La cooperativa de crédito almeriense Cajamar va a despedir el año 2022 con la tranquilidad del deber cumplido. El Banco Central Europeo (BCE), que supervisa a la entidad debido a su volumen de activos, ha venido a decirle al Banco de Crédito Social Cooperativo -que es igual que decir a Cajamar, pues es el banco que opera como cabecera de su grupo- que en el año 2022 ha cumplidos con los requerimientos mínimos prudenciales de capital exigidos. Y que si en 2023 se mantiene así, la entidad no tendrá problema alguno en cuanto a su solvencia.
El BCE ha pedido a Cajamar que mantenga en base consolidada a partir del 1 de enero de 2023 un nivel mínimo de ‘Capital Total phased-in’ del 13%, incluyendo los requerimientos mínimos de Pilar 1 del 8%, de Pilar 2 del 2,5% (P2R) y el colchón de conservación de capital del 2,5%.
La entidad ha destacado en su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que sus actuales ratios de capital se encuentran por encima de los requerimientos que aplican actualmente y de los que serán de aplicación a partir del 1 de enero de 2023.
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