El puente de Todos los Santos ha supuesto para Almería un extraordinario éxito colectivo como ciudad. En pocas horas se concentraron en la capital acontecimientos de extraordinaria magnitud y compleja preparación -la Procesión Magna, la celebración de la Noche en Negro y el operativo de visita a los cementerios- que requirieron una labor previa de organización, coordinación y posterior control por parte de las diferentes áreas del Ayuntamiento, y que se saldaron con el mejor resultado posible: el disfrute y el entretenimiento de miles de almerienses de todas las edades, generando además buena actividad económica en sectores claves como la hostelería y el comercio.
Hoteles, terrazas, bares, comercios y calles se han llenado estos días de personas, en muchos casos llegadas de fuera de Almería, para disfrutar de un fin de semana que fue un magnífico escaparate de ciudad y una demostración de capacidad de liderar propuestas atractivas para un turismo familiar y rentable.
Viví la Magna y la Noche en Negro a pie de calle y tengo que decir que daba gusto ver nuestra ciudad llena de gente con ganas de compartir y disfrutar emociones y pasarlo bien convirtiendo el centro de la ciudad en un escenario para la pasión y el arte, pero también para la música, para las risas y el ambiente más distentido. Y eso es algo objetivamente bueno para todos los almerienses. Y por eso quiero dar las gracias de todo corazón a las diferentes hermandades y cofradías que salieron a procesionar en la histórica noche del pasado sábado. También a las bandas que subrayaron con su música la emoción de cada uno de los pasos. A los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en especial a nuestra Policía Local, por mantener la seguridad, el control y el tráfico en una ciudad convertida prácticamente en carrera oficial, a los sanitarios que estuvieron al tanto de cualquier incidencia, al personal de Protección Civil, a los servicios municipales de jardinería que habían preparado con mimo el escenario de las procesiones, a los hosteleros y comerciantes que hicieron el esfuerzo de prolongar turnos y dar servicios de calidad a los miles de clientes que se acercaron a sus barras y mostradores, a los miembros del operativo especial de limpieza que a las pocas horas de finalizar el recorrido ya habían dejado las calles en perfecto estado de revista y a todos cuantos arrimaron el hombro de un modo.
En definitiva quiero trasladar mi agradecimiento a todos los que a diario dedican el mejor de sus esfuerzos a mejorar y hacer crecer a la gran ciudad que es Almería. Una ciudad que pocas horas después vivió el desborde festivo de miles de personas, especialmente jóvenes, disfrutando de los espectáculos y propuestas del Ayuntamiento para pasárselo, literalmente, de miedo en una Noche en Negro que resultó especialmente animada y participativa, y que también supuso un repunte importante a la actividad de comercios y establecimientos hosteleros.
Y finalmente, también resultó un éxito de organización y servicio la tradicional jornada de visita en los diferentes cementerios, en la que miles de almerienses estuvimos cerca del recuerdo físico de las personas a las que quisimos y que formaron parte de nuestras vidas.
En definitiva, hemos vivido unos días de acierto y éxito compartido. Y por eso en el Ayuntamiento ya estamos trabajando para que esta próxima Navidad nuestras calles, nuestros establecimientos comerciales, nuestros museos y nuestros bares y restaurantes sean el escenario de un tiempo de alegría y felicidad a la altura de la gran ciudad que es Almería.
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