El I Congreso Internacional "La Desbandá. Un Siglo de Luchas Populares Antifascista”, clausurado en Málaga, contó con
las aportaciones del historiador Eusebio Rodríguez.
El doctor en Historia Contemporánea por la
Universidad de Almería Eusebio Rodríguez Padilla ha escrito una historia
apasionante sobre una persona que trabajó por los demás y que fue víctima de la
guerra, contienda que no cuidó ni garantizó jurídicamente la vida a casi nadie.
El trabajo de Eusebio se publica en la edición digital de la revista REAL,
dirigida por Juan Alberto Cano García, que edita el Instituto de Estudios
Almerienses (IEA). “Después del primer año de guerra, se
hacía necesaria la articulación de medidas encaminadas a paliar la situación de
las personas desplazadas por motivos tácticos, o simplemente miedo al terror
sembrado desde los medios rebeldes contra la población civil. En este momento y
por iniciativa de las autoridades republicanas, se crea la Delegación Regional
Refugiados de Almería y Granada, donde surge la figura de Hermógenes Cenamor,
quien a costa de un ingente sacrificio del propio Hermógenes y su familia va a
paliar en lo posible la tragedia que vivían los refugiados, pagándolo con su
propia vida”, destaca Eusebio Rodríguez.
Hermógenes Cenamor |
El médico, político y periodista
Hermógenes Cenamor Val (La Torre de Esteban Hambrán, Toledo, 1892-Cárcel de El
Ingenio de Almería, 1939) estuvo al frente del Comité de Refugiados de Almería.
Fue una de las figuras más importantes en la ayuda a los refugiados. En
septiembre de 1937 se hizo cargo de la Jefatura de la Agencia de Etapa de la
Oficina Central de Evacuación y Asistencia a los Refugiados (OCEAR) en Almería,
sita en la Avenida de la República, 69 como delegado de Evacuación de Almería y
Granada. Cuando se hizo cargo de las oficinas se encontró con el más completo
abandono. Hubo que empezar por hacer una limpieza en profundidad de toda la
casa y después amueblarla con lo más indispensable. En la buena marcha de la
Delegación de Evacuación se implicó toda la familia Cenamor. La primera fue su
esposa Regina Vaquerizo.
Viene bien, traer hoy Día de Recuerdo de
las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura la memoria de Cenamor, un gran
desconocido en Almería. Salvó vidas por su compromiso y solidaridad con los
refugiados. El masivo éxodo de refugiados por la “carretera de la muerte”
huyendo de la represión franquista fue determinante en el aumento del exilio
andaluz hacia Francia, ya que Almería fue para la mayoría sólo un lugar de paso
hacia Europa. Tras la guerra, los vencedores lo dejaron morir en la cárcel, tal
como recogió y adelantó “La Memoria” de Radio Andalucía Información (RAI),
programa laureado que presentó y dirigió el periodista granadino Rafael
Guerrero.
Hermógenes Cenamor ingresó en 1931 en el
Partido Radical, pero surgieron diferencias por no estar de acuerdo con la
política de Alejandro Lerroux y cuando Diego Martínez Barrios, que fue
presidente de la República, fundó el Partido Radical Socialista, Hermógenes
marchó con él, tras lo cual se unieron a Izquierda Republicana. Cuando Clara
Campoamor funda Unión Republicana Femenina, en noviembre de 1931, tanto Regina
Vaquerizo como Ana Cenamor ingresan en ella. En 1933, fue gobernador civil de Badajoz
y Teruel.
“Schindler de
Almería”. Para
Eusebio Rodríguez, Cenamor fue un intelectual el “Schindler de Almería”.
Rodríguez es autor de una buena gavilla de libros y coautor, junto a Juan
Francisco Colomina, de “La Desbandá de Málaga en la provincia de Almería”,
editado por Círculo Rojo y que constituye una aportación investigadora e
historiográfica. “El franquismo fabricó en Almería una leyenda negra sobre los malagueños de
la Desbandá como gente violenta por culpa del hambre, el frio y el dejar a la
familia en Málaga presionados por el sanguinario general Queipo de Llano, que
ordenó el asesinato de 40.000 andaluces, tal como se recoge en decenas de
libros y trabajos científicos”. Otro novedoso trabajo de Rodríguez, “La
infancia de la Desbanda en la provincia de Murcia”, donde tiene registrado el
nacimiento de 263 niñ@s, hijos de la Desbandá, dato que ofrecemos en primicia.
Su ponencia la llevó a un congreso internacional que se desarrolla en Málaga
desde el pasado jueves.
Premios Ondas 2022 reconocen
el programa radiofónico sobre La Desbandá de la emisora malagueña Onda Color. “Por construir una ambiciosa ficción sonora sobre uno de
los episodios más terribles de la Guerra Civil en Málaga, y hacerlo con la
participación de la audiencia y de actores y actrices no profesionales de un
popular barrio de la ciudad”. En el primer capítulo de la citada
obra de Rodríguez y Colomina se refiere a la voluntad y la empatía se hizo
presente en toda la provincia con los niños, ancianos y mujeres que llegaba en
unas condiciones lamentables, aunque también menudearon casos de rechazo en los
municipios de Antas y Sierro.
Ayuda al Refugiado. La oficina se encontraba situada en la Avenida de la República de la capital, esquina a la calle Sagasta, actual General Tamayo, que transcurre desde la Plaza Virgen del Mar a la Rambla de Almería, atravesando el Paseo y la esquina de Unicaja. El médico Cenamor era inteligente y eficaz en su cometido. Muestra de ello fue la gran labor realizada en tan poco tiempo y con tan pocos medios. Prueba de su tolerancia fue que en la Delegación de Evacuación prestaron servicios personas de matiz político distinto a los que defendían la República, tal como ha quedado demostrado en la investigación de Eusebio Rodríguez y que publicará el IEA. Un hombre, pluralista, como tantos otros, murió en la cárcel. Su esposa Ana Val, atendía la casa donde pasaron a residir en Almería y cuidaba a la más pequeña de la familia Alicia, nacida en octubre de 1936. Tanto su hermana, como su sobrina colaboraron en la tarea de socorrer a los refugiados en Almería y al finalizar la guerra, salvo la abuela y las dos nietas más jóvenes, todos sufrieron persecución y privación de libertad en la prisión de mujeres de “Gachas Colorás” de Almería y Prisión Ingenio de Almería.
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