Una de las mayores desavenencias entre Rocío
Carrasco y su hermana Gloria Camila Ortega viene derivada del museo de Rocío Jurado,
que empezó a gestarse en Chipiona, la localidad natal de la cantante, en 2008.
José Ortega Cano y su hija se apresuraron a enviar algunas de sus pertenencias
a Chipiona para que integraran el fondo del museo. Entre esas pertenencias
figuraban algunas prendas de toreo, como trajes de luces y capotes, y hasta cabezas de toro, ya que el
torero pensaba también darle un aire taurino al recinto. Obviamente, la mayor
parte del fondo correspondía a Rocío Carrasco, al ser ella la heredera
universal de su madre.
La pequeña participación del torero y su
hija en el catálogo del museo dotaba a ambos de cierta autoridad para
participar en la organización del mismo. Por esa razón tanto Gloria Camila como
José insistían tanto en la necesidad de realizar una apertura cuanto antes, a
pesar de que se habían detectado muchas irregularidades administrativas en el
procedimiento de apertura. Mientras Amador Mohedano, Gloria Camila, José Ortega
y Gloria Mohedano opinaban y decidían sobre el futuro del museo, Rocío Carrasco
andaba fuera de juego de la escena pública. No tenía ni voz ni voto en la organización
del museo no solo porque nadie se los pedían, sino porque ella tampoco estaba
por la labor, ya que su preocupación era otra más importante: salir del pozo en
el que se encontraba anímicamente a raíz de sus sufrimientos familiares.
Tras la emisión de la docuserie “Rocío,
contar la verdad para seguir viva”, la primogénita de Rocío Jurado cogió las
riendas de su vida. Su participación en la organización del museo había sido
escasa, hasta entonces, por motivos obvios. Pero su situación personal había
cambiado. Convirtió la apertura del museo en uno de los ejes centrales de su
vida, y para ello contó con el entusiasmo del alcalde de Chipiona, Luis Mario
Aparcero, que, al igual que sus predecesores, estaban deseando que el proyecto
viera la luz.
Una de las cuestiones que había que
dilucidar entre el alcalde y la heredera universal de Rocío Jurado era la
titularidad de los bienes que iban a formar parte del museo. Las pertenencias
de Gloria Camila Ortega y su padre eran insignificantes, pero suficientes para que
tuvieran voz y voto en la organización. Gloria Camila y su familia mediática
habían creado antes una asociación cultural para que unificara ese
protagonismo. Le pusieron de nombre “RJ La Más Grande” porque se frustró su
intento de llamarle “Asociación Cultural Rocío Jurado”. El nombre de la chipionera
solo puede ser utilizado por la hija que tuvo con Pedro Carrasco. El
Ayuntamiento y la heredera universal acordaron que el proyecto solo tuviera una
‘propietaria’, es decir, una cesionaria de bienes: la propia Rocío Carrasco. Y
así, las pertenencias de Gloria Camila y de su padre les fueron devueltas por
el Ayuntamiento, según consta en sendas
actas de recepción que se firmaron al respecto y que forman parte del
expediente municipal. El museo que se abre el día 1 no tendrá bien alguno de
Amador Mohedano, Gloria Mohedano, Gloria Camila Ortega, José Fernando Ortega o José
Ortega. Todos y cada uno de los bienes expuestos son propiedad de Rocío
Carrasco Mohedano.
Otra novedad respecto al museo es el
nombre del mismo. Popularmente se le va a conocer como ‘Museo Rocío Jurado’,
pero, legalmente, no es así. Al igual que el dedicado a Camarón de la Isla, se
denominará ‘Centro de Interpretación Rocío Jurado’. Tampoco ha prosperado el
intento de llamarlo ‘Colección Museográfica Rocío Jurado’. La Junta de
Andalucía no ha autorizado estos nombres al tratarse de bienes que no son
propiedad municipal, sino de Rocío Carrasco, con la que el Ayuntamiento ha
firmado un contrato de cesión por 5 años. Como contrapartida la hija de La Más
Grande recibirá una contraprestación económica de 30.000 euros anuales, una
cantidad prácticamente simbólica para un fondo de tal envergadura, además de
los beneficios obtenidos por la venta en la tienda de recuerdos, si llegara a
abrirse.
El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, está muy agradecido por interés de Rocío Carrasco para que finalmente se abra el museo dedicado a su madre. “Lo más importante de todo es darle a Rocío Jurado su sitio, su espacio y cumplir con su voluntad. Rocío quería un museo y aquí lo tiene”, ha afirmado.
El museo –en realidad ‘Centro de Interpretación Rocío Jurado’, insistimos- se levanta en el Palacio de Ferias y Exposiciones de Chipiona y consta de varias salas separadas por estructuras que guían al visitante por la trayectoria vital y profesional de la artista. Entre los objetos presentes destacan 400 vestidos, una réplica de la estatua de Juan de Ávalos, el piano de cola que habitaba en su finca de 'La Yerbabuena' y su mítico Mercedes descapotable que tantas veces le acompañó hasta sus conciertos. Se va a poner en marcha la ruta de Rocío Jurado, que contará con 12 puntos de interés sobre la vida de la artista y que podrá conocerse a través de un mapa y un código QR.
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