Adriana Abenia habla alto y claro sobre su paso por 'Sálvame'

Nuria Torrente
@opinionalmeria

Adriana Abenia se hizo popular en 2010 al ser uno de los rostros más conocidos de Sálvame, el popular programa de Telecinco, ahora clausurado. Abandonó el programa, según se dijo en aquel momento, porque no quería encasillarse y necesitaba afrontar nuevos retos. Trece años después ha desvelado que esa no fue la realidad, y lo explica de manera minuciosa en un libro que acaba de publicar: La vida ahora (Vergara - Penguin Random House).

En una interesante entrevista concedida a Berto Molina para El Confidencial, Adriana Abenia se confiesa sobre multitud de cuestiones, pero destacan de manera especial los momentos vividos en el programa que presentaba Jorge Javier Vázquez. Entresacamos algunos retazos:

Adriana Abenia, en Telecinco

La complicada relación con Raúl Prieto, director de Sálvame: "No le gustaba. Consideró mi llegada como una imposición y desde el principio no le gusté, pero no pasa nada. Hay que admitir que no le puedes gustar a todo el mundo. Pero es cierto que me habría sentido más acogida si me hubiesen cuidado más en el programa. Algo que llegó a admitir Jorge Javier en Lecturas. Él sí supo entender mi personaje, me hizo crecer, le hacía gracia... fue una figura muy importante para mí desde el principio e intento no romper ese pequeño vínculo que tengo con él.

La relación con Carlota Corredera, directora: "Siempre ha sido estupenda conmigo. Tiene fama de tener mala hostia, pero fue el mejor abrigo que pude tener en Sálvame desde que llegué".

Los motivos de su despido: "Que había agotado mi personaje. Fue una reunión complicada porque no nos lo esperábamos. Fui con mi representante por aquel entonces, José Muro (el mismo que el de Jorge Javier), y lo que más me dolió fue que no me dejaran despedirme. Yo le debía a la audiencia un último día. Y a pesar de todo lo feo que pasó, decidí protegerlos a capa y espada porque, al final, me lo habían dado todo. Sálvame me ha ofrecido los mejores y peores momentos de mi vida, pero hay derrotas que hay que celebrar con todo el alma y nunca más volví a sintonizar Telecinco en esa franja".

Paolo Vasile no sabía nada: "Se va a enterar ahora por la publicación del libro si se lo mando a Italia [risas]. No, él realmente no sabía nada. Yo comía techo por las noches pensando por qué ya no contaban conmigo, qué es lo que había hecho mal... y de repente me llamó a su despacho y fui sola, no le gustaba que fuéramos con representantes. Él impone mucho y no fui capaz de decirle la verdad. Asumí las consecuencias de lo que pudiera suceder en adelante. El encuentro se tiñó de promesas y tuvo el plan maquiavélico de hacerme volver a través del mismo programa, solo que en su versión nocturna".

La vuelta al Deluxe como copresentadora: "¿Qué hacía yo allí? Para mi fue salvaje regresar a ese sitio en ese momento de mi vida. No fui ni capaz de enfundarme de nuevo el personaje que tenía... Me sentí como pez fuera del agua. Hice mi función, un fugaz paripé, como describo en el libro, y acabó aquello. Con Óscar Cornejo (uno de los dueños de la productora) seguí manteniendo una relación muy especial porque había sido mi mentor. Alguien en quien confié desde el principio y que siempre será muy importante. Pero me ha dolido a ratos que no estuviera cerca cuando me despidieron o que no me hubiera protegido".

Portada del libro

La crisis de audiencia de Telecinco: "Todo en la televisión son ciclos. Mira Antena 3, que la llamaban la cadena triste y está ahora en lo más alto. O Televisión Española, que está haciendo las cosas realmente bien. Telecinco volverá a recuperarse, pero creo que deben darle una vuelta a los cambios que están haciendo. Tal vez la televisión por la que estaban apostando hasta hace poco deberían reconsiderarla".

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