La llegada de Borja Prado a la presidencia
de Mediaset España tuvo un efecto inmediato en el cambio de la parrilla de
Telecinco. No solo se suprimieron míticos programas de la cadena, que eran
precisamente los que le proporcionaban las mayores cuotas de audiencia y que
realizaban, además, un efecto arrastre sobre otros programas, sino que
sustituyó una cuidada independencia política por una activa militancia
favorable al partido que se iba a proclamar con la presidencia del Gobierno. El
movimiento más importante consistía en suprimir por la tarde el divertido Sálvame para colocar en su lugar a una
renovada Ana Rosa Quintana, felizmente recuperada de su enfermedad, dispuesta a convertirse en reina de la tardes
televisivas y a establecer la posición política cercana a la derecha como eje
de su programa. A Alessandro Salem, consejero delegado de la empresa, este
propósito de las reina de las mañanas le produjo espanto, y advirtió que en TardeAR “no
habrá política. Absolutamente no. Ningún tipo de tertulia política”. O Salem no decía
la verdad o le han hecho poco caso, lo cual es extraño, esto último, siendo, como es, el
máximo mandatario de la empresa en España.
Ana Rosa Quintana / Mediaset |
Ana Rosa Quintana no dedica todo su programa TardeAR a hablar de política, pero sí dedica el espacio suficiente para dejar claro que a Pedro Sánchez no hay que ofrecerle ni agua. Uno de los más prestigiosos analistas de medios de televisión que tenemos en España es Marcos Méndez, que en Vertele ha estudiado a fondo la rentabilidad en audiencias que la “politizada” Ana Rosa Quintana ofrece a su cadena.
“A la segunda semana del programa –dice Méndez- Ana Rosa ya puso “su firma” contra Pedro Sánchez. Desde entonces ha dedicado editoriales políticas siempre que ha considerado que eran necesarias, y ha aprovechado la convulsa actualidad para incorporarla a su mesa de debate, justo lo que Salem dijo que no pasaría. El ejemplo más extremo se ha producido esta semana, por la investidura de Pedro Sánchez, en la que TardeAR ha llegado a convertirse en una tertulia puramente política con los colaboradores habituales Xavier Sardá y Cristina Cifuentes, pero sumando a Alberto Sotillo (de Libertad Digital) y entrevistando a dos críticos con Sánchez como Pedro Jota Ramírez y Jorge Fernández Vaquero, portavoz nacional de la conservadora Asociación Judicial Francisco de Vitoria.
· Audiencias de 'TardeAR'
esta semana:
Lunes 13: 9.4% y 797.000 (mínimo
histórico en lunes y segunda peor cuota con Ana Rosa en plató)
Martes 14: 10.2% y 869.000
Miércoles 15: 7.1% y 635.000 (mínimo
histórico)
Jueves 16: 9.4% y 841.000
Viernes 17: 9.4% y 808.000
“En una semana marcada mediáticamente por el debate de investidura de Pedro Sánchez celebrado el miércoles y el jueves, día en el que el candidato socialista acabó siendo investido presidente, TardeAR optó el lunes, como ya hemos dicho, por transformar su debate VIP en un bloque temático sobre el pacto PSOE-Junts y cargar contra Sánchez y la Ley de Amnistía. El resultado fue su mínimo histórico en lunes y su segunda peor cuota con Ana Rosa Quintana en plató, solo por encima del 9.3% que marcó el 25 de octubre. Aún más graves fueron sus datos del miércoles. Como en el Congreso se producía el debate de investidura, Telecinco prefirió suprimir Así es la vida y recortar TardeAR (se emitió de 17:46 a 19:47 horas). El programa lo pagó caro y anotó su mínimo histórico”.
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