Hace tiempo que venimos advirtiendo de que el Partido Popular está utilizando el agua como estrategia electoral para intentar sacar rédito político en las próximas elecciones municipales y, a la vista de lo que está ocurriendo, todo hace indicar que no nos habíamos equivocado.
Desgraciadamente, la sequía que padecemos ya es un hecho incuestionable, como lo es la emergencia climática de la que viene informando la comunidad científica. El escenario al que nos enfrentamos en los próximos meses es complejo, pero sin duda lo será aún más si no ponemos remedio a aquello que está en nuestras manos.
Esta semana, el portavoz del comité de campaña del PP, Borja Sémper, aseguraba que ante la sequía su partido quiere “optimizar los recursos” que hay con el objetivo de que “no se pierda una sola gota de agua”, a lo que añadía que “podemos hacer que las infraestructuras que tenemos para canalizar el agua, sean infraestructuras modernas y eficaces”. Es decir, vino a proponer lo mismo que los socialistas llevamos tiempo reclamándole al Gobierno del PP en la Diputación de Almería y a la Junta de Moreno Bonilla: que hagan las obras necesarias para impedir que se sigan perdiendo cada año 7 hectómetros cúbicos de agua desalada por las fugas existentes en las redes de distribución del Levante y el Almanzora.
El ‘consejos vendo que para mí no tengo’ del Partido Popular resume a la perfección a qué se dedican sus dirigentes en nuestra provincia, a pedir a los demás lo que ellos son incapaces de hacer. Y esto vale tanto para cuando han estado al frente del Gobierno de España como ahora, que gobiernan en Andalucía. Ejemplos los tenemos de todos los tipos y colores.
Frente a esa total inacción del PP con Almería, el Gobierno de España ha diseñado un plan de inversiones para dotar a la provincia de estabilidad hídrica, con recursos que no dependan de que llueva o no y, de esa forma, dar a los agricultores de Almería certidumbre y seguridad.
En concreto, las inversiones previstas por el Gobierno para desalación en la provincia de Almería alcanzan los 125 millones de euros y permitirán producir unos 40 hectómetros cúbicos más de agua. A esas actuaciones hay que añadir también las destinadas a la mejora de la eficiencia de los regadíos en toda la provincia.
Por eso, ahora es más necesario que nunca que nadie se esconda y que el PP asuma un compromiso real con las obras que son de su competencia. Moreno Bonilla debe colaborar activamente en lugar de confrontar de manera entusiasta, ya que todas las inversiones que se hagan para ganar recursos hídricos o no perder ni una sola gota de agua serán bien recibidas en nuestra provincia.
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