El
emprendedor Serafín Cervantes salió de una carpintería de Turre y se convirtió
en un referente de Cartagena. La familia Cervantes sigue siendo una
institución.
Serafín Cervantes
Serafín Cervantes Contreras (Turre, 1850-Cartagena, 1928) y su nuera Bernarda Cánovas Hernández (Cartagena, 1880-1947) forman parte de la historia de decenas de familias que trabajaron en su extensa finca huerta de Cortijo Grande en torno al río Aguas desde el límite de Sorbas. De origen familiar humilde, Serafín se convirtió en magnate de la minería cartagenera con la mina El Porvenir. Llegó a Cartagena porque un hermano suyo lo reclamó para trabajar en las minas como carpintero, su profesión en Turre. Aprovechó la oportunidad de comprar la mina en el momento de la jubilación de los dueños y emprender décadas de éxito.
A Serafín
Cervantes se le murieron su esposa, dos hijos y su nieto Serafín Cervantes
Cánovas, “Serafinito”, de 14 años en la pandemia de gripe de 1918. De ahí que su
nuera Bernarda Cánovas, “doña Bernarda”, se pusiera al frente de sus negocios.
Se frustró la idea de hacer a Serafinito Marqués de Sierra Cabrera por título
de tierras. De ahí vino su fiebre por comprar fincas limítrofes que le encargó a
su hombre de confianza, en Turre, Andrés Piñero González, según la memoria de
algunos de sus bisnietos Ángeles y Antonio Piñero, de la almazara y restaurante
actual de Cortijo Grande, así como su otra bisnieta Rosa Flores Alonso de Los
Gallardos. El apellido Piñero continuó con Antonio Piñero Alonso, hermano de
dos turreros que hicieron historia en Los Gallardos como Apolonia y Andrés
Piñero quien aprendió a leer y contar con una cultura importante, gracias a que
doña Bernarda puso un maestro para su hijo Serafinito y para “el tío Andrés”,
según testimonio de su hija Brígida Piñero Agüero (Los Gallardos, 1930)
En
el Campo de Cartagena dejaron una impronta de emprendedores por la cesión de
terrenos para colegios y por la construcción de edificios singulares que hoy
forman parte del patrimonio arquitectónico. La “Casa Cervantes”, supuso la
llegada del Modernismo a Cartagena y a la Región de Murcia. Aportó terrenos
para la construcción del actual cementerio de Turre, donde están enterrados. La
citada familia forma parte de la memoria por la actividad agrícola y ganadera
en Cortijo Grande, el cortijo “de las Señoras” y en la finca La Noria,
ofreciendo trabajo a centenares de personas de Alfaix, Los Gallardos y Turre,
su pueblo natal de Serafín Cervantes. Lo lamentable es que su pueblo le quitó
el nombre de una calle en el umbral de la democracia.
Serafín
Cervantes fue pionero en España con la venta de agua embotellada y un adelantado del
marketing con la marca Asdrúbal. Consiguió que el ministerio de la Gobernación,
en 1914 declarase minero–medicinal el agua de su manantial, tras el examen
médico llevado por el doctor Nicolás Pérez Jiménez. La aprobación
la recogió la Gaceta de Madrid, génesis del Boletín Oficial del Estado. El
Manantial Asdrúbal se consolidó a lo largo del tiempo. Las aguas tenían propiedades
curativas para las enfermedades generales y para los trastornos de la
nutrición, diabetes, dolencias del tubo digestivo y del aparato genital, según
distintas informaciones. En Turre cedió los terrenos para el cementerio actual.
“No puede decirse que fuera un intelectual, pero sí un gran emprendedor. Fue de
los primeros que supo ver: De la Unión a Herrerías (Cuevas del Almanzora´/no
crece ni una mata/pero, en cambio, se cría/una hermosura de plata”, indica el
escritor José González Núñez en su impagable “Clío también estuvo aquí”, el
mejor libro de la Axarquía almeriense, editado por Arráez.
Modernismo. Construyó en
el periodo 1897-1900 en la calle Mayor de Cartagena un edificio, Casa
Cervantes. Dio paso al inicio del Modernismo en la zona, según “Modernismo y
ART-DÉCO”. El edificio fue diseñado por el catalán Víctor Beltrí y
Roqueta, alumno de Gaudí, a instancia de Serafín Cervantes, e inspiró el
pasodoble Suspiros de España de Antonio Álvarez Alonso en 1902. Este pasodoble
fue parte de la banda sonora que se utilizó en la ceremonia de inauguración de
los Juegos Mediterráneos Almería 2005 donde Canal Sur fue la emisora
oficial. Desde las grandes artistas Estrellita Castro o Concha
Piquer ha sido versionado por otros artistas. En Cadena SER de Cartagena, el
historiador Juan Manzanares narró una historia de película: “Quiso ser socio
del casino de Cartagena porque entendía que era merecedor de ello. Pero no
contaba con la elitista junta directiva de entonces que, no admitían a
cualquier gañán venido a más entre sus socios, por mucho dinero que tuviese.
Como respuesta, compró el edificio contiguo al Casino y contrató al famoso
arquitecto Víctor Beltrí que fue el autor de esa magnífica obra. Ustedes saben
que los socios del Casino se sientan en la entrada del mismo, en la calle para
leer el periódico o tomar un café y, Serafín Cervantes hizo lo mismo, sentarse
en la puerta de su casa palacio todos los días, pero sobre todo cuando los
socios del Casino iban a tomar el vermú o el café, saludándoles con toda
educación y, quiero pensar que con una sonrisa irónica. Años después, en la
planta baja, se instaló el café restaurante llamado España, cuya especialidad
era un dulce llamado Suspiros. El maestro Álvarez Alonso era un cliente
habitual de este establecimiento y con el título de Suspiros de España compuso
un pasodoble, en 1902, que le haría famoso. Desconozco si a Serafín Cervantes
le hicieron finalmente socio, pero su edificio ha pasado a ser parte importante
de la historia de Cartagena”. Participó en la remodelación de la plaza de Toros
de Cartagena
Aeropuerto
Cortijo Grande
Los herederos de Bernarda Cánovas se fueron desprendiendo de terrenos y de lo que tocaba, en teoría, a la familia Cervantes de Turre. En los primeros años 70 los hermanos estadounidenses Ric Polansky y Paul, dos aventureros, promotores, tuvieron funcionando un pequeño aeropuerto privado con vuelos principalmente a Reino Unido, gracias a la amplia colonia inglesa de Mojácar y Turre. Paul Polansky urbanizó la zona y se hicieron con el campo de Golf Cortijo Grande, al que llevé a jugar a algunos periodistas como Tom Martín Benítez, expresentador del telediario en TVE y rey de las mañanas en Canal Sur, todo al pie de Sierra Cabrera y del río Aguas, que marca el término municipal de Los Gallardos y el de Turre.
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