Virginia de la Cruz es el cincuenta por ciento de Las Amigas Estupendas, el pódcast que puso en marcha junto a la periodista Estela Cebrián. Madrileña (1978) nacida en Ibiza y emigrada a Inglaterra, vivió en Londres durante unos años y actualmente reside junto a su marido, sus dos hijos y su perrita Molly en un pueblo a las afueras de la capital británica. Licenciada en Traducción por Salamanca, recaló profesionalmente en el marketing. Su trabajo en la BBC consiste en la recomendación de contenido personalizado a millones de suscriptores del renombrado medio británico.
Virginia de la Cruz / Loa |
Si hay algo que le gusta hacer a Virginia es comentar, analizar y llegar a los entresijos de cualquier tema relacionado con el mundo audiovisual y los contenidos susceptible de serlo y, además, lo hace con soltura, seguridad y un gran sentido de humor por el que ya es bien conocida. La cofundadora del pódcast Las Amigas Estupendas encuentra unos minutos para hablar de una de sus grandes aficiones, la comunicación.
Pregunta.
Las amigas estupendas, el podcast que realizas junto a tu compañera, la periodista Estela Cebrián, es un título ya recurrente en las listas de
mejores pódcast hechos por mujeres. ¿Qué sientes cuando lees su nombre en el
top de los más valorados?
Respuesta. Un orgullo enorme y la sensación de hacer algo que me llena
creativamente y que, además, hago en equipo con mi amiga Estela, cosa que es una
maravilla. Y mucha sorpresa porque esto era y sigue siendo un proyecto casero
que no hicimos en principio con miras a proyección masiva, pero, oye, parece que
ha gustado y eso siempre da calorcito.
P. ¿Cómo nació la idea de hacer un pódcast y por qué la necesidad?
R. Durante el confinamiento,
Estela y yo hablábamos muchísimo de nuestras cosas por el móvil: cotilleos,
salseos, asesinos, historias, movidas, de todo. Y a veces, se nos ocurrían auténticas
genialidades, y nos daba pena que aquello se quedara en el móvil, así que
abrimos primero el Instagram y hacíamos posts. Yo siempre había querido hacer
un pódcast y creo que a Estela también le molaba la idea, así que al cabo de un
año grabamos el primer episodio. Además, mi marido estaba libre porque durante
la pandemia no trabajaba fuera de casa y le pude engañar para que nos editara
los episodios y nos ayudara con el tema del sonido, que para nosotras es
importante.
P. ¿Cómo se fraguó la elección del nombre?
R. Pues lo he buscado en
nuestro WhatsApp y estuvimos considerando varios, pero este se me ocurrió a mí
porque las dos somos extremadamente fans de Elena Ferrante, y somos amigas… y
somos estupendas.
P. ¿Qué esfuerzo requiere en cuanto a costes materiales y personales?
R. Pues tenemos costes técnicos
porque tenemos una plataforma de pódcast amateur que hay que pagar al año, y
sobre todo las horas de trabajo de mi marido, el músico Pablo Tato, que es nuestro técnico de sonido
personal, sin el cual sería imposible lanzar el pódcast, ya que se pasa muchas más
horas que nosotras preparando cada episodio, editando nuestras pistas de sonido
para que quede genial, insertando música, etc. Él compuso nuestra música de la
entradilla, que es genial, para la cual solo le di la instrucción: “Jessica Fletcher,
pero gótica”. Y, por último. el tiempo que le metemos a las redes sociales, que también
es algo que sale de nuestro tiempo personal, ya que ninguna plataforma española
de pódcast ha demostrado interés en nosotras.
P. Las amigas estupendas, ¿es un pódcast temático o adaptado a la actualidad
informativa?
R. Algún feedback he tenido de
que necesitamos ajustar más el concepto, pero es que nosotras somos así. Lo
mismo te hablamos de la Pantoja que de asesinos en serie, que de Freud o
de Sálvame. Es un reflejo de nuestra amistad y de nuestras
personalidades. Estela es periodista con lo cual esta pegadísima a la
actualidad, y yo también, así que siempre intentamos estar un poco a lo que
toca, que es algo que nuestros seguidores agradecen mucho. Pero lo que más nos
gusta es lo que en inglés se llama rabbit holes, que es obsesionarse con
un tema y pasarse horas leyendo y absorbiendo y luego contarlo, esto es lo que mejor
se nos da.
