Aunque la disminución de los matrimonios por la iglesia es un hecho plenamente normalizado por la sociedad en beneficio de las bodas civiles, lo cierto es que hasta hace muy poco tiempo los enlaces ‘como Dios manda’, ante el altar, suponían una mayoría aplastante. Quienes pintan canas recordarán sin duda en su entorno familiar y social algún caso de escándalo e incluso de drama, provocados por parejas de jóvenes díscolos que se apartaban de la tradición marcada a fuego por el franquismo, y se empeñaba en 'avergonzar' a la familia con una ceremonia civil.
Los datos lo dicen todo al respecto: hace ‘solo’ 23 años, en el año 2000, en Almería se celebraron 2.763 bodas, de las que ni más ni menos que 2.188 fueron por la iglesia católica, es decir el 79,1%. Aquel año se registraron 565 matrimonios estrictamente por lo civil, el 20,44% del total.
Pues bien, en menos de un cuarto de siglo la sociedad almeriense ha dado la vuelta a la tortilla casamentera por completo: según los datos recién publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, en 2022 se registraron 2.434 matrimonios en la provincia, de los que solo 530 fueron por la iglesia (el 21,7%) y 1.904 por lo civil (78,22%).
Aunque en
Andalucía la evolución ha sido muy similar, Almería ha tenido un papel
protagonista y ‘puntero’ en esta conversión al laicismo en lo que al matrimonio
se refiere, siguiendo muy de cerca los pasos de Málaga, que ha sido la
provincia donde más pronto y más rápido se ha impuesto esta tendencia en los
últimos años. En esta provincia, las bodas civiles son más que las religiosas
desde el año 2009, mientras que Almería
le siguió ya al año siguiente, en 2010, cuando los matrimonios estrictamente
civiles se elevaron a 1.178 (el 54,5% del total) frente a las 976
religiosas católicas, que supusieron el 45,1% de las 2.161 bodas
que ese año se celebraron en la provincia.
Tras esta ‘avanzadilla’ de Málaga y Al mería tuvieron que pasar aún tres años para que en 2013 el número de matrimonios civiles superara a los católicos en la comunidad autónoma. Ese año en Andalucía se unieron 12.630 parejas por el rito católico y 15.581 solo por lo civil.
Sin embargo, a continuación fueron necesarios aún otros seis años para que los matrimonios civiles superaran a los religiosos católicos en todas y cada una de las provincias andaluzas, tras sumarse Jaén, la única en la que hasta 2018 había mantenido la costumbre, ya claramente de otro siglo, de la boda por la iglesia.
Jaén sigue siendo a día de hoy la provincia andaluza con un mayor índice de ceremonias religiosas. En 2022, del total de 2.551 enlaces en la provincia, 1.175 fueron en la iglesia (46,06%) frente a 1.376 por lo civil (53,93%).
En Andalucía,
las bodas registradas en 2022 fueron 33.903, de las que 9.444 fueron por la iglesia (27,14%) y 24.459 por lo civil
(72,14%).
La pandemia del coronavirus supuso, como no podía ser de otra forma, un freno radical a los matrimonios, y más aún a los religiosos, algo muy fácil de entender, puesto que son estos los que normalmente tienen celebraciones más numerosas. La explosión de la crisis sanitaria hizo bajar el número de bodas drásticamente en Almería, que pasó de 2.140 en 2019 a 1.193 en 2020, el peor año de la pandemia. Las bodas religiosas cayeron a un mínimo histórico, pues solo fueron 125, poco más del 10,4% del total, por 1.068 las civiles (el 89,5%).
Lógicamente, la superación de la crisis ha ido devolviendo las cifras a la normalidad, e incluso los matrimonios de 2022 (que se han elevado a 2.434 en Almería) han sido bastantes más de los habituales hasta 2019 (cuando se registraron 2.140, en la misma línea que los años anteriores), lo que podría indicar que muchas parejas que aplazaron su matrimonio debido al covid lo han celebrado ya por fin en 2022.
En Andalucía, los matrimonios también cayeron por la crisis, de 32.183 en 2019 a 15.657 en 2020. En 2022 también han subido en relación a los años anteriores a la pandemia, puesto que se han situado en 33.903.
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