Hoy domingo 12 los almerienses nos vamos a dar cita en la Plaza Vieja para expresar nuestro rechazo a la peligrosa maniobra puesta en marcha por el presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, entregando la gobernabilidad de España a quienes quieren destruirla.
La convocatoria que ha hecho el Partido Popular citando a las doce de la mañana a quienes creemos que la igualdad entre los españoles es un valor de presente y futuro que jamás puede ser objeto de compraventa política va más allá de las siglas: es un derecho y un deber de todos los demócratas. Y es que estamos viendo y viviendo circunstancias disparatadas que jamás hubiéramos imaginado que podrían pasar en España. Pero lo cierto es que están sucediendo.
¿Alguien se llegó a imaginar que el Gobierno de España pudiera decidirlo en el extranjero un prófugo que está en busca y captura? Pues está pasando. ¿Alguien pensó que el Gobierno de España podría llegar a adoptar medidas que supusieran la eliminación efectiva de la separación de poderes? Pues está pasando. ¿Acaso alguien imaginó que nuestro gobierno pudiera alcanzar acuerdos políticos que provocasen el rechazo unánime e instantáneo de todas las asociaciones de jueces, fiscales y hasta el de los inspectores de Hacienda? Pues está pasando. ¿Alguien consideró alguna vez que el gobierno pudiese llegar a firmar pactos políticos que certificasen legalmente que un barcelonés tiene impunidad para cometer en Barcelona unos delitos que, de ser cometidos por un almeriense en Almería serían absolutamente punibles? Pues está pasando. ¿Alguien llegó alguna vez a presentir que el Gobierno de España acabaría por asumir el delirante relato independentista de que los jueces españoles prevarican, conspiran y persiguen a algunos partidos políticos? Pues está pasando. ¿Alguien fabuló alguna vez con que los españoles estaríamos presididos por alguien que, con tal de mantenerse en el poder, sería capaz de humillarse hasta el extremo de provocar vergüenza ajena? Pues está pasando.
Finalmente, creo que nadie llegó a imaginar que un presidente de Gobierno fuese capaz de vender España por un voto. Y por desgracia, está pasando. Y lo peor es que está pasando con la aprobación y el aplauso entusiasta de muchos que aún no han entendido que una cosa es ser socialista y otra colaborar con entregar España a quienes quieren destruirla.
Para plantar cara a este grave desafío y para hacer oír nuestra voz serena y sin ira, los almerienses estamos convocados hoy domingo 12 a las doce de la mañana en la Plaza Vieja.
Estamos ante un ataque a nuestra democracia como no ha conocido ningún español vivo y, por tanto, es más necesaria que nunca una respuesta conjunta, tranquila y firme de todos los demócratas. Una reacción que no entiende ni de siglas, ni de partidos, porque se trata de España. Y usaremos con calma y determinación todos los resortes parlamentarios precisos para frenar y contrarrestar a los que quieren dañarla, debilitarla y romperla. Y también seguiremos haciendo de la calle el altavoz de este enorme clamor ciudadano que ni puede, ni debe tener marcha atrás.
Por eso hoy domingo 12 estaré a las doce en la Plaza Vieja, junto a mis compañeros y con todos quienes quieran sumar su voz a esta protesta pacífica. Los que están intentando acabar con España quieren la resignación y el silencio del pueblo español. Pero no lo van a tener, porque ni vamos a bajar los brazos, ni nos vamos a rendir. Nos vemos a las doce en la Plaza Vieja.
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