En los últimos tiempos los usuarios de la sanidad pública han comprobado en primera persona cómo se ha deteriorado la atención básica y esencial que se presta en los centros de salud, así como el agotamiento y hartazgo de sus profesionales.
La crisis sanitaria sin precedentes provocada por la Covid ha impactado de manera profunda en nuestra sociedad, en nuestra economía, en nuestras vidas, y ha evidenciado de forma clara y tangible a todos los ciudadanos la forma de gestionar los servicios públicos del Partido Popular en la Junta de Andalucía.
En estos dos años de crisis sanitaria hemos visto la nula capacidad de gestión de Moreno Bonilla al frente de la Junta de Andalucía en materia de sanidad: caos organizativo en los centros de salud, usuarios enfadados por la ausencia de atención, citas médicas inalcanzables, personal sanitario desbordado, todo tipo de protestas de los profesionales, etc.
Y lo peor de todo es que hemos vuelto a una supuesta normalidad y, sin embargo, siguen sucediendo a diario las noticias que hablan del menoscabo de la sanidad pública: la última, la lista de espera para ver a un especialista (más de 73.000 almerienses están a la espera de acudir a una de esas consultas).
Para el PP, la salud pública no es la gran conquista social de todos que hay que proteger, sino un medio con el que hacer negocio. Una muestra de ello es cómo se han multiplicado los seguros de salud privados, hasta el punto que ya forman parte de la cartera de servicios que ofrece cualquier entidad bancaria. Esto no sería así si los ciudadanos tuvieran confianza en el sistema público de salud, confianza que el PP con Moreno Bonilla ha socavado en estos últimos tres años y medio que lleva al frente de la Junta de Andalucía.
Frente a las políticas del PP, el líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, ya ha anunciado su compromiso de frenar el daño realizado a la sanidad pública, recuperar los indicadores de calidad y avanzar en el desarrollo asistencial. Con Juan Espadas al frente, la Junta de Andalucía recuperará un gasto público suficiente en materia de sanidad para garantizar que los ciudadanos sean atendidos por un médico de familia en 48 horas como máximo. La atención primaria verá restaurado su papel vital como puerta de entrada a todo el catálogo de la atención sanitaria.
La crisis también ha evidenciado la fortaleza y el compromiso de los profesionales sanitarios. Su respuesta a la Covid-19 ha sido encomiable, a pesar de la desorganización a la que los ha sometido el gobierno de la derecha y de haber trabajado al límite por exceso de trabajo.
La propuesta del candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, pasa por realizar un riguroso y sosegado análisis del ámbito de los profesionales que, sin duda, requiere una transformación que contemple, de una parte, financiación suficiente y, por otra, acciones para reconocer el papel que juegan las distintas categorías profesionales del sistema público de salud.
La pandemia ha puesto el foco en una de nuestras grandes conquistas, la sanidad pública. El próximo 19 de junio los andaluces tendremos la oportunidad de optar por proteger la salud para todos y por un gobierno andaluz que esté centrado en atender las cuestiones que impactan directamente en la salud, en el bienestar y la calidad de vida de las personas. Con un socialista al frente de la Junta de Andalucía un sistema público de salud más fuerte estará garantizado.
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