P. ¿A qué tipo de oyentes queréis atraer y cuál es el perfil de vuestros
seguidores?
R. Estupender puede ser
cualquiera. Nos consta que la mayoría son mujeres y gays pero tenemos público de
todas las edades y colores. Nos escuchan sobre todo en España, pero hay muchos Estupenders
por el mundo: Alemania, Estados Unidos, Argentina, Reino Unido.... Por querer,
nos gustaría llegar a millones de personas, pero de momento vamos poco a poco.
P. ¿Qué os diferencia con respecto a otras producciones?
R. La frescura y la calidad.
No tenemos que responder ante nadie ni tenemos cortapisas de ningún tipo. Si
queremos sacar episodio cada tres meses, lo sacamos, si queremos hablar de
cualquier tema, lo hacemos. Y luego, que nos preparamos mucho los temas, pero
intentamos que no quede demasiado leído todo, porque los pódcast guionizados y
conversacionales no se hacen bien del todo a veces, y para nosotras es
necesario que sea una charla entre amigas, pero amigas informadas. Y graciosas…
P. ¿Qué expectativas teníais cuando grabasteis el primer episodio? ¿Se han
cumplido?
R. Teníamos cero. Que nos
oyeran literalmente nuestros amigos. Se han cumplido de sobra porque ya
llevamos más de 60.000 descargas en total, y eso es una pasada sin tener ningún
tipo de publicidad ni esfuerzo de marketing detrás, solo el que hacemos
nosotras.
P. Un pódcast se puede hacer por vocación, por autoempleo, por generar
ingresos o en busca de reconocimiento público. ¿En cuál de estas situaciones se
reconocen Las amigas estupendas?
R. Vocación total. Nos genera
cero ingresos porque lo poco que nos entra es gracias a las microdonaciones del
Kofi, nuestra plataforma de donativos, y va integro a pagar el servidor.
El reconocimiento público es algo que ni Estela ni yo buscamos para nada. Y
empleos ya tenemos, a Dios gracias, pero ojalá pudiéramos ser millonarias y pudiéramos grabar
semanalmente.
P. ¿Se monetarizan los pódcast o solo algunos privilegiados con legiones de
seguidores obtienen rentabilidad económica?
R. Todos los pódcast se
pueden monetizar, pero yo te digo que la monetización es una broma. Supongo que
a alguien le rentará, pero nosotras, con 60.000 escuchas, apenas sacamos para
pagar el servidor… que son 75 euros al año.
P. Influencers, profesionales de cualquier rama, famosos y caras conocidas
se han lanzado a producir sus pódcast, algunos periodistas y comunicadores lo
valoran como una gran fuente de información pero otros de intrusismo. ¿Cuál es
tu opinión?
R. Si digo lo que pienso me
llevan presa. Creo que algunos, muy pocos, entre esos famosos, puede haber alguno
con talento real, o con frescura, o con capacidad para prepararse las cosas,
pero la mayoría son absolutamente infumables. Gente que ni se lo prepara, que
claramente no ha oído un pódcast en su vida, que lo hace por hacer y que no
tiene amor por el formato ni valora nada y lo hace por pura autopromo.
P. En la última década se ha disparado la edición y el consumo de pódcast
¿Hay futuro en el pódcast o se trata una moda pasajera?
R. Los pódcast existen hace décadas, pero en la última década el formato se ha revalorizado porque se adapta a un tipo de absorción de información muy concreto y yo creo que eso está para quedarse. Las generaciones de 45 para abajo hemos encontrado algo que nos faltaba en la radio y que no nos daba la tele ni otro medio. Creo que quizá adoptará otras formas, pero como fenómeno yo creo que probablemente estalle pronto la burbuja, precisamente por lo que he dicho antes de la gente que lanza pódcast como quien se cambia de camisa.
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