Nacho Para
presentará en Almería “Concierto para George, crónica íntima del último milagro
Beatle”, su último libro, y ofrecerá un mini-concierto en
Clasijazz el martes a las 22 h.
El
músico y periodista Nacho Para fue uno de 5.800 privilegiados que asistieron al
‘Concierto para George’, celebrado el 29 noviembre de 2002 en el Royal Albert
Hall de Londres, justo un año después de la muerte del Beatle George
Harrison. El legendario homenaje congregó a estrellas del calibre de Paul
McCartney, Eric Clapton, Ringo Starr, Tom Petty, Billy Preston, Jeff Lynne,
Ravi Shankar y una larga lista de amigos y colaboradores de George Harrison. La
cita ha pasado a la historia como el último encuentro de la familia beatle sobre
un escenario. El autor, el único periodista español con acceso a la zona de
artistas, habló con los protagonistas e inhaló la poderosa atmósfera del
recinto londinense. Ahora lo cuenta en una crónica ágil, detallada y altamente
emocional publicada por Lenoir Ediciones.
A Nacho Para
Cervantes (Almería, 1963) le he dedicado muchos adjetivos, principalmente en el
ámbito periodístico, y ahora es un músico con mucha verdad desde Bantastic Fand, acompañado de su inseparable
Paloma Del Cerro. Le tengo agotado casi todo ese repertorio de elogios porque
mi admiración es infinita. Ha hecho lo que ha querido y nunca llegaremos a su
capacidad literaria para enfocar cualquier reportaje de calle. Ha viajado por
la pobreza de África que no aparece en las rutas turísticas. Le gusta nadar a
contracorriente y esa es una de sus fortalezas como persona que no gustan al
circo mediático. Ha entrevistado a sus ídolos, pero nunca sacó pecho ni mostró
aires de grandeza, o el narcisismo actual por las redes sociales. Es decir, la imagen
sin contenido que hasta los políticos y periodistas han comprado, como se ve en
la serie Borgen. Ha “toreado” con estrellas creciditas y gente con aire de
grandeza que jamás ha pisado la calle.
Aventuró con
olfato periodístico, su humanidad tremenda, que aquella Marbella de la que
escribió tenía los pies de barro. Retrató mejor que nadie a una sociedad
montada en las apariencias, en el pelotazo urbanístico y vaticinó que aquel
consumo traería ignorancia y una sociedad de camarero mal pagado. Nacho, con el
que me enfadé mucho cuando dejó el periodismo cultural, la crítica de todas las
pantallas y los sonidos, tiene montada su residencia en Cartagena. Aquí tiene
su punto de encuentro para la preparación de conciertos. En otro libro, Nacho
confiesa: “En mi primer grupo, The Rivertones, fundado con Paco Del Cerro en
Barcelona en 1994 y disuelto en 1999, tomé prestado el personaje de un relato
corto de Joaquín Márquez Grau y me hacía llamar Alberto Mulligan, seudónimo con
el que firmaba las canciones. No quería que ambos universos se mezclaran, pero
era inevitable que ocurriera”. Nacho es el Dylan español. Lo veremos
y escucharemos el martes por la noche con su voz, guitarra y armónica, junto al
piano de Ramón García. En esta sociedad tan hiperconectada y a la
vez tan impregnada de soledad, necesitamos de la inteligencia de escritores tan
audaces y finos como Nacho. Su ímpetu, la pasión y la capacidad de relatar nos
acerca a la personalidad de Harrison o de Bob Dylan, su gran mito.
Almería
recibe a Nacho. Ha dividido su vida entre el periodismo y la música. En El
Periódico de Catalunya estuvo casi un cuarto de siglo. Fue delegado en Madrid y
Sevilla, antes de trasladarse a Barcelona en 1994, donde fue jefe del Dominical
y de Cultura y Espectáculos. En 2002, comenzó una etapa como reportero
liberado, con coberturas en África y América. En 2005 recibió el Premio de
Periodismo de Andalucía. Su reportaje Éxodo, sobre las rutas de la inmigración,
fue expuesto en el Foro Social Mundial de Nairobi-2007. Una segunda vida
comenzó en 2021 con la creación de Bantastic Fand, grupo de rock radicado en
Cartagena. Con esa formación ha publicado los discos Strong enough to refuse
(2014), Welcome to Desert Town (2016), Live at El Intruso (2017) y Somebody´s
world (2019) y ha recorrido media España.
Ha escrito
por deuda consigo mismo y reparte con generosidad y mucho amor parte importante
de sus experiencias a las personas de la música, la comunicación y el
periodismo. Vuelve a su infancia hermosa. Del Concierto para George recojo
algunos textos. No saldrán defraudados por la lectura: “Con los años
descubrí que Lennon compuso Strawberry fields forever en la misma playa donde
aprendí a nadar y muy cerca de donde entonces vivía. En 1966 yo tenía solo tres
años, así que si vi a John con la guitarra frente al mar no me acuerdo, pero
siempre estuve convencido de que algo dejó en el ambiente y que yo lo respiré
con avaricia. Mi reportaje publicado sobre los Beatles salió en el verano de
1986, casi simultáneamente en la revista El Caimán y en LA VOZ DE ALMERÍA.
Contaba precisamente la estancia de Lennon en Almería durante el rodaje
de Cómo gané la guerra, una historia que había permanecido 20 años
enterrada y que dio alimento a otros frikis en los años venideros…”.
“Otra gran sorpresa fue descubrir que, a finales de julio de 1971, recién separados los Beatles y cuando rodaba el Western Blindman, Ringo Starr voló directamente desde Almería a Londres para participar precisamente en el Concert for Bangladesh, el primer concierto benéfico de la historia, organizado por George Harrison a petición de Ravi Shankar. Eran cosas de otro mundo que ocurría en mi mundo, como si el desierto de Tabernas fuera la pista de aterrizaje ocasional de naves extraterrestres. Si los Beatles habían llegado a Almería, un almeriense podía llegar a los Beatles. Esa fue el osado silogismo que me llevó a intentar ser periodista y a pasar tres décadas llenando páginas con historias de los Beatles, Dylan, África y todo lo demás. No tengo ninguna duda de que los 10 años que pasé cubriendo el tránsito de los migrantes africanos desde sus aldeas hasta Europa fue una consecuencia subconsciente de las veces que vi las fotos de los refugiados en el libreto del Concert for Bangladesh. La pesetica para el Domund no me la creía. A George Harrison sí”. ”Tras la muerte de George, Dylan escribió: ´Fue un gigante, un alma inabarcable, con toda la humanidad, el ingenio, el humor, la sabiduría, la espiritualidad, el sentido común y la compasión por las personas. Inspiraba amor y tenía la fuerza de cien hombres. Era como el sol, las flores y la luna. Lo extrañaremos enormemente. El mundo es un lugar mucho más vacío sin él´.
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