En varias ocasiones he escrito sobre la figura del poeta místico, filósofo, médico, astrónomo y humanista Abū Bakr Muḥammad b. ‛Abd al-Malik b. Muḥammad b. Muḥammad b. Ṭufayl al-Qaysī. Aben Tofayl, más conocido en el mundo occidental como Ibn Tufayl. Fue durante las VIII Jornadas de Historia Local de Tíjola (Almería), cuando tras un esmerado proceso de investigación, llegué a la conclusión de que Ibn Tufayl vio las primeras luces de este mundo en el municipio de Tayula (antigua denominación de Tíjola) entre los años 1105 al 1010 de nuestra era y primera década del siglo VI de la Hégira musulmana. Hasta entonces existía el convencimiento de que fue en Guadix (Granada) el lugar donde se produjo el alumbramiento, tal y como hasta el día de hoy se ha mantenido a nivel biográfico en las innumerables referencias a nuestro –desde ahora- nuevo hijo pródigo de Tíjola y por extensión, de la provincia de Almería.
Para quien suscribe este artículo, queda sobradamente demostrada la vinculación umbilical y familiar de Ibn Tufayl con Tíjola, lo que quedó desglosado en varias claves de irrefutables argumentos, explicadas de la siguiente manera. Tal vez el principal indicio de vincular a Ibn Tufayl con Guadix se deba a su amistad con los hermanos Ibn Milhan, de quienes estuvo a su servicio durante el gobierno independiente de Guadix y Baza hasta el año 1151/2, pasando entonces a ocupar el cargo de secretario del gobernador almohade de Granada. Pero nada se puede afirmar ni demostrar en lo referente a sus vínculos con Wadi Ash más allá de esta cuestión. Sin embargo si es hecho probado y documentado la certeza de que en Tíjola contaba con parientes y propiedades, tal y como afirma uno de sus primeros biógrafos Ibn Sa´id (1213 – 1275 ó 1286) Otro de los puntales sobre los que se asienta esta argumentación es el también hecho probado y reconocido de que Ibn Tufayl, tras su periodo de máximo esplendor junto al sultán almohade Abu Ya ´qub Yusuf, quien hace de él su médico de cámara, e incluso, según hizo constar Ibn Abi Zar´ (1326 – desconocido) le nombró visir, decide retirarse de la corte en el año 1182, volviendo a sus propiedades en Tíjola para dedicarse a la meditación en el lugar elegido para el retiro añorado. Abū Muḥammad Ibn Ḥazm, en su obra “Linajes árabes en Al-Andalus” deja por sentado que la tribu Tayy, a la que pertenecía Ibn Tufayl, quedó concentrada en asentamientos de Baza (Granada), Tíjola (Almería) y Almodóvar del Río (Córdoba) en Al-Andalus, sin posibilidad de que en Guadix hubiese asentamiento alguno.
Siguiendo
tales afirmaciones, no dudé en ponerme en contacto con la Real Academia de la
Historia de España, lugar de máxima autoridad y credibilidad en lo referente al
estudio y custodia de la vida y obra de los grandes autores, investigadores y
pensadores del patrimonio intelectual y científico nacional, resolviendo el día
11 de septiembre de
Con anterioridad, tras el mismo proceso, ya se obtuvo el cambio en el Diccionario Biográfico del Instituto de Estudios Almerienses, por lo que estimo oportuno afirmar con orgullo, que tanto la ciudad de Tíjola como la provincia de Almería han asumido en su historia milenaria a uno de los referentes filosóficos más influyentes de todos los tiempos, autor de “El filósofo autodidacto”, que es la obra literaria árabe clásica que más veces ha sido traducida a casi la totalidad de lenguas posibles, únicamente superada por “Las mil y una noches”. La trascendencia de esta obra en el pensamiento filosófico de su tiempo la convirtió en objeto de estudio y análisis por parte de sabios y científicos de otras culturas contemporáneas. La filosofía andalusí sirvió de puente entre oriente y occidente a través de tres actores principales: Avempace, Ibn Tufayl y Averroes.
Influencia
de “El filósofo autodidacto”
El interés por la obra de Ibn Tufayl en el periodo de la Ilustración viene motivado por la confianza en el uso autónomo y libre de la razón. Si unimos a esta doctrina las diferentes ediciones aparecidas en lengua inglesa, podemos afirmar sin margen de riesgo posible que “El filósofo autodidacta” ejerce una influencia innegable en la obra de Daniel Defoe “Robinson Crusoe” publicada en 1717 y considerada la primera novela inglesa y la novela de aventuras por antonomasia.
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