Un infarto acabó ayer con la vida de nuestro
“Divino Sordo”, Dany Osorio. Al filo de las doce de la noche conocimos la
tragedia. Un sesentón vitalista, inteligente, gran persona y uno de los mejores
músicos y tal vez el mejor técnico de sonido nacido en Almería.
Su historia musical es muy dilatada. Me voy a ocupar del tiempo en que juntos emprendimos
la aventura del nacimiento de Fuerza.
Este grupo musical se formó en la capital a mediados del año 1969 y los ensayos previos duraron apenas un mes por lo que su arrolladora actividad se prolongó algo más de tres meses, cuando uno de sus componentes básicos, Fafi Molina, se marchó a Granada a seguir sus estudios. En aquellas fechas era el “boom” de los súper grupos. Eran los dulces tiempos de Cream, Blind Faith, Deep Purple, King Crimson, Emerson Lake and Palmer y demás estrellas individuales que se unían para hacer sus experiencias.
Y esa imagen y actitud musical querían reflejarla los jóvenes instrumentistas del grupo Fuerza. Si la memoria no me falla, creo que hicieron solo tres o cuatro actuaciones. Una de las más “duras” fue en la Escuela de Artes y Oficios de la capital. Allí durante casi cuatro horas “el súper grupo” hizo un auténtico alarde de potencia en el escenario.
Las canciones que interpretaban se hacían interminables. En su repertorio temas de la talla como “Hey Joe”, de Jimi Hendrix; “Gime some loving”, de Spencer Davis Group, o el emblemático “Nacido para ser salvaje”, de Steepenwolf, con el que arrancaban siempre sus actuaciones, nada más pisar el escenario.
Este tema y un rock de los Beatles, “Dizzy miss Dizzy”, los interpretó Fuerza en el escenario del teatro Apolo de la capital durante un concurso y parte de los miembros del jurado, abrumados por el volumen y “la distorsión” de la música que emitían, se fueron del patio de butacas a los camerinos.
Precisamente esta fue la primera vez que Fafi Molina actuaba en público tocando el bajo. El “súper grupo”, en su primera formación, lo integraban José Ángel Pérez, es decir yo, como cantante; Damián Jiménez Moya, como guitarra solista, un auténtico fenómeno ya en esos años; Daniel Osorio Herrera, a los teclados, otro firme puntal de la joven música almeriense, y Eduardo Navarro, “El Metralleta”, apodado así por su peculiar forma de tocar la batería, y José Jesús Artes, otro buen músico procedente de Los Sunflowers.
Duró poco la experiencia de este “súper grupo”, pero fue bonita. Su continuidad fue poco menos que imposible. Demasiadas ”estrellas” para tan pequeño firmamento. Dany empezó en Los Huracanillos como teclista, luego siguieron una serie de grupos de la capital brillando como instrumentista del nivel de Frenos. Como técnico de sonido recorrió media Europa alimentando su gran sabiduría a grupos como Tequila, Nacha Pop, Radio Futura o Danza Invisible y un largo listado de conciertos por España y América.
Hoy nos has dejado, seguro que allí arriba montarás otro supergrupo. Descansa en paz, maestro.
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