Braulio Medel ha anunciado que adelanta su salida de la Fundación Unicaja tras seis años en ese cargo; lo hace, según una carta a la que ha tenido acceso la agencia de noticias Europa Press, tras “un sinfín de presiones externas y de persistentes campañas mediáticas hostiles”.
Medel asumió la presidencia de Unicaja el mismo año de su creación, resultado de la fusión de las cajas de ahorro de Málaga, Almería y Cádiz en el año 1991, cargo en el que se mantuvo durante 25 años, hasta que en 2016 dejó la presidencia en manos de Manuel Azuaga, pasando a ocupar la presidencia de la Fundación Unicaja, el mayor accionista de la entidad con el 30,2 por ciento del capital.
Justifica su decisión para permitir una transición ordenada en la citada Fundación, pero muestra su pesar por las presiones que se han producido en los últimos meses desde instancias e instituciones políticas. Las últimas procedían tanto de la Junta de Andalucía como del Gobierno central, concretamente del Ministerio de Asuntos Económicos.
Tanto el presidente andaluz, Juanma Moreno, como la vicepresidenta primera del Gobierno de Pedro Sánchez, Nadia Calviño, habían puesto en duda su idoneidad para ostentar la presidencia de una Fundación que es la mayor accionista de Unicaja Banco, el mayor grupo bancario andaluz y quinto del país.
Para el hombre que escribió la historia de Unicaja y de Unicaja Banco -el hombre de la eterna corbata negra, un luto que ha mantenido durante décadas por un triste suceso familiar- esas presiones y la sucesión de lo que califica de campañas mediáticas hostiles hacia su persona, le han llevado a adelantar su salida de la presidencia de la Fundación.
En los últimos meses, y desde distintos ámbitos de la política andaluza y nacional, se le han achacado maniobras para otorgar más poder al consejero delegado de Unicaja, Manuel Menéndez, o para vaciar de contenido varias unidades de trabajo del banco para trasladarlas a Madrid. Desde la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga se ha criticado también con dureza la supuesta salida de Málaga de la sede central de Unicaja, algo que la propia entidad ha desmentido afirmando que se trataba de una “rotunda falsedad”.
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