La climatología en España y en Europa está resultando ser un elemento positivo para el sector hortofrutícola. A estas alturas de la campaña buena parte de la producción debería estar casi en retirada y, sin embargo, se mantiene la demanda y los mercados están permitiendo buenas cotizaciones para la mayor parte de las frutas hortalizas almerienses.
El Observatorio de Precios y Mercados de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha hecho cuentas sobre las exportaciones almerienses desde que en septiembre se iniciara la campaña y hasta el mes de febrero y los resultados son satisfactorios para los productores y para las empresas del sector de la comercialización.
La comparativa con la campaña anterior, que aunque irregular dejó buenos registros, es concluyente. En esos cinco primeros meses de campaña el tomate ha obtenido un 12 por ciento más de ingresos, el mismo porcentaje de mejora que en el caso del pimiento.
Mejor aún le ha ido al pepino, que ha visto incrementarse su valor en los mercados exteriores en un 26 por ciento respecto al año pasado. Calabacín y berenjena también experimentan un incremento en el valor del producto exportado, en esos casos del 10 y el 7 por ciento, respectivamente. Sólo la judía verde sufre un doble retroceso, al perder un 4 por ciento en el volumen comercializado, poco más de 7.000 toneladas, y un 14 por ciento en valor, pero a estas alturas se trata de un cultivo con escasa presencia en la provincia.
En las últimas semanas, ya entrados en una campaña de primavera en la que la mayor parte de las producciones son limitadas y se da paso a los cultivos de esas frutas que se asocian con el consumo cuando comienza a apretar el calor, como son el melón y la sandía, los mercados mantienen su demanda y los invernaderos almerienses su producción para poder atenderla. Para productos como el tomate, el pimiento o el pepino los precios en los dos últimos meses han sido sensiblemente mejores que los obtenidos en anteriores campañas, mejorando la rentabilidad del campo.
En buena medida esos resultados responden a la persistencia del ambiente frío en el resto de zonas de cultivo españolas y europeas. De hecho países como Holanda, Bélgica o Francia han retrasado sus cultivos, acusando además el aumento del coste de la energía que necesitan para producir, e incluso Marruecos vende menos.
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