@opinionalmeria
Estimada Ivonnita: En primer lugar te preguntarás por cuál es el motivo por el que te llamamos Ivonnita, cuando tu nombre correcto es Ivonne y no nos conocemos de nada para hablarte con esa familiaridad. Y tienes razón. En lo sucesivo eso nunca volverá a ocurrir. Pero, de igual forma, nos gustaría que llamaras a Rocío Carrasco por su nombre, no Rociíto, como haces hoy. Tampoco ella se llama así y tampoco la conoces de nada. ¿Pacto hecho, Ivonne: tú, en lo sucesivo, Ivonne, y Rocío, Rocío?
El artículo de Pronto |
Tu artículo de hoy versa sobre el acto celebrado el pasado 10 de junio, en el que Rocío Carrasco inauguró una estatua en homenaje a su padre, Pedro Carrasco, en su pueblo natal, Alosno (Huelva). "Pero -dices en tu artículo-, a causa de los malentendidos y desavenencias en la familia del fallecido boxeador, se trató de una jornada bastante agridulce".
No, Ivonne, no, fue una jornada preciosa y muy alegre. Lo de agridulce es fruto de tu imaginación... o de tu deseo, no de la realidad. Suponemos que tampoco eres adivina, pues los vecinos de Alosno que estuvieron en el acto juran y perjuran que por allí no te vieron. Si fueras adivina, tu futuro tampoco sería muy halagüeño.
Dices en tu artículo que "Al evento, no asistieron ni la viuda del boxeador, Raquel Mosquera, con quien Rociíto mantiene un tenso conflicto, ni tampoco su nieta, Rocío Flores, que tenía 5 años cuando su abuelo falleció". Mira, Ivonne, te lo vamos a repetir a ti aunque estamos cansaditas de hacerlo: Raquel Mosquera no es la viuda de Pedro Carrasco. La peluquera es una señora casada, y al menos en España no se pueden tener dos estados civiles a la vez. ¿De verdad que esto tan simple no lo entiendes?
Vayamos ahora con el titular de tu artículo: "La estatua de Pedro Carrasco reaviva la guerra entre Rocío Carrasco y Rocío Flores", dices. Fíjate qué palabra tan fea utilizas: guerra. La misma palabra que define hechos trágicos que están pasando en el mundo. No, Ivonne, no, en este caso entre ambas Rocío no hay ninguna guerra, ni disputa ni desavenencia. Porque, para que algo así se produzca, se necesita de la participación de las dos partes. Y Rocío Carrasco en esa "guerra" no participa.
Recibe un cariñoso saludo y perdona si en algo te hemos molestado. No te escribimos esta carta con ensañamiento, sino porque creemos que, en tus apreciaciones, no andas muy cerca de la realidad. Por nada más.
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