La vida
de Rocío Flores, hija de Rocío Carrasco y de Antonio David Flores, dio un
cambio radical el día que su madre salió del pozo en el que se encontraba, en 2021, y
decidió dar su versión sobre la relación familiar con el que fue su marido y con sus
hijos. Tras la emisión de “Rocío, contar la verdad…”, la nieta de La Más Grande
pasó a convertirse en personaje más que público y a generar cuantiosos ingresos
gracias a la “popularidad” que había alcanzado con la docuserie de su madre. Para Rocío hija esa es la parte positiva de la situación generada. ¿Pero le ha
merecido la pena este resarcimiento económico comparado con el sufrimiento que le está
propiciando todo este asunto? Parece que no, pues la chica suele mostrarse continuamente de mal
humor y con el ceño fruncido y los mensajes que escribe en su perfil de Instagram lo son para repartir hostias a diestro y siniestro. Hostias para todos, menos para su padre, al que tiene endiosado en un pedestal.
La docuserie de su madre le ha reportado a Rocío Flores pingües beneficios económicos, pero muchos disgustos / Telecinco |
Rocío
Flores sigue incondicionalmente a su padre, haga lo que haga y lo haga con
quien lo haga. Más de una vez se ha referido a su progenitor como “el jefe”.
En el lado opuesto, la relación con su madre sigue inamovible, anclada en el pasado. Todavía no ha
encontrado un momento para pedirle perdón por los graves hechos acaecidos en el
domicilio familiar antes de la ruptura definitiva, concretamente el 27 de julio de 2012. Ni ha encontrado el momento de esa petición de perdón ni parece que tiene el propósito de pedirlo alguna vez. En conversaciones privadas Rocío Flores se permite incluso el lujo de quitar la credibilidad a una sentencia judicial. Todo, menos reconocer la realidad.
Esta
semana la Justicia le ha dado una mala noticia a su padre y, por
ende, al vástago mayor de éste, la propia Rocío. El Juzgado de lo Penal nº 12 de Madrid ha decidido
citar a Antonio David por el presunto delito de insolvencia punible del que le
acusa no solo Rocío Carrasco, sino también la Fiscalía. El juez ha desestimado la presencia de testigos porque considera que los hechos están más que probados. La cuestión arranca del
año 2017, cuando Carrasco decidió demandar
a su exmarido y padre de sus dos hijos al encontrar pruebas que
demostrarían que ha ocultado
ganancias y bienes económicos y, en cambio, siempre se ha negado a pagar la
pensión alimenticia de los niños. El exguardia civil se enfrenta a una pena de cárcel de cuatro años y al pago de 80.000 euros. El juicio
está señalado para el 6 de julio.
Resultados de dos encuestas de urgencia realizadas por La Opinión de Almería |
Tras el señalamiento de la fecha del juicio y la exposición de algunos detalles del sumario, ofrecidos por una exclusiva de la revista Lecturas, las redes sociales han exclamado mayoritariamente con un “por fin”: por fin Antonio David Flores va a ser juzgado. Tanto en Instagram como en Twitter, la gente se ha posicionado a favor de Rocío Carrasco y ha lamentado, incluso con gruesas palabras, la actitud tanto del padre como de la hija, la de ésta por otras actitudes distintas a este caso.
Rocío Flores ha respondido a esta situación con una nota descalificatoria para todos, recurriendo una vez más al daño emocional que todo esto puede producir en su persona. Hasta el punto ha perdido la joven los papeles que llega a confundir el verbo acosar con el verbo acusar. A su padre la Fiscalía no lo acosa, sino que lo acusa.
"Cuánto daño ha hecho el 2021 a la sociedad. Es una vergüenza absoluta, pero lo más heavy de todo es que las mismas personas que han permitido, promovido, fomentado y participado de este show, son los mismos que vemos hablando en TV y medios de comunicación sobre salud mental", ha escrito la joven, refiriéndose al documental de su madre, sin reparar lo más mínimo en lo que esa exposición supuso para el renacer de su progenitora.
"Qué pena que nadie pensara en las consecuencias psicológicas y en nuestra salud mental al hacer ese escarnio público y ese circo mediático. Siento vergüenza ajena y pena. Pena y miedo me da el legado que se está dejando a nuestros futuros hijos", ha escrito también.
El mensaje de Rocío Flores en Instagram
Rocío nunca ha reparado en el daño anímico al que ha sido sometida su madre durante varios lustros y tampoco nunca ha reparado en el legado que van a dejar algunos hijos presentes y no solo los futuros. Rocío Flores, definitivamente, ha perdido los papeles.
Ha publicado un medio digital que la joven y su novio han decidido poner tierra de por medio y marcharse unos días a París. Que el viaje le sirva como recomponedor de sus ideas, que las tiene tan convulsas como convulsa ha sido la relación con su madre. Rocío tiene ahora 26 años. Todo una vida por delante. El apego y el cariño a su padre no deben impedirle crearse una perspectiva de la realidad más cercana de los hechos que de la imaginación.
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