuevas del Almanzora

Los 300 millones de metros cuadrados de Almería han sumado, según los cálculos matemáticos, en torno a 60 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad muy importante por cuando suponen en torno a un tercio del déficit hídrico estructural de la provincia. 

El más beneficiado ha sido el pantano de Cuevas del Almanzora que, en apenas una semana, ha pasado de los 11 a los más de 25 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que le ha supuesto un ascenso de la cota de agua de más de diez metros y en torno a los 14 o 15 millones de metros cúbicos más que hace unos días. 

La aportación de agua ha sido intensa y la buena noticia es que a día de ayer, una vez finalizado el episodio de precipitaciones vivido hasta el pasado sábado, los diferentes afluentes que desembocan en este embalse siguen ‘engordando’ las reservas que han pasado en tan escaso lapso de tiempo del 11 a más del 25 por ciento de su capacidad. 

Algo menos intenso ha sido el aumento experimentado por el pantano de Benínar que, pese a ello, también ha visto crecer sus reservas en cerca del doble con respecto a los 7,5 hectómetros cúbicos que acumulaba a mediados de este mes. 

Entre ambos pantanos la suma de recursos ingresados gracias a las persistentes lluvias más que duplican el nivel de agua acumulada. Además, la inestabilidad se mantiene de cara a los próximos días y ya se esperan incluso nuevas borrascas para la semana siguiente, aunque probablemente no para la segunda mitad de esta semana. 

La presencia de tantos días consecutivos de lluvia ha supuesto, sin duda, un alivio para la situación de sequía a la que está sometida Almería. La mejora es perceptible aunque, según organizaciones agrarias como Coag o Upa, no para echar las campanas al vuelo puesto que los datos del actual Año Hidrológico siguen apuntando a un déficit que está lejos de solucionarse. 

Unos datos que indican que el año pasado por estas fechas el agua embalsada en la provincia se situaba en 24 hectómetros cúbicos, algo menos que ahora pero no hay que olvidar que el ejercicio de 2021 ya fue considerado como un año muy seco. 

De hecho, mirando la media de los diez últimos años es de 29 hectómetros cúbicos en esta época del año, cantidad ligeramente superior a la que se ha acumulado este año, que podría ser superada si en las próximas semanas vuelve a llover. 

Lo mejor de este episodio de precipitaciones hay que buscarlo en los acumulados de la última semana y al hecho de que apenas se han producido fenómenos tormentosos, de forma que gran parte de la lluvia caída ha calado en los suelos, lo que supone una recarga efectiva de acuíferos subterráneos que estaban bajo mínimos, o de nieve en las cumbres que se filtrará poco a poco en el subsuelo.

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