Rocío Carrasco ha sido una de las mujeres más vilipendiadas de nuestro país. Hasta el punto de, impotente, llegar un momento en el que quiso tomar una drástica decisión que, afortunadamente, pudo solventarse. Desde hace mucho tiempo está en tratamiento psiquiátrico. A llegar a esa situación han colaborado familiares muy directos y numerosos periodistas que han dicho sobre ella las cosas más inverosímiles. Ella tomó en su día la decisión de guardar silencio ante la tormenta que cada día le venía encima. Y, en algunos casos, recurría al amparo de la justicia, que en varias ocasiones le ha dado la razón recibiendo indemnizaciones económicas de quienes se pasaban en exceso de la raya. Pero esas compensaciones no eran suficientes para remediar su situación.
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| Ana Rosa Quintana y Rocío Carrasco / El Plural |
Hace un par de años y tras un largo proceso de recuperación, en el que ha contado con la ayuda de profesionales, Rocío Carrasco decidió abandonar el silencio. Lo hizo en una docuserie titulada Rocío, contar la verdad para seguir viva que puso patas arriba la conciencia social de nuestro país en todo lo relacionado con la violencia de género y la violencia vicaria. Este último concepto, para muchos, era un perfecto desconocido. El testimonio de la hija de La Más Grande fue espeluznante, entre otras razones porque era aderezado con pruebas documentales y testimonios presenciales. Muchísimas personas, incluidas algunos y algunas periodistas de renombre, que interpretaban el silencio de Rocío como el de "una mala madre" -"no solo mala madre, sino también mala persona", llegó a decir el tertuliano Kiko Matamoros-, se dieron cuenta de que habían sido utilizadas haciéndoles llegar una versión de lo ocurrido que distaba miles de millas de la realidad.
Rocío Carrasco ha complementado su primer testimonio con otro llamado En el Nombre de Rocío, en el que ensalza las figuras de su padre y de su madre. Esta última docuserie, de 14 capítulos, se ha emitido en pago por Mitele Plus y estos días está emitiéndose en abierto en Telecinco.
Para contar sus testimonios Rocío Carrasco ha recibido el asesoramiento y el apoyo técnico de una de las productoras más importantes de Telecinco, La Fábrica de la Tele, que hace, entre otros programas, Sálvame, Deluxe y Socialité. Pero no todo iba a ser felicidad. Desde el primer día que empezó a emitirse la docuserie, la hija mayor de Rocío Jurado se encontró con un frente opositor inesperado: el de otra productora, también de Telecinco, llamada Unicorn Content, que ha intentado y sigue intentando echar por tierra todos sus testimonios. Para ello se ha rodeado de un elenco de colaboradores que no se ponen límites a la hora de minusvalorar el papel y el sufrimiento de Rocío Carrasco. Un colaborador llegó a decir incluso que si no se suicidó fue porque no quiso.
Tras iniciarse la emisión de la docuserie, una de las primeras decisiones que tomó la productora de Ana Rosa Quintana fue fichar como colaboradora a la propia hija de Rocío Carrasco, Rocío Flores. La joven fue autora durante su adolescencia de una agresión a su madre y una denuncia falsa que finalmente se volvió contra ella misma. La hija se explayaba en sus intervenciones contra su madre con afirmaciones descalificatorias, incluso dejando entrever episodios oscuros en su vida en común: "Si yo hablara, España hacía ¡pum!", llegó a decir Rocío Flores, dejando entrever lo que el espectador quisiera interpretar. Después se supo que una afirmación tan temeraria como esa no salió de su propia cosecha, sino que fue proporcionada por su representante y, a la vez, representante de su padre y de la mujer de éste, Agustín Etienne. Este hombre es ahora el compañero sentimental de la mujer -el matrimonio sigue activo-de su padre. Rocío Flores nunca ha explicitado qué quería decir con aquel estruendoso "si yo hablara". ¿Por qué? Muy sencillo: porque su madre tuvo que advertirle, en respuesta a una pregunta pactada con el periodista Kiko Hernández, que no se iba a quedar con los brazos cruzados si su hija traspasaba ciertos límites que pusieran en duda su honor sin aportar pruebas. "Mamá ya no se calla", fue el mensaje que envió la madre a la hija. La joven ha tomado nota.
