El BOE del 26 de julio ofrece una extraordinaria noticia para todos los almerienses defensores de los héroes de la libertad al incoar la declaración del Pingurucho y su emplazamiento en la Plaza Vieja como Lugar de Memoria Democrática en virtud del artículo 49 y concordantes de la Ley 20/2022 de su mismo nombre y realizada mediante la oportuna Resolución de 21/julio de la Dirección General de Memoria Democrática del Ministerio de Presidencia, junto a otros monumentos análogos en España y Andalucía (Mariana Pineda en Granada, General Torrijos en Málaga, etc..) .
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| Pingurucho de Los Coloraos / Loa |
Las consecuencias jurídicas de tan trascendente declaración comportan (artículo 52) la obligación de “garantizar su perdurabilidad, identificación, explicación y señalización adecuada” estableciendo que las administraciones públicas “evitarán la remoción o desaparición de vestigios erigidos en recuerdo y reconocimiento de hechos representativos de la memoria democrática y la lucha de la ciudadanía española por sus derechos y libertades en cualquier época” correspondiendo, ahora, que el Ayuntamiento se manifieste alegando lo que considerase oportuno.
La trascendencia social y política de esta incoación es obvia, pues viene a cerrar, de una vez por todas, el debate existente entre el Equipo de Gobierno municipal y una gran parte de la ciudadanía almeriense encabezada por la Plataforma en Defensa de Los Coloraos con relación al mantenimiento del Pingurucho en la Plaza Vieja y viene, además, a complementar la suspensión cautelar a su demolición y traslado al Parque de Nicolás Salmerón que conseguimos con la impugnación realizada a la resolución de la Delegación Provincial de Patrimonio que lo autorizaba a instancias municipales.
Por otro lado, esta resolución se une a las tres sentencias firmes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que, como consecuencia de las impugnaciones realizadas por la Plataforma de los Coloraos, Partido Socialista y yo mismo personalmente, anuló el planeamiento municipal que reformaba la ordenación urbana de la Plaza Vieja y suprimía los ficus centenarios que caracterizan y sombrean su espacio público. Con ello, al fin podremos respirar tranquilos pues la conservación y mantenimiento de las características fundamentales y los elementos básicos de su actual ordenación histórica están garantizados definitivamente.
Asimismo, es de justicia reconocer a la Secretaría de Estado encabezada por su titular, el almeriense Fernando Martínez López, la sensibilidad social, política y cultural que ha manifestado en la asunción de una demanda histórico-urbanística y ciudadana de la relevancia que tiene el Monumento a los Coloraos, símbolo de la defensa a la libertad que el pueblo almeriense siempre asumió.
Por último, sólo resta esperar que el Ayuntamiento adopte definitivamente las medidas oportunas para mantener y conservar la estructura actual de la Plaza Vieja y de sus elementos básicos y representativos, tal como requiere un espacio público urbano tan identificativo de la idiosincrasia almeriense y desista responsablemente de volver a reformarla, destinando los recursos técnicos y económicos que la misma iba a comportar a la mejora de algún otro espacio urbano de los muchos que necesitan los Barrios almerienses.
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