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El funeral más mediático que verá todo el mundo

Antonio Torres
Periodista

El lunes por la mañana se celebrará el funeral de Estado por la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra, un desafió logístico de dimensiones descomunales y atención mediática.

Presencia de jefes de Estado y una larga lista de presidentes de Gobierno. Habrá cerca de 2.000 invitados, entre representantes de casas reales y líderes políticos de diferentes países. El viernes se registraron colas de casi nueve kilómetros para pasar por la capilla ardiente de Isabel II. Horas y horas de televisión, tuits, páginas y tertulias alrededor del mundo han convertido todos los acontecimientos funerarios y sucesorios en noticia de categoría global en una sociedad hiperconectada. Según las previsiones, más de la mitad de la población mundial verá en televisión el funeral de Isabel II. BBC One, BBC News e iPlayer están volcadas en la retransmisión de los actos de duelo, e ITV será la encargada de emitir en vivo en su canal principal. El acontecimiento se convertirá, según los expertos audiovisuales, en el directo más visto nunca, superando a la apertura de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996 con el icónico boxeador Muhammad Ali encendiendo el pebetero olímpico 3.600 millones de espectadores, misma cifra que despertaron los Juegos Olímpicos de Rio 2016, cifra que representa casi la mitad de la población mundial. El funeral de Lady Di, Princesa de Gales, fallecida en 1997, fue seguido por 2.500 millones de personas en todo el mundo. A todo ello, se le añadirán las cifras que generan las redes sociales porque la pelea por el liderazgo de los medios de la era digital se da en las plataformas para ver quien tiene más seguidores.

Para bajar el balón al césped, al menos un periodista veterano debería haber en todas y cada una de las redacciones para ayudar a los jóvenes que representan a la nueva sociedad mediática necesitada de memoria. La mayoría de medios han reforzado las corresponsalías para estos días que se iniciaron con la muerte de Isabel II. TVE envió a dos curtidas y solventes profesionales como la presentadora del Telediario durante más de 30 años, Ana Blanco, y a Anna Bosch, excorresponsal en Moscú, Washington y Londres, ambas pedagogas y que hacen entender las noticias, sin aspavientos ni aíres de grandeza frente a otras grandes cadenas privadas que buscan el espectáculo. “Bosch maneja a la perfección una herramienta imprescindible en tiempos de aluvión de titulares y sobredosis de noticias que duran lo que las stories de Instagram: el contexto”, según la guionista Eva Güimil, colaboradora de El País. El periodismo ha dado vueltas, se transforma, pero lo que está claro es que siempre se necesitarán periodistas que no aspiren a galardones sino profesionales, tengan la edad que tengan, con curiosidad y pasión, en la búsqueda permanente de la verdad.

Isabel II reinó durante 70 años con todo lo que ello representa de vivir grandes acontecimientos deportivos. Fue una apasionada del fútbol y sus equipos eran el West Ham y el Arsenal, que entrenó Unai Emery, y entre los momentos emblemáticos está cuando entregó la Copa de Campeón del Mundo a Inglaterra, la cuna del fútbol, en 1966 en Wembley. De hecho, el próximo Mundial de Qatar será el primero en el que no estará. Era aficionada a la hípica. Crio caballos pura sangre con los que llegó a ganar algunas de las más importantes carreras de su país, como Ascot. Montó a caballo hasta los 94 años. Una monarca capaz de ‘flirtear’ hasta con el propio James Bond en un ‘sketch’ que se grabó para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres’2012. En la ‘película’ se ve a Daniel Craig, el agente 007 del momento, como iba a buscar a la reina al palacio, la llevaba en helicóptero hasta el Estadio Olímpico de Londres y allí se tiraba en paracaídas para justo después aparecer, con el mismo traje, en el palco de autoridades. Isabel II, que muchos destacaban por su gran sentido del humor, aceptó grabar el sketch con una condición: que fuese una sorpresa para la familia real, rememoró Esther Muntañola de Mundo Deportivo.

Mojácar.  La ciudad mojaquera fue pionera de la llegada del turismo anglosajón antes de la inauguración del Parador Reyes Católicos, inaugurado por Fraga Iribarne en la etapa del alcalde Jacinto Alarcón. En la provincia de Almería viven 17.144 británicos según el Instituto Nacional de Estadística. A esa cifra hay que añadir unos cinco mil que pasan largas temporadas en campings, como el de Los Gallardos, y crecen las cifras en poblaciones como Albox, Arboleas, Lubrín, Bédar y la costa de Vera. Prácticamente en cada localidad hay asentadas familias de ingleses, algunos de ellos concejales en la propia Mojácar y en Albox, que siguen con atención lo que ocurre en Londres. 

Futbol y televisión fueron inventados por los ingleses. La Copa del Mundo de Inglaterra de 1966 marcó el inicio del fútbol moderno, un producto para ser vendido al mundo entero. Apareció el satélite fundamental para las conexiones en directo, solo para la inauguración y la final. El color llegó a la Copa del Mundo y se pudo ver como la Reina Isabel destacaba por sus colores vivos por recomendación del servicio secreto con el fin de ser identificada lo más rápido posible como medida de seguridad. Londres 66 vaticinó lo que iba a ser el fútbol, y otros deportes, como espectáculo y negocio. 

Fue el primer Mundial en presentar una mascota. El león Willie supuso el inicio del ‘merchandising’. Ese mundial 66, conocido en España por el del gol de Sanchís padre con las medias caídas a Suiza, fue retransmitido para todo el mundo, casi 400 millones de personas tuvieron la oportunidad de ver en directo el acontecimiento. Además, se introdujeron los primeros adelantos en las retransmisiones, como lo era en 1966 una repetición a cámara lenta. La radio y la prensa escrita fueron los canales de difusión de los primeros mundiales. Las imágenes grabadas llegaban a los cines días o meses después de que hubiese disputado el torneo y no fue hasta el Mundial de Suiza 1954 cuando se pudieron ver algunos partidos en directo, salvo España que todavía carecía de televisión, gracias a la creación de la Unión Europea de Radiodifusión (Eurovisión). 

Ahora es el turno de Carlos III y los saludos que reciben son los de God save the King, Dios salve al Rey, al margen de que las crónicas recogen testimonios de británicos solicitando una monarquía progresista y moderna que podría representar los hijos de Diana de Gales con simpatías entre un porcentaje importante de jóvenes menores de 30 años. El padre de Isabel II apostó por la radio para comunicarse como vimos en la estupenda película El discurso del rey y que también nos recuerda Berna González Harbour, quien nos recuerda que Carlos III está por ver, incluso en el campo decisivo de las redes. La radio y la tele ya no reinan solos. De los inicios de la televisión a la nueva era que se abre con los efectos del Brexit todavía en el aire.

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