Lucas, el hijo de Alba Carrillo y Fonsi Nieto, es ya todo un hombrecito a sus 12 años. El niño ha pasado unos días enfermito en el hospital ("Nada muy grave. Todo controlado", ha escrito su madre), por lo que la polifacética Alba no nos ha podido dejar el programa que emite todas las semanas y que tanta diversión produce por la contundencia y sinceridad de sus opiniones. Nos ha dicho que ya nos volveremos a ver en septiembre, en la próxima temporada, con muchas novedades, según ella mismo dice.
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| Un regalo muy especial / Instagram de Alba Carrillo |
Ha sido la propia Alba quien ha informado de la estancia con su hijo en el hospital al compartir una foto en "Instagram" en la que aparecía en la cama del centro sanitario viendo la televisión por la noche. "Nos toca ver el Grand Prix ingresados". El niño ha recibido la agradable visita de su hermano pequeño Hugo, fruto de la relación del deportista con Marta Castro. Alba ha publicado una foto de los dos pequeños paseando de la mano por el pasillo del hospital: "¿Hay algo más sanador que la visita de un hermano?".
Con el jovencito ya en casa prácticamente repuesto, madre e hijo han recibido otra visita sorprendente: la de Rocío Carrasco. Rocío y Alba gozan de una estrecha amistad desde hace muchos años, cuando ambas compartían programa en televisión. La última vez que se les vio juntas fue en Pamplona durante la representación de "Rocío Jurado, el musical".
Rocío no ha ido a visitar a Lucas con las manos vacías. Le ha llevado un regalo muy simbólico: un elefante decorativo que perteneció a Rocío Jurado. "Un elefante de la gran Rocío Jurado que nos va a traer cosas buenísimas", escribía Alba en redes sociales. Se trata de un elefante de color negro decorado con cristales de diferentes colores que tiene un gran valor sentimental para Rocío por haber pertenecido a su madre.
Según Lecturas, "los elefantes de la suerte simbolizan por norma general buena suerte, longevidad y éxito, de ahí que muchas personas lo incluyan en la decoración de sus casas. Si tiene la trompa hacia arriba, representa la prosperidad, la abundancia y la victoria, mientras que si la trompa la tiene hacia abajo, simboliza la longevidad y la concepción. En la religión hindú van más allá y para ellos refleja "el que abre los caminos" y “destructor de obstáculos". En cuanto a dónde debe ubicarse las informaciones son contradictorias. Para unos, se debe colocar en la puerta principal para atraer la buena suerte y dar protección y fuerza al hogar. Además, la trompa debería estar mirando hacía dentro para que esa buena suerte no salga nunca de la casa".
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