Son 95 años del Crimen de Nijar que dio
lugar a Puñal de Claves y a Bodas de sangre, una de las obras más seguidas del
mundo. Los hechos reales se produjeron
en la madrugada del 22 al 23 de julio de 1928. “Ahora
o nunca. Llévame contigo antes de que Casimiro despierte”, es la frase
lapidaria, la que llevaría a la tragedia, al crimen, al drama, también
literario. Se forjó la noche de bodas, cuando el abandonado Cortijo del Fraile
de Níjar, fue escenario de una de las tragedias más conocidas. La
historia y el recuerdo de los protagonistas se mantiene a lo largo de la
historia. Bodas de sangre es una de las obras teatrales más seguidas en
distintos países. El Teatro Cervantes de Almería una vez más como ha hecho a lo
largo de la historia con distintas compañías recoge este sábado la adaptación y
dirección por parte del actor y médico
afincado en la provincia Ramón Nicolás Franco Reins (Cartagena de Indias,
1957).
Representación de Bodas de Sangre en el Teatro Cervantes
Es bueno recordar el primer
gran éxito de la obra. El 8 de marzo de 1933 es uno de los días más importantes
en la Historia del Teatro español del siglo XX. Ese día, Federico García Lorca
estrenó en el teatro Beatriz de Madrid su tragedia. Aquella historia de sangre
derramada ya había sido objeto de una novela, Puñal de claveles, de
una de las precursoras del feminismo, la almeriense Carmen de Burgos,
Colombine. Las crónicas hablan de un éxito grandioso de aquel estreno, protagonizado
por Josefina Díaz de Artigas, Manuel Collado Montes y Josefina Tapias. “El
éxito, clamoroso; el público no cesó de aplaudir hasta interrumpiendo la
representación” narra Jorge de la Cueva, en tanto que Luis Araujo-Costa explica
que el público “requirió al autor en casi todos los cuadros y una vez durante
la representación, en uno de los parlamentos más poéticos”.
La tragedia de García Lorca
forma parte ya del ADN del Teatro español. Encontramos más de medio centenar de
producciones de esta obra en nuestro país; y son incontables las versiones en
todo el mundo. Fue llevada al baile por Antonio Gades con Cristina Hoyos y Juan
Antonio Jiménez y al cine por Carlos Saura. Años después, fue representada por
José Luis Gómez y su compañía, el 5 de octubre de 1987, en el Teatro Cervantes
de Almería, pero los novios, protagonistas reales, Paca y Casimiro, declinaron
la invitación. Grandes nombres como Carlos Saura, Antonio Gades, Cristina
Hoyos, Pepa Flores “Marisol”, José Carlos Plaza, Kiti Mánver y José Mercé,
entre otros grandes, han estado ligados a Bodas de sangre. Conviene
subrayar que recientemente la periodista almeriense Mar Abad consiguió con su podcast, El Extraordinario, inspirado en el
crimen de Nijar, conseguir uno de los Premios Ondas Globales que otorga Prisa y
la Cadena SER.
La última vez que me asomé
por el Teatro Cervantes de Almería para ver Bodas de sangre fue con el grupo
almeriense DRACOM, dirigido por Pedro Yanguas y las actrices Isabel Pérez, Dori
Ródenas, María José Molina, Trinidad Almansa, Antonio Hermosa, Alonso Guerrero
Cabezas, Concha Torres, Guillermo García y Lola Capel Carmen Sáez que hizo de
novia.
El caciquismo y el
analfabetismo marcó aquella época donde para tener un día libre era por una
causa mayor. La costumbre en las cortijadas almerienses del levante marcaba
celebraciones matrimoniales de madrugada, para no perder el jornal de trabajo,
y evitar además el sofocante calor estival. Pero los bailes y charangas en el
Fraile empezaban antes incluso de la ceremonia religiosa, que debía tener lugar
en la Iglesia de Fernán Pérez, para posteriormente continuar con los festejos
de vuelta al cortijo. Se aproximaba la hora de partir hacia la iglesia y la
novia no aparecía; pasado un tiempo lo que aparecieron fueron los rumores,
imparables, fuertes, inevitables, inequívocos.
La tormenta descargó a cuatro kilómetros del cortijo, en un paraje conocido como Haza de Capellanía, cuando los fugados se encontraron en el camino con el hermano del novio burlado, José Pérez Pinos, y su mujer, Carmen Cañadas, hermana a su vez de la novia huida. Fue más bien el desencuentro, el peor desenlace real y, paradójicamente, el mejor para un episodio novelesco o una obra de teatro mayúscula. José Pérez forcejea y pelea con Francisco Montes, descargando toda su ira por el deshonor causado a su hermano; Carmen, por su parte, hace lo propio con su hermana, con la rabia de la frustrada avaricia la agarra por el cuello con todas sus fuerzas para darle lo que no se merecía. Actos de ira y rabia, el honor pisoteado, para los patrones de la época, y un futuro laboral y patrimonio hereditario que se esfumaban definitivamente. Fue el cóctel emocional imparable que cegó cualquier atisbo de razón. Como resultado, la muerte en la trifulca de Francisco Montes al recibir tres disparos por arma de fuego; Francisca Cañadas se hace la muerta y queda momentáneamente catatónica, como última vía de escape del insistente asedio de su propia hermana que se empeña en asfixiarla”, el texto anterior corresponde a algunos párrafos del exitoso libro “¡Llévame contigo, ahora o nunca!”. La historia jamás contada de Bodas de sangre, de Ángel Miguel Roldán Molina y de Antonio Torres, obra editada por Arráez.
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