La sequía se apodera de las salinas de Cabo de Gata

Antonio Fernández

Periodista 

La sequía que se ha apoderado de las Salinas de Cabo de Gata, debido a los desperfectos provocados por los episodios de lluvias intensas y temporales de la pasada primavera en el canal del enclave conocido como Los Motores, que alimentan normalmente de agua de mar los charcones de este espacio, ha corrido como la pólvora en los medios provinciales y nacionales, tras ser publicado este fin de semana por La Voz de Almería.

Urgen respuestas tanto por parte de la empresa que explota estas instalaciones, la Unión Salinera, como por parte de la Consejería de Agricultura Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, que aún no ha dado a conocer ningún plan concreto para hacer frente al grave deterioro que se está produciendo en este área, que forma parte del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar desde 1987. 

La cuestión es que la desecación de las zonas habitualmente encharcadas no se han producido en unos pocos días o semanas, ya que según testimonios de los vecinos de las propias salinas o de la Almabraba de Monteleva indican que el canal que aporta el agua marina quedó destruido hace ya en torno a tres meses.

En torno a ese deterioro circulan numerosas teorías o hipótesis, desde las que hablan de un ‘descuido’ más o menos intencionado por parte de la empresa, que dispone de un volumen de sal acumulado suficiente para atender la demanda, hasta las que critican la falta de atención por parte de la Delegación de Desarrollo Sostenible, que ha tardado varias semanas en ponerse en marcha en la búsqueda de soluciones eficaces. 

Desde esa zona, por parte de los vecinos, varios ellos ex trabajadores de las salinas, o desde colectivos como el Grupo Ecologista Mediterráneo y la Asociación Amigos del Parque, se recuerda que para estar prevenidos por problemas de esta índole existía un acuerdo de colaboración entre la empresa y la Junta por el que se establecía un compromiso para mantener la zona inundada y permitir la existencia de la rica avifauna que puebla una zona húmeda que no sólo sirve de lugar de reposo de las aves en sus migraciones entre África y Europa, sino que es lugar de nidificación de muchas de esas especies, la mayoría de las cuales se están marchando al no disponer ni de agua ni de alimento tras haberse secado prácticamente por completo las diferentes charcas que componen el conjunto salinero.

Ayer mismo aún se estudiaban las fórmulas para hacer frente a la problemática actual de este espacio natural protegido, pero quedaban por aclarar numerosos aspectos, entre ellos el de la existencia de ese convenio de colaboración o, incluso, si el acuerdo habría caducado. Sin respuesta tampoco sobre si se ha renovado ese compromiso por parte de la empresa o ha quedado anulado. 

En ese escenario, varios grupos ecologistas han mostrado su preocupación porque “la toma de decisiones no se puede demorar  por más tiempo; ya vamos con retraso y acumular más pone en peligro la integridad de este espacio natural que, recordemos, está protegido por sus valores ambientales y paisajísticos”. 

Les parece ‘extraño’ que después de varios meses ni los servicios de vigilancia del parque ni ninguna otra institución pública ni privada hayan alertado de este problema y del deterioro progresivo de las salinas, “un problema ambiental de gran magnitud”, señalan desde el GEM. 

Indican que es “poco comprensible” que durante estos meses no se hayan abordado con un mínimo de rigor y de sensibilidad las reparaciones del canal, que al parecer incluyen la estructura y los motores dañados, para garantizar las condiciones ambientales obligadas que permitan que la vida de las aves se siga desarrollando en los charcones con normalidad. 

Por esas razones tanto el GEM como Amigos del Parque plantearán en la reunión que hoy celebra la Junta Rectora del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar  la puesta en marcha de actuaciones urgentes para que las obras de reparación se realicen “antes de que sea demasiado tarde”. 

Recuerdan que además de su riqueza ornitológica, las Salinas de Cabo de Gata son también “un excelente escaparate para mostrar la belleza de Almería al mundo y demostrar su compromiso con el entorno natural”. Concluyen señalando que los almerienses “no estamos dispuestos a renunciar a ello por una negligencia”.

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