La inocentada de Olga Moreno

Tania Artajo

@opinionalmeria

Este miércoles es el Día de los Inocentes. Y Olga Moreno, la aún mujer de Antonio David Flores -novio de Marta Riesco- y novia de Agustín Etienne, se ha adelantado unas pocas horas a la efemérides para lanzar la que puede ser la inocentada del año. Vayamos con los antecedentes. La sevillana ha sido, durante muchos, una máquina de hacer o publicar fotos en la que aparece con los hijos de Rocío Carrasco, una veces ella sola con los niños y otras junto al padre, Antonio David. Esta situación se producía tanto cuando los hijos eran menores -a veces tapándoles los ojos- como cuando son mayores, o sea, hasta hace unos pocos días. En la actualidad, sobre las fotos con Rocío Flores no hay nada que objetar, porque es mayor de edad, pero la publicación de fotos con David Flores es de más que dudosa legalidad, pues el joven, a pesar de ser mayor de edad, padece una discapacidad funcional que hace dudar de su voluntad en la toma de decisiones. Rocío Carrasco ha evitado por todos los medios, durante muchos años, que estas situaciones se produjeran, pero siempre se ha encontrado con los muros de la justicia y de los defensores del menor. En la mayoría de las ocasiones la publicación de estas fotos le ha reportado a la familia Flores-Moreno pingües beneficios.

La periodista María Patiño también se ha pronunciado sobre el tema

Pues bien, ahora la situación ha cambiado. La autollamada "familia ejemplar" ha terminado como el rosario de la aurora, es decir, dos por tres calles. Las diferencias entre el aún matrimonio son múltiples, pero, hasta ahora, habían guardado las formas y servían a la carnaza de las redes sociales algunos mensajes subliminales de poca enjundia. Esto, ahora, ha explotado, y el motivo ha sido el cumpleaños de la hija que la sevillana y el malagueño tienen en común, de 10 años de edad. Aunque ambos siguen casados, ambos tienen nuevas parejas, y el cumpleaños de la niña lo han celebrado cada uno por su cuenta.

La madre lo ha celebrado con una modesta tarta, y el padre, con una fiesta por todo lo alto. La madre ha publicado la oportuna foto, con la niña a cara descubierta, y el padre ha publicado -o mejor, mandado publicar, pues él en estas situaciones echa a Marta y Rocío por delante- más que una o dos fotos, un publirreportaje. La organizadora de esta última fiesta ha sido Marta Riesco, la novia del padre de la niña, según los propios interesados dicen en redes sociales. En honor a la verdad, en las publicaciones de esta fiesta de cumpleaños, la niña aparece con la cara pixelada, algo que no hizo Olga con la foto que ella ha publicado.

Mensaje de Rocío Flores

La inocentada de Olga ha sido valerse de las redes sociales para denunciar precisamente lo que ella ha ejercido durante muchos años, o sea, denunciar una sobreexposición de la niña. Éste es el mensaje de Olga Moreno:

El mensaje de Olga Moreno / Twitter

El malestar de Olga Moreno no se ciñe solamente a su marido, sino también a Marta Riesco, que ha sido la encargada de montar una verdadera parafernalia, y a Rocío Flores, que ha publicado un sinfín de fotografías y vídeos de la fiesta. Es a ésta a quien le dirige su mensaje: "Debido a la cantidad de mensajes que he recibido y sigo recibiendo voy a decir algo: para nada he consentido ni consentiré la exposición excesiva e innecesaria que se ha hecho de mi hija en las redes sociales en estas últimas 24 horas".

Una portada de Diez Minutos

Las redes sociales muestran su espanto por todo lo que hace la nueva familia Flores-Riesco, que convierte en un circo mediático cada momento de su vida. Pero, en su mayoría, tampoco dan su aprobación a la actitud de la madre de la niña, que es acusada de quejarse de algo que ella ha propiciado durante muchos años y le ha reportado cuantiosos beneficios.

Muchos tuiteros recuerdan a Olga Moreno dos frases que le dedicó Rocío Carrasco en la primera de sus docuseries: “Vergüenza debería de darte lo que has hecho con otra madre que soy yo” y "que no te hagan a ti con tu hija ni una nimia parte de lo que el padre y tú habéis hecho con mis hijos". La función no ha hecho más que empezar.