El momento culmen de Unicorn Content contra Rocío Carrasco se produjo a través de una de sus periodistas más singulares, Marta Riesco, que es a la sazón la pareja de Antonio David Flores, padre de la mediática hija de Rocío Carrasco. Esta periodista llegó a inventarse en pleno directo una conversación con Rocío Carrasco y hasta una oferta de trabajo que le hizo como cantante. La apasionada periodista recibió el aplauso de la mayoría de los compañeros de Unicorn, y en vez de recibir la reprimenda de su jefa por lo que había hecho, recibió todo el apoyo , según ha contado ella mismo en Diez Minutos. "Ponte el paraguas y que caiga. Ya dejará de llover", dice que le dijo Ana Rosa, un consejo a todas luces alejado de la más elemental ética periodística. Aún hoy vemos a la fantasiosa periodista haciendo reportajes para la misma productora. Pedir perdón a la audiencia y a sus compañeros ni se le ha pasado por la cabeza.
¿Pero quién es la jefa de Marta Riesco y, por ende, la jefa de la productora Unicorn Content? Ana Rosa Quintana. ¿Y de dónde le puede venir la tirria que Ana Rosa le tiene a Rocío Carrasco? Para saberlo habría que remontarse al año 2016. La sala de lo Civil del Tribunal Supremo consideró que se vulneró la intimidad personal y familiar de Rocío Carrasco y de su marido, Fidel Albiac, y el honor de éste último, en tres programas de crónica social emitidos por Antena 3 en marzo de 2008, en los que se incluyeron comentarios sobre los problemas de la pareja, la herencia de Rocío Jurado y la influencia que ejercía el demandante sobre la hija de la cantante y del boxeador.
La sentencia estimaba en parte la demanda interpuesta por el matrimonio y condenaba a la productora Cuarzo Producciones S. L. y al autor de los comentarios enjuiciados, el colaborador Pablo González Arroyo, a pagar solidariamente una indemnización de 15.000 euros a los demandantes. Pero, ¿quién era el propietario de Cuarzo Producciones? Pues precisamente Ana Rosa Quintana.
El Tribunal Supremo consideró que los comentarios enjuiciados constituyeron una injerencia en la intimidad personal y familiar de Rocío y Fidel, al tratar de cuestiones relacionadas con la herencia de la madre de Rocío Carrasco, la vida en pareja de ambos, disputas incluidas, y la economía de la pareja. También indicó que los comentarios que presentan a Fidel Albiac como un interesado, un vago y un potencial enemigo público de Rocío Carrasco si ésta rompía la relación de pareja han afectado al honor del demandante, causándole un evidente descrédito. Esas intromisiones, indicó la sentencia, no están amparadas por la libertad de expresión ni por la libertad de información.
Ana Rosa Quintana vendió Cuarzo, pero tiene Unicorn. Y la historia sigue. Este lunes vuelve a su programa, El Programa de Ana Rosa, tras padecer una larga enfermedad, felizmente superada. En su primer día de trabajo el invitado especial es José Ortega Cano, el que fue marido de Rocío Jurado. Entre Rocío Carrasco y Ortega Cano hay una enemistad manifiesta. La hija de la chipionera considera que Ortega Cano no se portó con su madre como debía hacerlo. La entrevista con Ortega puede ser muy jugosa si Ana Rosa no se dedica a hacerle la ola, que es como suelen actuar la mayoría de sus colaboradores.
Pero Rocío ya no se calla. Está preparada para la respuesta, si es que fuera necesaria. Ya no le amilanan periodistas omnipotentes ni tertulianos agresivos. Además, cuenta con el respaldo de una amplia mayoría social que aprovecha cualquier medio para llevarle su solidaridad y apoyo. Así que hay que estar atentos a la pantalla.
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