El periodismo dice adiós a Joaquín Tapia
Escoz, almeriense de 79 años, persona que supo estar con un fino sentido del
humor, funcionario municipal, Eacudo de Oro de Almería, eterno colaborador de
Ideal, periódico en el que inicié mi amistad con un hombre que cumplía con su
tarea de estar al tanto de lo que ocurría en los actos de Defensa. Si hubiera
existido el periodismo profesional especializado en esa época, habría sido el
Miguel González de la actualidad. Tapia Escoz se centró en temas militares. Nos
ha enseñado los inicios, la evolución que ha sufrido el Campamento Álvarez de
Sotomayor de Viator hasta el prestigio y labor solidaria de la Brigada “Rey
Alfonso XIII”. Joaquín, junto a Javier Pajarón, periodista de LA VOZ DE
ALMERÍA, fue nombrado embajador de la “Marca Ejército”. Poco a poco
nos fuimos haciendo colegas hasta que en mi etapa de redactor de Radio Almería
nos distribuíamos el trabajo bajo de la dirección de los añorados Paco Cruz
´Curry´ y Diego García ´Diego Miguel´. En alguna ocasión acudimos al estadio
Juan Rojas para entrevistar a jugadores del Almería, en los tiempos en los que
las relaciones eran directas, sin los intermediarios y el negocio de la
actualidad. Tuvimos el privilegio de participar en los primeros informativos de
ámbito regional, pioneros en Andalucía, impulsados por Enrique García Gordillo
desde Radio Sevilla de la Cadena SER, o aquel entrañable informativo “Almería,
8.30”, escuela informativa.
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| Joaquín Tapia / Loa |
Joaquín Tapia me descubrió las tapas de
queso y aceite que tomábamos un par de veces a la semana en el antiguo
restaurante Ortega de la Avenida de la Estación. Éramos fijos, junto a Joaquín,
los dos veteranos Pacos, Ruiz Lao y Torregrosa Carrillo. En cuando podía se
sumaba el jefe Miguel Ángel Blanco. Todo era un cursillo acelerado de cultura
de calle y de cómo hacer periodismo, humor tras las largas jornadas de
periodismo y las historias de Ruiz Lao, cada día un apunte cultural con
historias de la radio y la figura de Hemingway y su novela Por quién doblan las
campanas. Cuando las maniobras militares de 1981 hispano-norteamericanas
desarrolladas desde Tabernas hasta las costas de Vera-Garrucha y Mojácar donde
entrevistamos al ministro Alberto Oliart, pasamos por Los Gallardos y le
presenté a mi padre y desde entonces cuando nos veíamos comenzó a llamarme
Mariscal de campo. Nos subimos en un helicóptero Chinook de los que se
utilizaron en la guerra de Vietnam, saliendo desde lo que hoy es el Parque
Acuático de Vera, pasando por Sierra Cabrera, hasta el desierto de Tabernas, y
la emoción de verse rodeado de oficiales de ambos ejércitos o de los reporteros
del momento de TVE como Miguel de la Quadra-Salcedo o de Manuel Pérez
Barriopedro, autor de las imágenes del golpe de Estado del 23-F. Quería saber
más de los militares y los profesionales, pero sin llamar la atención ni
aspavientos.
A Joaquín Tapia, ya lo lloré en los años 90, en el hospital Torrecárdenas, cuando me llamó uno de sus cuñados diciendo que estaba muy mal. Antes de ingresar, me pidió por favor que le cubriera la corresponsalía de la Agencia EFE hasta que se recuperara. Al final salió adelante y alguna vez recordamos la evolución. Quien alertó de su estado para que acudiera al hospital fue su cuñado, el árbitro internacional de boxeo Juan José Tonda (Almería, 1946-2022), técnico de sonido de la Cadena COPE desde que se inauguró en 1966. Con su despedida, perdemos a un buen hombre, memoria y un apoyo de cordialidad y admiración. Nuestro último abrazo, acompañado de su familia, se produjo recientemente durante el reconocimiento que le tributó Ideal, coincidiendo con la gala de los 50 años del diario regional en Almería.
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