Los almerienses tenemos la fortuna de contar con un litoral de características únicas, donde se encuentra el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, declarado como tal en 1987 por un gobierno socialista para preservar este espacio para generaciones futuras.
Sin embargo, el mimo con el que se ha conservado durante estos años contrasta con el desprecio que los mandatarios del PP vienen mostrando en las instituciones donde gobiernan. Durante 20 años los distintos alcaldes del PP que han pasado por el Ayuntamiento de Almería han hecho una dejación de funciones flagrante con el barrio de Cabo de Gata, máxime teniendo en cuenta que constituye un potente recurso turístico y que da nombre a un espacio natural protegido único, reconocido internacionalmente por la UNESCO como reserva de la Bioesfera y Geoparque Mundial.
En lugar de entender su extraordinario potencial, desde el Consistorio se le ha castigado, con unos servicios y equipamientos muy deficientes. Las Salinas de Cabo de Gata, aparte de todo su valor medioambiental, que es inconmensurable, es la joya de la corona del turismo de la ciudad de Almería, su emblema. La imagen de Las Salinas con sus flamencos es un símbolo de Almería, es la foto con mayúsculas de Cabo de Gata, que trasciende a la capital porque es imagen de la provincia. Es fácil imaginar cómo sería Cabo de Gata si el PP hubiera puesto un mínimo interés en su conservación, y calcular los beneficios que reportaría de cara a un turismo de calidad.
Este verano, además nos hemos encontrado con un gravísimo problema ambiental: la desecación de Las Salinas por la dejadez y la irresponsabilidad del Gobierno andaluz del PP, que ha permitido el severo deterioro en que se encuentran. No olvidemos que el humedal de las Salinas es sitio RAMSAR, declarado de importancia internacional en 1990. Es un espacio de excepcional valor ecológico por la importancia de la flora y fauna que alberga, donde nidifican muchas de las más de 80 especies de aves que tienen allí su hábitat. Además, es uno de los puntos estratégicos de paso de aves entre Europa y África, lugar de excepcional interés ecológico y reclamo para desarrollar un segmento de turismo ambiental de gran atractivo en otros territorios, como Doñana, basado en la observación de las aves.
Desde luego, es seguro que si la Junta hubiera actuado cuando se supo el mal estado del canal que abastece de agua de mar al humedal, hoy no tendríamos este tremendo problema medioambiental, que ha ocasionado un daño irreparable. Es lamentable la inacción y el silencio del hasta hace unos días alcalde, hoy Consejero de Medio Ambiente, ante lo sucedido en Las Salinas de Cabo de Gata, término municipal de su competencia. Desde el PSOE exigimos que dé la cara y explique los contactos que ha mantenido con la Junta de Andalucía para tratar de solventar este gravísimo problema medioambiental e informar a los almerienses desde cuándo lo sabía y por qué lo ha ocultado. Lo conocía ya que un concejal del equipo de Gobierno del PP vive en esta barriada. Ésta es su carta de presentación como nuevo consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
El equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento no puede seguir mirando para otro lado porque el barrio no puede permanecer en este estado. Nuestro compromiso, desde el PSOE, siempre ha sido muy claro. Los almerienses saben que las únicas actuaciones de importancia que se han realizado en esta barriada llegaron de la mano de alcaldes socialistas, que la transformaron en su día, dotándola de servicios básicos de los que carecía y elementos de gran relevancia, como su paseo marítimo. Lo hicimos una vez y lo volveremos a hacer, para que decir Cabo de Gata sea sinónimo, no sólo de playas cristalinas, sino también de servicios municipales de excelencia orientados hacia un turismo de calidad, sustentado en los valores ambientales únicos de nuestro Parque Natural.
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