Defender la igualdad entre hombres y mujeres es un signo de salud y de calidad democrática y es una cuestión, además, en la que no caben medias tintas, titubeos ni juegos de palabras. Defender la igualdad es promover la suma de derechos civiles que robustecen los estados de derecho porque un país donde el 50% de su población no ve garantizado su derecho a la salud, a la seguridad o la integridad es un país que ve claramente deteriorada su cartera de libertades. Por este motivo, no hay que olvidar que los derechos que afectan a las mujeres comprometen la calidad de las democracias.
En España, en este sentido, estamos al abrigo del Gobierno de Pedro Sánchez, un ejecutivo fiel a su compromiso por la lucha por la emancipación de las mujeres, y es que si hay un partido feminista en nuestro país, es el PSOE.
Las y los socialistas siempre
hemos marcado distancias con otros partidos a la hora de gestionar para
promover la igualdad real entre hombres y mujeres y, por ello, este 8 de marzo sostendremos, como siempre,
la pancarta convencidos de que llegamos a este día, el Día Internacional de las
Mujeres, con mucho trabajo realizado.
Los socialistas hemos
equiparado permisos de maternidad y paternidad, hemos incrementado en 104 euros
la pensión media de jubilación para las trabajadoras, y la pensión de viudedad,
especialmente feminizada, ha subido un 8.8%. Igualmente, la subida de las
pensiones no contributivas que se produjo el pasado verano tiene impacto, sobre
todo, en las mujeres.
Recientemente, el Gobierno de España aprobaba el incremento del Salario Mínimo Interprofesional a 1.080 euros, un aumento que da un paso más para cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres. A día de hoy, los empleos más precarizados son aquellos que principalmente son ocupados por mujeres, gracias a esta subida, el 57,5% de las beneficiarias a tiempo completo son mujeres.
Mientras, el PP anda enrocado en cuestiones que los feministas ya hemos superado, como es la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y, especialmente, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. El Gobierno de Moreno Bonilla ha venido financiando proyectos a través de subvenciones a asociaciones y colectivos antiaborto pertenecientes al lobby europeo antifeminista, antiaborto y antiLGTBI, mientras que se han reducido considerablemente las subvenciones a las asociaciones y colectivos feministas.
Este 8 de marzo el PSOE sigue celebrando todos y cada uno de los éxitos y aportaciones que el feminismo ha hecho a nuestro país y hacemos un llamamiento a la unidad de la lucha feminista, pues somos conscientes de que aún es largo el camino que nos queda por recorrer.
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