La salida de Pérez Tornero plantea una revisión del modelo para TVE

Antonio Torres
Periodista

El presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero (Almería, 1954), presentó su dimisión con una carta aludiendo a que no se dan las “circunstancias mínimas”, ni clima para un proyecto transversal y la pérdida de confianza de la mayoría de miembros del Consejo de Administración fragmentado. “Vine a sumar y a construir, y me voy con la conciencia tranquila”, destacó en su detallada carta. Su sueño de hacer una BBC española, prestigiosa, saltó por los aires. Llegó al puesto para sustituir a la mítica Rosa María Mateo, en marzo de 2021 tras un concurso público, tras su comparecencia en el Congreso, y el posterior consenso de la mayoría de partidos. Curiosamente, fue uno de los pocos pactos llevados a cabo entre el presidente Pedro Sánchez y el entonces jefe de la oposición Pablo Casado. “Debo exponer que, en estos meses de mi mandato, con la entrega y el entusiasmo de muchas personas, con mis errores y aciertos, hemos conseguido algunos objetivos nada desdeñables”, escribe Pérez Tornero en su carta de despedida. 

José Manuel Pérez Tornero / Loa

Se ha ido, sin pretender agarrarse al sillón y “torear” con los que no lo tragaron desde el minuto cero. Creo que le ha valido crecer personalmente para darse cuenta de las tramas existentes, los intereses de los mediocres y, sobre todo, a una enorme cantidad de gente, personas, honestas que como desde lo público se trabaja sin aires de grandeza ni protagonismo, sin pisar callos. Esos son los que no hacen ruido y más trabajan por el bien, sin cartitas, informes, ni anónimos. Es un momento duro para el almeriense, catedrático de Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, referente de la mayoría de facultades de toda España y con obras traducidas a varios países. Una persona que ha ido con las mejores intenciones, pero al que no se le dio oportunidad para sacar adelante sus proyectos pluralistas, señalado casi todos los días de todo lo contrario. Un intelectual, prestigio profesor y un referente para cientos de periodistas. Se lleva el elogio del amplio y detallado despliegue por el éxito y apuesta por Chanel Terrero en Eurovisión, Benidorm Festl, recuperación del cine, la cobertura de la muerte de Isabel II con información desde todos los ángulos. Al margen de algunos programas que fracasaron rotundamente, Pérez Tornero ha tenido la humildad y valentía de lanzar, queriendo contar con todos los españoles para que dijeran lo que querían por medio de “La Gran Consulta” para TVE y RNE. 

José Guirao. Durante la última conversación que mantuve a finales de agosto estaba ilusionado porque “a partir del otoño se verán los cambios para levantar la audiencia. Además, quiero ir a Almería, disfrutar de la familia y amigos. Te daré un par de primicias sobre el Mundial de Fútbol de Catar y otras mejoras que te encantarán como el gran homenaje póstumo que haremos al paisano José Guirao, y cuento contigo”. Huele, a que se ha equivocado con el equipo de colaboradores, constante baile de nombramientos, cambios con búsqueda desesperada del regreso de la audiencia que ha perdido la confianza en su televisión. 

Futuro. El Consejo de Administración y los partidos deben retomar el modelo que tenga como ejemplo el de la BBC y que se extienda a todas las radiotelevisiones autonómicas y locales. El Consejo de Informativos mostró el martes su preocupación por la deriva de la corporación y pidió una rotunda despolitización. El sindicato UGT lamentó la dimisión de Tornero, mientras que CCOO calificó la gestión de “muy deficiente”. Artículos lo tildaban de tener más colaboradores de la derecha que de la izquierda. Reitero que no se trata de personas sino de modelo. El concurso público en dejó claro que estaban muy clasificados para acceder con garantía el Administrador Único de la televisión canaria, RTVG, Francisco Moreno García, que con tanto éxito ofreció la señal en directo en todo momento desde que el volcán de Cumbre Vieja en La Palma entró en erupción. El Congreso de los Diputados tiene un reto para definirse de firma urgente. Otro caso es el del periodista cordobés Rafael Camacho, exdirector general de Canal Sur Radio y Televisión que logró estar en los primeros puestos del concurso público. El Consejo de Administración de RTVE aprobó la candidatura de la expresentadora del Telediario y exsecretaria general corporativa del ente público Elena Sánchez Caballero (Madrid, 1957) como administradora única de forma provisional. Elena Sánchez fue Defensora del Espectador, el Oyente y el usuario de Medios Interactivos de RTVE y fomentó espacios de participación ciudadana. Sánchez es una curtida profesional dando la cara en el Telediario y en el Canal 24 horas, el programa de debate Enfoque, el mítico Informe Semanal. Personal de plantilla, en 2018 presentó su candidatura al concurso público para dirigir la Corporación de RTVE, aunque finalmente Rosa María Mateo fue elegida administradora general única del ente público con la que colaboró en el equipo de Mateo. 

El Consejo de RTVE, con nueve miembros a la espera de que el Congreso designe al décimo consejero tras la renuncia del almeriense. En la votación del Consejo, Elena Sánchez recibió cinco votos, tres del PSOE, uno de Unidas Podemos y uno del PNV, mientras que Chelo Aparicio se llevó los tres votos del PP y expresentador de Informe Semanal Ramón Colón recibió uno al votarse a sí mismo. 

El Congreso debe actuar con rapidez para que la provisionalidad no se alargue. Elena Sánchez estaría encarcelada porque su situación no es de pleno poder. Se abre un periodo de incertidumbre y la clase política debería trabajar por un modelo despolitizado como el que intentó Zapatero cuando, demostró que personalmente le importaba un carajo TVE o la radio pública, cambió la ley para hacer una BBC, pactando con Rajoy entonces en la oposición. Esa generosidad fue tal y habla bien de que no impuso, sino que la oposición le dio los nombres de los dos primeros directores generales como Luis Fernández que a las primeras de cambio dimitió y se fue a Estados Unidos, algo parecido algo parecido al almeriense José Manuel Pérez Tornero. A Fernández le relevó el exministro de UCD Alberto Oliart, que llegó con 81 años, con el visto bueno de los dos partidos. Cuando el PP recuperó el poder, Rajoy una de las primeras medidas que tomó fue cambiar el modelo y volver al control de siempre, sin pluralismo. Mala noticia para los buenos profesionales que confían que algún día se recupere la confianza por un medio público con público. Insisto, el problema es buscar un modelo en el que los mandatos para los equipos profesionales sean de siete años y se olviden de las incertidumbres electorales. Todo clarito y apostar por la información pura, duela a quien duela, sin ruido ni aires de grandeza. La credibilidad está en juego.

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