La presentación libro de Miguel Díaz en el que narra cómo ha superado el cáncer sirvió para el anuncio de la implantación del
PET-TC en Almería.
Antonio Torres, Orlando Fuentes, Miguel Diaz y Juan de la Cruz, en la presentación del libro / Loa
El delegado territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía Juan de la Cruz Belmonte Mena acudió a la presentación del libro y anunció la implantación en el Hospital Universitario Torrecárdenas para marzo o abril del próximo año de la tecnología Tomografía por Emisión de Positrones (PET-TC) que detecta la mínima presencia tumoral. Se consiguen imágenes de una mayor resolución desde el punto de vista anatómico. La puesta en marcha, que lleva retraso, implica que miles de almerienses dejen de viajar hasta otras provincias, especialmente Granada, para confirmar un diagnóstico tan duro como es el del cáncer. “Es un orgullo para Almería y en concreto para la Unidad de Medicina Nuclear de Torrecárdenas contar con este aparato revolucionario que evitará derivaciones a Granada con todo lo que ello representa de trastorno para las familias”, vaticinó Juan de la Cruz quien animó a todas las administraciones autonómicas y del Estado que destinen dinero para mayores investigaciones. Sobre la realidad de la Facultad Medicina en Almería subrayó lo que supone para el futuro de la provincia. Tuve el privilegio de ser copresentador de la nueva obra de Miguel Díaz Martínez (Cuevas del Almanzora, 1951), ampliada, junto a Juan de la Cruz y del cirujano en el Hospital de Torrecárdenas Orlando Fuentes Porcel, quién con una serenidad y madurez impresionante, lanzó varios mensajes claritos y rotundos a lo largo de su amplia y detallada intervención ante un público atento: “El primer momento es de incredulidad en el que la persona se pregunta por qué a mí…”. “El cáncer no es una sentencia, pero la enfermedad tumoral no esta vencida”. “Hay avances notables”. Es importante la actitud, el afrontar la confianza entre el enfermo y el médico y al revés facilita las cosas. “Es una guerra con batallas diarias…”. “Se han de superar momentos psicológicos duros entre el paciente y el equipo multidisciplinar que es amplio y muy cualificado”.
El autor del libro afirmó que la vida es
un regalo. Alabó la profesionalidad del doctor Orlando Fuentes. “Ese comité
multidisciplinar toma las mejores decisiones. Don Orlando es un ejemplo destacado
de sensibilidad, empatía y que se pone a la altura de los enfermos. Si es que
hasta estuvo todo un día conmigo sin comer, pendiente de mí”. Si siempre es
pronto para morir que no se te haga tarde para vivir es el mensaje que nos dejó
Miguel Díaz, quien ha desarrollado su carrera profesional como asesor fiscal y
gestor para toda la provincia. La primera edición de su libro ¡¿Si lo
hubiera sabido antes!? en el que contó sus vivencias tras sufrir dos
episodios de cáncer, ha tenido tal éxito que va por una edición
ampliada con avances clínicos y también amparado en las nuevas investigaciones
que dan esperanza para superar episodios como los de nuestro protagonista. “En
cuanto a la alimentación, que es pilar fundamental desde la infancia de cada
uno, debe tener hábitos de vida saludable como el ejercicio, evitar situaciones
de estrés y una calidad de vida para disfrutar de las pequeñas grandes cosas.
No se valoran hasta que no te ves en el otro lado. Disfrutad de un café rodeado
de buenos amigos, huir de la gente tóxica, o tomar una copa de vino rodeado de
buena gente. La peor experiencia es la mejor maestra”. El domingo dentro de su
implicación y solidaridad con los enfermos asistió a una comida solidaria en
Terraza Carmona impulsada por la Junta Local del cáncer de Cuevas del Almanzora
que preside Encarna Valero.
Fue una lección de vida acompañar al
autor, al delegado de Salud y Consumo Belmonte y cirujano Fuentes Porcel en la
Biblioteca Municipal José María Artero, nombre que celebro personalmente porque
fue el primer editor de Almería, en el umbral de la democracia, que publicó
títulos en clave andaluza, escapando del provincianismo con su Editorial Cajal.
Quiso que sus escritores tuvieran suficiencia para que la aportación al
conocimiento científico saliera de la geografía provincial. Además, fue en su
calidad de consejero delegado del diario La Crónica, quien firmó uno de mis
primeros contratos profesionales. Una amistad, admiración y lealtad que se
mantiene después del fallecimiento del catedrático y editor Artero en 1991.
Diaz es un aliado de los profesionales de
la Salud. Sigue con decenas de actividades relacionadas con la trilogía de la
vida, la salud y el voluntariado. Nieto de mineros e hijo de emprendedores,
sabe de dónde viene. Hasta que no tienes algún contratiempo serio en tu salud,
dice, no se es consciente de su importancia. “Desde ese día que te dicen usted
tiene un cáncer ves cómo te cambia la vida. Lo que vale es el presente, el
mañana no existe. Has de creer en ti y en la medicina, e intentar luchar hasta
no se sabe para ayudar a superarlo, y hasta ahora, tanto con el cáncer
colorrectal intervenido en La Inmaculada de Huércal Overa, como cuando te dicen
que tienes metástasis en el hígado, intervenido en Torrecárdenas, en ambos
casos, grandes profesionales han conseguido que siga disfrutando de la vida.
Son motivos más que suficientes para estarles muy agradecidos”, dice Miguel
Díaz, nacido en una casa-cueva. Inició su actividad profesional en el
mundo del automóvil con el añorado Andrés Díaz. Es un elemento activo en la
asociación Los Amigos del Vino del Levante Almeriense.
Su pasión por la música, el deporte y estar con la gente que le importa son evidentes. Fue uno de los pioneros en jugar y enseñar el deporte en la provincia. Es cofundador del Club de Tenis Cuevas del Almanzora del que salieron dos campeones provinciales, José Manuel Díaz García en infantiles y Fran Ros en amateur absoluto. “Ambos salieron de la escuela de tenis que se creó en el club, junto a mi hermano Diego Antonio. El título de monitor me lo otorgó el gran Manuel Santana, a quien vi por televisión las dos finales de Copa Davis que España jugó en Australia. Esa televisión Telefunken la trajo mi padre de Alemania, en Navidad de 1965. El tenista que más le ha impactado ha sido Rafael Nadal”. Su libro es de autoayuda y una herramienta muy útil. El libro vuela, editado por Círculo Rojo.