El Máster de
Comunicación Social de la Universidad de Almería (UAL) cumple 13 ediciones con
el acto académico de entrega de diplomas que tuvo como “Padrino” a Antonio Torres, autor de este artículo.
Alumnos del Máster de Comunicación Social posan con tres de sus profesores. FOTO NURIA GARCÍA José Antonio Rodríguez, Laura Latorre, Antonio Torres y Miguel A. Ruiz. FOTO J.TORREBLANCA
Arropados
por el director y decano de la Facultad de Humanidades, Rafael Quirosa-Cheyrouze
y Muñoz; la doctora Emilia Martos, coordinadora del curso, y la presencia masiva
de familiares que llenaron el Auditorio de la UAL. La historia reciente de
la Universidad de Almería ha demostrado que los estudios de Comunicación tienen
una elevada demanda por parte del estudiantado, rememoró el catedrático
Quirosa-Cheyrouze y Muñoz. “Ya son 13 las ediciones completadas del Máster en
Comunicación Social, a las que hay que unir los cuatro cursos de Doctorado que
sobre esta materia se impartieron previamente o la oferta intermedia de Master
Propio que se realizó durante dos años. Viví con ilusión la puesta en marcha de
estos estudios de postgrado, y su consolidación, junto a otros docentes como
nuestro siempre recordado Manuel López Muñoz. Ahora, como Decano de la Facultad
de Humanidades, me gustaría que pudiéramos culminar el trabajo iniciado con la
implantación de un Grado en Comunicación que complete la oferta educativa de la
Universidad de Almería en esta materia”, afirmó el catedrático. Este
periodista tiene la enorme satisfacción de colaborar estrechamente desde 2004
con Quirosa-Cheyrouze y el añorado catedrático Manolo López Muñoz. En esta
edición, he tenido el privilegio de ser elegido “Padrino” e imponer las bandas
con los correspondientes diplomas. Intervino en representación de los alumnos
José Antonio Rodríguez Castaño (Almería, 1993), sacerdote con más de un lustro
de experiencia en pueblos del Almanzora, como Sierro y Urrácal, entre otros. En
la actualidad es párroco de las barriadas abderitanas de Puente del Río, La
Curva, La Alquería y ejerce de vicario parroquial en La Inmaculada Concepción
de Adra, además de Guainos. Despliega un enorme trabajo y ha tenido la voluntad
por realizar los estudios de Comunicación, una de sus pasiones. Fue emocionante
que en su primera cita se refiriera a una periodista de las que les he hablado
muchísimo: “Decía Josefina Carabias que la comunicación es el arte de contar
verdades a medias, para que parezcan mentiras aceptadas. Ciertamente, la verdad
es un valor básico en las relaciones humanas. Nadie confía en el otro si el
otro no actúa con veracidad. La mentira es el origen de los conflictos
personales y colectivos, porque ´la vida sin verdad no es vivible´, como
escribió Ortega y Gasset, que definió al hombre como el ser que necesita
absolutamente la verdad…”
En calidad
de Padrino puedo asegurar que se pasan nervios pese a que viví una historia
similar en la Facultad de Comunicación y Documentación de Granada, un
privilegio y un honor inolvidable. En clase os he repetido, les dije a los
alumn@s, hasta la saciedad cuestionaros el qué y el porqué de las cosas y el
consejo de huir de la expresión “parece ser” con el fin de combatir las
mentiras, fake news.
Cada uno de vosotros, les dije, mujeres y hombres, comenzasteis las clases con ilusión, humildad y hambre. Perseverando en esas tres premisas se consiguen los objetivos. Esta sociedad competitiva olvida a veces que el éxito se alcanza por las vías más sencillas y tradicionales. Esas tres premisas no entienden de miedos ni crisis. Llevan directamente a la realización profesional. Comprobaréis a lo largo de vuestra trayectoria que ese tesón aplicado derribará los muros que os puedan amenazar. El que consiga su trabajo deseado será el que mire con ese prisma de ilusión. "Quien resiste, gana". Al subiros hoy en el tren del futuro, quiero transmitiros algunas sugerencias. Os invito a que nunca dejéis de ser auténticos, a ser vosotros mismos en cada iniciativa o empresa que afrontéis, asumiendo los errores sin complejos, pues la honradez es lo que más se va a valorar. Sed auténticos, no intoxicar, pues así será más fácil seguir la senda que, como dijera don Antonio Machado, nunca se ha de borrar. Cuando en el futuro volváis la mirada hacia este tiempo de formación, recordar que habéis tenido en mi persona a un maestro que, como todos los profesores, trata de enseñar para la eternidad. Y que siempre que recordéis estos años, este tiempo de ilusión, pero también de cierta incertidumbre, retened en vuestra memoria los buenos deseos y el aprecio que desde el corazón siempre os he tenido y os tendré. La ilusión es un gran motor de cambio para el progreso personal y social. Ahora salid y cambiar el mundo.
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