El Partido Popular ha acreditado a lo largo de los años que es el partido que mejor atiende y defiende los intereses, necesidades y derechos de los almerienses. Lo hemos vuelto a demostrar este fin de semana en Vera, en el transcurso de una convención de alcaldes y concejales en la que hemos puesto de manifiesto nuestra vocación de servicio público, nuestra experiencia en la gestión y nuestra capacidad de generar marcos sólidos y estables en todos los municipios donde gobernamos, al mismo tiempo que una alternativa rigurosa y fiable allá donde esperamos formar gobierno.
La clave de haber sido el partido preferido por una gran mayoría de almerienses a la hora de gobernar sus ayuntamientos se resume en una idea sencilla de decir, pero muy difícil de cumplir: hacer las cosas bien. Hacer las cosas bien es gobernar siempre a favor de todos y nunca en contra de algunos, porque la labor de gobierno no puede administrarse en función del voto de los ciudadanos. Entiendo la confianza de los almerienses como un préstamo que hay que devolver con intereses, que son los hechos.
Los alcaldes, y con más razón los alcaldes o alcaldesas que hemos sido elegidos por mayoría absoluta, tenemos como primera prioridad devolver el respaldo en las urnas con acciones concretas: con obras, con medidas y con actuaciones, pensando siempre a lo grande y con ambición bien entendida. Debemos seguir trabajando para reforzar las potencialidades económicas, turísticas, culturales y sociales de nuestras ciudades y pueblos y estar siempre atentos a la posibilidad de encontrar financiación externa vía subvenciones para evitar que el gasto recaiga en el ciudadano, porque el mejor destino del dinero de la gente es su propio bolsillo. Y tan importante como los hechos es el talante. Entiendo que los valores claves para desarrollar las tareas de gobierno son el diálogo, la escucha, la empatía y la humildad.
Si no dialogas, si no escuchas, si no te pones en el lugar del otro y si te crees por encima de todos, no importa que las obras se terminen en plazo, que las cuentas municipales estén saneadas o que las calles estén limpísimas.
Si no somos conscientes de que salimos de la sociedad a la que servimos, no estaremos haciendo bien el trabajo que nos han encomendado los ciudadanos. Y esto es muy importante de cara al futuro electoral que se avecina. Como ha dejado muy claro nuestro presidente, Alberto Núñez Feijoo, en el PP no somos como Sánchez. Es decir, que no tragaremos con cualquier cosa para mantenernos en el poder y que, como estamos demostrando, sabemos llegar a acuerdos razonables y no cerrados a cualquier precio.
Y quiero insistir en un mensaje claro para aquellos que han votado PP o que piensan votar cambio el próximo 23-J: no habrá un paso atrás en la defensa de nuestros principios y posiciones, ni en la defensa de los derechos de las personas. Y como creemos más en la política de Estado que en la política de partido, seguiremos trabajando hasta el día de las elecciones para tratar de obtener un resultado lo suficientemente amplio como para ofrecer a los almerienses y resto de españoles el mejor Gobierno posible y no depender de otras formaciones políticas. Un Ejecutivo que responda a la voluntad de cambio que se percibe en la calle y que ponga el punto final a un estilo de gobierno agotado y que sólo ha generado líos y problemas. Por eso, si los españoles nos encargan un cambio para España, estamos dispuestos a llevarlo a cabo desde el diálogo, el entendimiento y la transversalidad.
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