La rompedora de ese techo de cristal era
una mujer almeriense especial. Una pionera en varios ámbitos y rompedora con la
sociedad de hace un siglo. Formó matrimonio con el alcalde de Almería que trajo
el alcantarillado. Catalina García, de Puebla de Lillo (León), está considerada
hasta hoy como la primera mujer que obtuvo carnet de conducir en España en
1925. Un año antes la pionera fue una almeriense y nunca lo sacó a relucir.
Todos los focos de Almería miraron a su poderosa familia, pero no se detuvieron
a conocer la trayectoria de Carmen. Ciclismo, tenis y automovilismo son
ejemplos de joven adelantada. Tuvo la influencia de su contemporánea Lili
Álvarez, la primera mujer española en acudir a las Olimpiadas de París, triple
finalista en Wimbledon. Carmen González a su manera fue una campeona
polifacética en una Almería de hambre y emigración en aquellos tiempos duros
con el único sustento del esparto o las exportaciones de uva que dominaron sus
abuelos y padres. Su familia le apoyó en los estudios británicos, sueños
cumplidos de viajera y conocer otra cultura distinta a la enlatada Almería. Ahí
aparece el ejemplo Carmen de Burgos Colombine y los improperios que recibió
cuando abandonó a una sociedad machista y a un marido maltratador.
Carmen González Montoya fue la primera mujer en obtener el carnet de conducir en Almería, en 1924 / Foto: Manuel Cuesta |
A Carmen González le encantaba conducir
desde los tiempos de estudios en Inglaterra. Por afición, participó en un Rally
de la Alpujarra como única mujer. Hubo otras que marcaron hitos en la historia
del automovilismo provincial. Mari Carmen Álvarez Guerrero fue la primera mujer
piloto, animada por el empresario Ramón Gómez Vivanco, pionero de tantas cosas
y que desde el Automóvil Club de Almería la acreditó para una prueba entre
Carboneras y Mojácar, en 1969, con aquella infernal carretera de curvas y
arena, pero con un paisaje mediterráneo único.
A María del Carmen González Montoya (Almería, 1903- 1996), huérfana de madre, su padre Antonio González Egea la envió a Inglaterra, país que entonces nos llevaba más de 30 años de adelanto y donde vivió hasta los 20 años. “Conducía muy muy bien por cierto”, rememora su hijo Manuel Cuesta González (Almería, 1934), “aprendí de mi madre todo. Hablaba inglés como si hubiera nacido allí. “Antes usaba coches grandes de sus padres, ya casada tuvo el primer Citroen 11 ligero que hubo en Almería. Con ese viajaban a la Alpujarra con los Cassinello, padres y su esposa Adela Pérez, la madre del teniente general de la Guardia Civil Andrés Cassinello Pérez”.
Sigue el relato de su hijo Manuel Cuesta,
todo un personaje respetado en Almería y en Mojácar. Reitera que la menos
conocida ha sido su madre, una persona actual. “Con 80 años se fue a Japón y
nos dijo ´si me muero en el viaje me dejáis allí´. Jamás la oí decir no me
gusta. Nos inculcó austeridad, educación y respeto a los demás. Cuando se sacó el
carnet en Almería venía con la experiencia de conducir su vehículo en
Inglaterra. No ejerció de propagandista del feminismo. Católica
practicante, pero nada retrógrada”.
Carmen González contrajo matrimonio con un
militar recién venido de la sangrienta guerra de África. Antonio Cuesta Moyano,
hijo de militar, nació en Manila y fue alcalde de Almería en el periodo
1957-65. Tuvieron cuatro hijos. Graduado en la Academia Militar de Toledo, se
retiró con la ley Azaña. En calidad de presidente de la II República les dijo a
los militares que no pensaran apoyar las ideas republicanas que si se retiraban
les mantenía la paga. Cuesta evitó el apoyo a la República y siguió cobrando.
Durante la Guerra Civil las madres de niños desfavorecidos a los que cuidó con
el patrimonio familiar le salvaron de males mayores. “Tenía a los niños comidos
y vestidos y estuvo poco tiempo en la cárcel”. A partir de marzo de 1939, en
calidad de comandante, se identificó y apoyo a las tropas franquistas cuando
empezaron a controlar los edificios públicos de Almería.
Pozos negros. “Mi
padre hizo una ciudad moderna. Almería estaba encima de un subsuelo podrido, de
pozos negros, y lo más importante fue la construcción de alcantarillado. En
aquellos tiempos cuando se limpiaban los pozos negros había que desalojar a
todo un bloque y los obreros sin mascarilla ni ninguna medida de prevención”.
Para modernizar la vida cultural contó con las colaboraciones de los añorados
Carlos Pérez Siquier, José María Artero y de Emilio Carrión Fox, entre otros. “Mi
padre es el único alcalde que no tiene calle en Almería. La verdad es que no
político, sino militar. Cuando murió, enero de 1977, le hice una esquela en el
periódico en que puse, como él quería, coronel retirado, nada más, ni más
medalla de guerra, ni hijo predilecto de Almería. Esa es la sencillez que nos
inculcó”. “Teniendo medios, hemos sido muy austeros. Yo cuando estudiaba
la carrera de Derecho en Granada compraba los cigarrillos en el carrillo y
ahora cualquier joven tienen un cartón en casa”.
Manuel Cuesta González tiene una memoria
extraordinaria. Tras obtener la licenciatura en la Universidad, se hizo
funcionario. Ha trabajado para varias delegaciones como la de Hacienda. Toda su
vida ha estado, y sigue ahora junto a su hijo Manuel Cuesta Rapallo,
relacionada con la propiedad y gerencia de la histórica Plaza de Toros de
Almería que data de 1888.
Manuel Cuesta de 88 años mantiene una
vitalidad que se muestra cada mañana cuando se le ve a la gente saludarle con
afecto y respeto. “Mis padres me mandaron varios veranos desde 1955 a la
localidad turística de Brintong. En esos años no viajaba nadie y mucho menos
españoles. Ahora entras en una tienda o en un pub y te preguntan en español”.
Manuel Cuesta formó parte de los jurados de los premios Delfos de Mojácar,
creados por el pintor Manuel Coronado y que contó con el periodista Francisco
Martínez “Martin Navarrete”, quien destaca, desde su retiro en Huerta Santa
María de Mojácar, el sentido común de Cuesta. “Los premiados tuvieron la virtud
de enamorarse de Mojácar y de comprarse casa en la comarca”.
Fotón histórica. El terrateniente José González Montoya, hermano de Carmen, se casó con Francisca Díaz Torres (Almería, 1911-2014), “doña Paquita”, Hija Predilecta Andalucía 2010, por su apuesta por la conservación del parque Cabo de Gata-Níjar. Almería cuenta con el “Museo de Arte doña Pakita” por la cesión de la familia. La foto histórica, fotón de hace justo un siglo, que refuerza este trabajo periodístico con Carmen González jugando al tenis pertenece al solar de la emblemática “casa vasca”, obra del arquitecto Guillermo Langle, 1928, y que alberga el museo de la Plaza Circular de Almería.
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