Un tiempo nuevo para Níjar

José Francisco Garrido
Alcalde de Níjar

Una regla política no escrita pero sí generalmente asumida por el común de los mortales es aquella de otorgar cien días de cortesía cuando un nuevo equipo de Gobierno asume el mando en una administración pública. En el caso del Ayuntamiento de Níjar, ese periodo de aterrizaje que suele darse al nuevo alcalde y a sus respectivos concejales, por desgracia, está brillando por su ausencia desde el primer minuto, algo que dice mucho, y no precisamente para bien, del partido de la oposición, el PSOE, con su portavoz al frente. Cualquiera diría que los socialistas no acaban de digerir su nuevo rol en el Ayuntamiento, y esa mala digestión se traduce en distintos pataleos, ya sea con intervenciones desacertadas en el primer pleno de la Corporación, ya sea con notas de prensa pasadas de tono. 

La cuestión es que, en el caso de mi antecesora en la Alcaldía de Níjar y actual portavoz de la oposición, además de esa regla tácita de los cien días de respeto que ella no está respetando, existen otros motivos por los que sería aconsejable que mostrara más prudencia. Porque cuando tu gestión al frente del Ayuntamiento ha sido manifiestamente mejorable, cuando te dejas en los cajones facturas sin consignación presupuestaria por valor de un millón de euros, o un presupuesto arrasado en los primeros seis meses del año, o varios servicios sin contratar que deberían haberse gestionado con una mínima anticipación, lo recomendable, como digo, es mostrar cierta cautela en tus declaraciones. 

En cualquier caso, a mi equipo de Gobierno no le afecta ese ruido de fondo. Nosotros estamos trabajando desde el primer día para que las mejoras en cada una de las áreas que dependen del Ayuntamiento se noten a la mayor brevedad, que es para lo que nos ha elegido los nijareños. Me refiero a mejoras en lo más acuciante para cada uno de los núcleos urbanos de Níjar, tales como seguridad, limpieza, mantenimientos de playas y de zonas verdes, alumbrado público, acciones en calles y plazas, ofrecer más transparencia, y una mayor eficiencia en la gestión del día a día de todas las cuestiones que afectan a nuestros vecinos. 

Sin ir más lejos, los concejales del equipo de Gobierno, en estos primeros días desde que tomamos posesión, ya hemos recorrido varios de nuestros núcleos urbanos, y lo hemos hecho calle a calle, siendo las últimas visitas que hemos realizado a las poblaciones de Agua Amarga y San José, donde hemos tomado buena nota de las necesidades más apremiantes, algunas de las cuales ya se han solucionado, y otras más complejas ya están siendo analizadas para actuar en consecuencia. Por cierto, que buena parte de los desperfectos y problemas que estamos observando en estas primeras visitas no han surgido de la noche a la mañana, sino que llevan años durmiendo el sueño de los justos ante la pasividad y la dejadez del anterior gobierno municipal. Imagino que estarían ocupados en otras cosas. 

Nosotros tratamos, como digo, de implementar otra forma más eficiente de gestionar los intereses de todos los nijareños. Entre otras cuestiones, nos hemos propuesto recorrer, antes de este otoño, todos  los núcleos del término municipal de Níjar para detectar deficiencias y ejecutar las soluciones adecuadas a cada caso, y además estamos estudiando la puesta en marcha de herramientas digitales al alcance de todos los vecinos para que cualquier persona nos pueda reportar en tiempo real cualquier tipo de incidencia o desperfecto que requiera una actuación por nuestra parte. 

Gobernar de otra manera es posible, y lo estamos demostrando, tomando las decisiones que hay que tomar sin que nos tiemble el pulso, siempre pensando en mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes, vivan donde vivan y voten a quien voten, y guiándonos siempre por una máxima: que en Níjar tenemos muchísimas cosas buenas, pero la mejor de todas ellas son, sin duda alguna, los nijareños. Y a ellos, y sólo a ellos, nos debemos.

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