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Óscar Cornejo y la trascendencia intrascendente de 'Sálvame'

Nuria Torrente
@opinionalmeria

Jamás en la historia de la televisión española la cancelación de un programa de televisión, como Sálvame, había alcanzado tantas cotas de protagonismo en los medios de comunicación. El diario El País, sin ir más lejos, que es el periódico español de mayor difusión, dedicó la semana pasada nada menos que dos páginas a informar y comentar el acontecimiento. Incluso anoche el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ocupó del asunto para considerar que había sido un error y para alabar a quien ha sido su mayor presentador, Jorge Javier Vázquez.

El diario El País, lejos de dar por agotado el tema, ofrece hoy mismo una tribuna de opinión a Óscar Cornejo, director de La Fábrica de la Tele, productora del programa, bajo el título 'Sálvame' es ceniza, del que entresacamos las siguientes opiniones:

Sálvame se acaba... o no / Telecinco

Sálvame no es nada. "Su intrascendencia ha sido voluntaria y consciente. Militante, si me permitís. Y ahora que el programa hace correr ríos de tinta, llena minutos en las tertulias y es trending topic a diario, justo ahora, es el momento de desvelar el gran secreto: Sálvame no es nada. Sálvame es cero importante. Sálvame es ceniza. ¿Ha acompañado a millones de personas durante muchos años? Pues claro, a tantas como para hacerlo líder e imbatible durante todos esos años. ¿Se recordará durante mucho tiempo? Eso parece. ¿Es importante? No. No lo es. Es intrascendente. Y el Barça de Guardiola y Messi también. El entretenimiento de masas es lo que tiene".

Si todo es siempre importante es que nada lo es. "Sálvame ha sido durante años el programa más intrascendente de la televisión. Por eso era imprescindible para mucha gente, porque intrascendente no quiere decir inútil. Igual que hacer un poco de ejercicio ayuda a compensar nuestras sedentarias e intoxicadas vidas, un chute de intrascendencia nos hace valorar lo que realmente es trascendente de verdad. Hay pocas cosas importantes y debemos estar entrenados para reconocerlas cuando suceden. Si todo es siempre importante es que nada lo es".

España ha evolucionado tanto como para que convivan en parrilla nuestros programas con otros muy diferentes y la gente elige lo que ve. "Cada persona elige su ranking de cosas importantes: la paternidad, el trabajo, la familia, el sexo, la amistad, tener limpia la conciencia, dejar huella, sobrevivir… Y en televisión, los que no informamos, entretenemos y punto. Y le quitamos peso a la vida durante unas horas con la firme creencia de que la gente sabe lo que es importante: sus derechos, una sociedad más justa, un nivel de vida digno, mirar al futuro sin miedo, alejarse de los retrógrados… España ha evolucionado tanto como para que convivan en parrilla nuestros programas con otros muy diferentes y la gente elige lo que ve, como elige también qué sociedad de futuro quiere".

Solo de entretener con la insustancialidad. "Sálvame ha estado ahí 14 años, la gente lo veía y luego lo quitaba y al día siguiente lo volvía a poner y a quitar, básicamente porque estaba ahí y llevaba el suficiente tiempo como para ser familiar. Era el pop up de la tele, se creaba, se consumía, se autodestruía y se regeneraba sin dejar huella. Sálvame ha sido el meme del día, la sesión #69 de BZRP, la canción de un verano que ha durado 14 años. No había ningún plan, ni objetivo. No lo hubo jamás. Ni hubo deseos de obligar, ni convencer, ni adoctrinar a nadie. Solo de entretener con la insustancialidad".

No ha habido espacio más positivamente intrascendente que Sálvame y por eso el público lo hizo necesario. "Sálvame ha sido la invisibilidad de lo muy visto. Sálvame no obligaba a pensar, te permitía disfrutar de la pasividad durante un rato cada día, era la gimnasia mental que recolocaba los niveles de trascendencia. Se consumía sin darle importancia, como el aire que nos mantiene vivos. Como la espuma de los días. Ha sido puro entretenimiento. No ha habido espacio más positivamente intrascendente que Sálvame y por eso el público lo hizo necesario. Porque durante muchos años, cada día aportaba a millones de personas esa sensación de paz que genera el vacío, un placer familiar, que ahora mucha gente lamenta perder. Por eso, sólo podemos decir: gracias".

Con la nada a otra parte. "Acabó Sálvame. Nos vamos con la nada a otra parte, porque una de las ventajas de la nada es que pesa muy poco y se puede transportar. Vamos a seguir inundando de nada Mediaset con nuevos proyectos y nos llevamos esa nada también a Netflix donde vamos a seguir reivindicando un espacio con cero trascendencia. La idiotez es nuestro antídoto a tanta blancura grisácea y cenicienta. Porque somos ceniza, pero nunca seremos grises. ¿Buscamos trascender con ello? Quizá sí. No lo sabemos".

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