Jorge Javier Vázquez era -o es, que de eso de trata- uno de los presentadores emblemáticos de Telecinco. Conductor de Sálvame, y también de formatos como DeLuxe o Supervivientes-, es uno de esos presentadores que, cuando se pone al mando de un programa, la audiencia sube en al menos un par de dígitos. Como todo presentador popular, levanta desprecios pero también pasiones, que es lo propio en estos casos.
Jorge Javier Vázquez / Telecinco |
El pasado 18 de mayo, Jorge Javier Vázquez debería haber presentado la gala de Supervivientes. Los espectadores se quedaron sorprendidos cuando por la puerta de entrada al plató quien apareció fue Carlos Sobera, "Sé lo que están pensando todos ahora mismo. Hay que vez lo que 'ha enguapecido' Jorge Javier Vázquez. Es lo que tiene. Bueno, que sepáis que se encuentra en casa indispuesto, pero no pasa nada. Está ya tranquilo, recuperado, y el próximo jueves, 25 de mayo, vendrá, así que hoy os tocará aguantarme a mí". Seguidamente, la inquietud en redes sociales era aplastante. "Se lo han cargado", se podía leer con frecuencia. Como se sabe, Mediaset ha puesto fecha de caducidad a Sálvame y, posiblemente, el resto de programas producidos por La Fábrica de la Tele. Ante el incremento de rumores, Mediaset hizo pública una nota en que la informaba de que se encontraba "de baja temporal por prescripción médica como presentador en Mediaset desde el pasado 17 de mayo". Jorge Javier tampoco presentó la gala del jueves siguiente, 25 de mayo, ni ha vuelto a aparecer por ningún programa de Mediaset.
Con la mosca detrás de la oreja, las redes sociales no han terminado de dar absoluta credibilidad a la nota de Mediaset y han pedido, en algunas ocasiones, que se exprese directamente el propio presentador o su productora. No lo han hecho.
Pero Jorge Javier ha aparecido. No en la tele. Tras nueve días de ausencia, se le ha visto, precisamente el jueves, día que debía presentar la gala de Supervivientes. Se le ha visto, junto a Rocío Carrasco, en el Teatro Coliseum, en la Gran Vía de Madrid, donde han ido a ver Aladdín, el Musical. Ningún medio de comunicación ha recogido declaración alguna del presentador o de la hija de La Más Grande. Se especula sobre una posible baja por depresión, motivada por la situación que se vive en su empresa, incluso con una rescisión total del contrato laboral que mantenía -o mantiene- con Mediaset hasta 2025. Anoche, durante el arranque de la Sálvame Fashion Week, María Patiño dedicó al presentador estas palabras: "Jorge Javier Vázquez, estás aquí con nosotros, porque siempre vas a estar. Te mando un beso enorme".
Esta mañana, 27 de mayo, Jorge Javier ha vuelto a ser protagonista de la actualidad por un artículo publicado en El Mundo por Óscar Cornejo, CEO de La Fábrica de la Tele. En ese artículo, principalmente dedicado al barcelonés, el socio de Adrián Madrid se remonta a recordar un clásico de la literatura española: "Vivimos en un país en el que nuestro personaje más icónico luchaba contra molinos de viento y definía la libertad como "uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre, por la libertad (...) se puede y se debe aventurar la vida". "Y le llamaron loco. Cómo no", apostilla el articulista.
El resto del artículo de Óscar Cornejo es un homenaje a la identidad personal y a la forma de hacer televisión de Jorge Javier Vázquez. "Tengo ganas de heterodoxos -dice-, de aquellos que ponen en cuestión las normas tradicionales y mayoritarias actuando de forma diferente. Ganas de personajes incómodos para el establishment y con un tirón popular tan grande que el poder se pone de acuerdo para lapidarlos, quemarlos en la hoguera o cancelarlos. Los heterodoxos son personajes que molestan porque meten el dedo en la llaga, porque hacen pensar, generan contracorriente y te sacan de quicio, te extenúan, los quisieras matar... y sin embargo, no puedes dejar de reconocer su genialidad. Mi amigo Jorge Javier Vázquez es uno de ellos".
Añade en su artículo Óscar Cornejo: "Jorge la ha cagado muchas veces y no se le han caído los anillos por explicarse, por reconocer que es imperfecto, que se odia a sí mismo más de lo que debería por creerse un Dios por la tarde y sentir vergüenza de sí mismo por la noche, por hablar en la tele y en sus columnas como si nadie le escuchase y luego darse cuenta de que le ha escuchado el presidente del Gobierno, y muy a su pesar, también el de la oposición".
Para Óscar Cornejo, "somos muchos los que tenemos ganas de Jorge Javier (doy fe de que también los que de verdad mandan en Mediaset, los que saben de televisión). Ganas de que te recuperes y de que vuelvas muy pronto a la tele (te necesitamos); ganas de tu lucidez despreocupada, de tu conexión con la tierra a pesar de que te coloquen en un olimpo mediático. Ganas de Jorge, de Adrián, de Paolo, de Alessandro y de Mediaset. Ganas de imperfección, de insolencia, de querer cruzar la línea roja, de tirar la piedra y no esconder la mano, de que me dé igual todo, de dar la cara y gritar ¡el rey va desnudo!, ganas de que me pongan las pilas, de que alguien en tele me provoque diciendo: "Este programa es de rojos y maricones" (aunque yo no lo piense y seguramente él tampoco)".
"Que nadie se lleve a engaño -dice finalmente Óscar Cornejo-, los heterodoxos como Jorge Javier representan la auténtica libertad (no la que manosean los equipos de marketing de los políticos), la auténtica rebeldía y gamberrismo. La alegría constante de estar vivo en un mundo que puede ser divertidísimo a pesar de la plomiza realidad. Sin figuras como la de Jorge corremos el riesgo de estandarizarnos, de autoblanquearnos y estancarnos en el aburrimiento complaciente. El adoctrinamiento viene cuando hay escasez de Jorges. Gris no es la mezcla de blanco y negro, es la ausencia de Jorge. Y el poder debería tener ganas de Jorge en lugar de temerlo, porque los Jorges representan a millones de personas que necesitan una válvula de escape. La cancelación de Jorges quizá consiga un primer momento de falsa paz en la que el poder sienta que la mosca cojonera ha desaparecido. Pero el vacío de los Jorges es peligroso para el poder porque los Jorges cancelados se convierten en iconos, en héroes con más fuerza de la que tenían antes de ser apartados del terreno de juego".
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