El consejero de Medio Ambiente y ex alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco, afirmó la semana pasada en el Parlamento andaluz que la desecación de Las Salinas de Cabo de Gata que se produjo en la primavera por una rotura del canal que nutre de agua al humedal no ha provocado ningún desastre ambiental, sino un impacto puntual.
Es asombroso que siendo consejero de Medio Ambiente el señor Fernández Pacheco realice semejante afirmación, no sabemos si por ignorancia o para minimizar ante la opinión pública la gravedad de lo sucedido, pero lo que es evidente es la imagen que todos los que visitamos Cabo de Gata podemos ver: el desierto agrietado en que se ha convertido lo que era un rico ecosistema y que ha sido durante años imagen emblemática del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
El estado actual de Las Salinas es consecuencia del colapso en la galería de alimentación, y es responsabilidad de la empresa Unión Salinera SL su reparación. Pero es responsabilidad de la Junta la protección de los espacios naturales protegidos, disponer los instrumentos para hacer compatible la actividad económica con la óptima calidad ambiental y velar por que los sectores productivos protejan el medio ambiente.
La Junta, siendo conocedora del grave problema que se había producido antes de junio, no lo comunicó a la opinión pública en cuanto tuvo conocimiento y solo comenzó a actuar cuando la foto de Las Salinas secas empezó a recorrer las portadas. Desde el PSOE le reprochamos a la Junta su inacción en los primeros momentos del incidente y al alcalde entonces que no tuviera ni una sola palabra para exigir a la Junta que actuara de emergencia y liderara la solución al desastre.
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