Nos ha dejado un señor de la radio, Francisco Moncada Roca, Paco Moncada. Es una noticia muy triste para esta provincia y para los que nos dedicamos a un medio tan bonito como la comunicación por las ondas de la que Moncada fue un maestro. Era un maestro de la radio que dejó una profunda huella en la Cadena COPE donde supo dirigir a maestros y dar la alternativa a locutores emergentes a los que apoyaba y cuidaba como un padre. Su mejor etapa en la radio, me decía, "fue cuando hablaba por el micrófono", pero en realidad su mano maestra fue la que le dio la sabiduría al beber de todos aquellos a los que conoció en este medio.
Francisco Moncada Roca tenía 86 años y fallecía en la tarde de ayer en Almería. Está en el Tanatorio de Almería en la sala 3. La Misa será en la Iglesia de San Pedro este martes a las 10:30. Y será enterrado en Felix.
En aquel Patio de Radio Juventud de Almería lo vi por primera vez en una de sus visitas a Antonio Sánchez Jiménez-Pajarero (Director), ni me acerqué porque todos los pesos pesados de aquella radio de 1983 le tenían una gran estima. No tuvo rivales cuando su COPE tenía que lidiar con Radio Almería y Radio Juventud. No tuvo nunca enemigos en el medio y solía echar un café con los directores y los redactores de otros medios a los que seguía y escuchaba por la radio. Supe su vida y su obra por el libro que publicó Antonio Torres y por el que escribió el propio Moncada.
Su tramo de paseo hasta cuando llevaba bastón iba desde la puerta de la COPE en Padre Luque 11 hasta el Coimbra y la Puerta de Purchena, un tramo eterno para Paco Moncada porque se paraba mil veces a hablar con sus amigos.
Un día me lo presentó Juan Domínguez, uno de los hombres fieles de Moncada y desde aquel día no me retiró el saludo. Hasta me dijo que me conocía de mis inicios con José Miguel y que le gustaba el deporte. No sabe Moncada el honor que me entró por el cuerpo.
Moncada siempre fue de Pototo, Mari Nieves Artero, Juan José Tonda, Pepe París y tantos otros miembros de una COPE en Almería con la que era muy difícil competir. El maestro de la radio siempre les ayudó.
En una comida de los ochenta cuando nos juntábamos todos los de la prensa almeriense echamos un ratico y me hizo una radiografía perfecta del estado de la Radio en Almería. Lo sabía todo y de todos. Le importaba por igual el locutor y la persona.
Almería ha querido a Paco Moncada y él le ha correspondido a su querida tierra. Se ha marchado feliz como en esos días de paseo cuando salía para el Coimbra o la Dulce Alianza a desayunar y llegaba a la hora de comer porque lo paraban por la calle.
Antes de que pararan por la calle a Juan Domínguez en el kiosko de las pipas ya estaba parado Paco Moncada en la puerta de Simago.
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