El móvil es el diablo frente a la lectura reflexiva

Antonio Torres
Periodista

La festividad de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería está dedicada a la figura de Carmen de Burgos Seguí, Colombine. Hasta el 27 de abril, hay una programación referente. Dicha festividad coincide con el Día Internacional del Libro del domingo, una de las jornadas más importantes del año para el mundo editorial y el sector literario.

El decano de Humanidades, Rafael Quirosa-Cheyrouze, y el editor Domínguez Hernaz. FOTO A. TUDORICA

 El Aula Magna de la Facultad de Humanidades acogió el coloquio entre dos grandes. Uno de los editores más prestigiosos en el ámbito de la historia y comunicación como Ramiro Domínguez Hernanz (Madrid, 1967), director de la Editorial Sílex, uno de los referentes en España, y el decano de Humanidades Rafael Quirosa-Cheyrouze, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería quien en sus inicios de profesor fue también editor, faceta desconocida: “Los libros son un medio imprescindible para la difusión del conocimiento en Humanidades, más necesarios que los artículos de las revistas”. Hernaz recordó cuando el CD e Internet acabaron de forma descomunal con las colecciones y las enciclopedias. Reivindicó el papel como forma de lectura. Idea desarrollada para bajar el balón al césped y ser reflexivo ante la sociedad hiperconectada. “La distribución que es la gran locura por el cobro del 55 por ciento, enfrentados a los derechos de autor con el 10”. “El móvil es el diablo” frase provocadora lanzada por Ramiro Domínguez con el fin de invitar a la lectura reposada que siempre trae ideas y reflexiones. Ambos subrayaron que sería muy grave quedarse sin editores, sin sello de calidad. Comentaron que las ventas de los grandes almacenes tienen un “sesgo ideológico determinado”. “Las librerías de las ciudades ya no tienen la obligación de vender determinados libros impuestos como hace unos años”, afirmaron ante un centenar de alumn@s. 

La placa alusiva a la patrona de Humanidades, Carmen de Burgos, brilla en la entrada al edificio de Humanidades. En su faceta como periodista fue la primera mujer corresponsal de guerra con sus crónicas firmadas en El Heraldo de Málaga sobre los sucesos acaecidos en la guerra de Marruecos de 1909. Pidió el divorcio y se mostró contraria a la pena de muerte durante la dictadura de Primo de Rivera. “Detesto la hipocresía y como soy independiente, libre y no quiero que me amen por cualidades que no poseo, digo siempre lo que pienso y se me antoja. Nadie me habló de Dios ni de leyes…”, palabras de la primera mujer que ejerció el periodismo profesional en 1903. Otro hito lo marcó al convertirse en la primera corresponsal de guerra española.

La precursora en el estudio de Carmen de Burgos es la profesora emérita del City College, Elizabeth Starcevic (Nueva York, 1942), autora de una tesis y de la biografía “Carmen de Burgos, defensora de la mujer”, editado en 1976 por Cajal del añorado profesor José María Artero, pionero de tantas cosas. La catedrática de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense Concepción Núñez Rey presentó en Almería sus impagables cuatro volúmenes. En clave almeriense destaca “Memorias de Colombine, la primera periodista” (Hijos de Muley-Rubio, 1998) de Federico Utrera, exredactor de La Voz de Almería. Además, estrenó en 2019 en Canal Sur “Carmen de Burgos, la voz silenciosa”. Antonio Sevillano y Anyes Segura lanzaron otro libro de referencia en 2009, publicado por el IEA.

El prestigioso premio internacional Colombine ya es una cita obligatoria anual, gracias a la iniciativa de la Asociación de la Prensa de Almería y al Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía en Almería y el apoyo de Unicaja. Todo ello junto a las comparecencias en el Ateneo de Almería en unas jornadas coordinadas por José González Núñez de las que tuve el privilegio de intervenir sobre Colombine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario