La supresión por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del Impuesto sobre el Patrimonio tiene interés cero para más del 99,9% de los almerienses, quienes no alcanzan a amasar una fortuna de 700.000 euros, límite que obligaba a pagar hasta ahora con un tipo marginal de hasta el 2,5%.
Sin embargo, sí que lo estarán celebrando 925 almerienses (0,12% la población), que es el número de residentes con domicilio fiscal en la provincia que rebasa un caudal de riqueza de 700.000 euros, sin contar la vivienda habitual, joyas, alhajas, obras de arte o los vehículos. De ese casi millar de opulentos urcitanos, 350 amalgaman un capital entre 700.000 y un millón de euros, otros 540 disponen de entre 1 y 2,5 millones de euros y 35 superan los 5 millones de euros, según los datos de Ghesta (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda).
En total, los almerienses más adinerados, que hasta ahora han tenido que devengar este tributo directo, dejaban en la alcancía de la Junta de Andalucía en torno a 6,6 millones de euros, con datos del último ejercicio fiscal.
Los sevillanos y los malagueños eran los andaluces que hasta ahora más tributaban por el Impuesto de Patrimonio que acaba de ser laminado por el Gobierno de Juanma Moreno. Los almerienses ricos, sin embargo, superan en patrimonio a sus homólogos de Córdoba, Jaén y Huelva.
No obstante, estas son cifras relativas a patrimonio declarado. Los técnicos de Hacienda consideran que Almería ha sido tradicionalmente una zona con una gran bolsa de dinero negro no declarado, producto de sectores vinculados con el turismo y el mercado inmobiliario.
El presidente andaluz ha justificado su bonificación al 100% para atraer más residentes fiscales a Andalucía que devenguen otro tipo de impuestos y ha recordado que el Impuesto sobre el Patrimonio “solo representa el 0,6% de la recaudación fiscal en la Comunidad Autónoma andaluza”.
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